Peleas y falta de dinero golpean al CNE a un año de las elecciones
La presidenta del CNE, Diana Atamaint, y el consejero José Cabrera, en rueda de prensa este 5 de marzo de 2020.
Daniel Molineros / API
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La situación del Consejo Nacional Electoral (CNE), sumada a la política de austeridad emprendida por el Gobierno, han hecho que la preocupación por la viabilidad de las elecciones aumente, aunque falta todavía un año para ellas.
La primera vuelta será el 7 de febrero de 2021. La presidenta del CNE, Diana Atamaint, confirmó que está fecha no ha variado, a pesar de que el calendario electoral no ha sido aprobado aún.
El presupuesto también está pendiente, a la espera de una reunión con el ministro de Finanzas, Richard Martínez, que no se concreta.
En el CNE hay un ambiente de urgencia. Falta menos de un año para la primera vuelta y dos meses para las primeras actividades del calendario (la campaña de cambio de domicilio electoral comenzaría el 5 de mayo de 2020). El organismo electoral tiene una serie de tareas pendientes.
En los 11 meses que quedan para la primera vuelta electoral de 2021, el CNE tiene que hacer una auditoría del padrón electoral, reforzar el sistema de escrutinio de votos y de transmisión de resultados, implementar el nuevo sistema para el control del financiamiento de los partidos, crear una unidad antilavado y reformar los reglamentos para adaptarlos a los cambios en el Código de la Democracia.
A estas tareas, se suman el recálculo del fondo partidario y la transformación de movimientos en partidos, ordenada por el Tribunal Contencioso Electoral (TCE).
Y, por otra parte, están todas las actividades electorales, desde las inscripciones de las candidaturas hasta el control de las campañas políticas.
Pero lo primero es aprobar el plan operativo electoral, que aún está pendiente. El Pleno del CNE tiene previsto conocer este documento y el calendario el 6 de marzo de 2020.
Tiempos apretados
La sentencia del TCE que manda al CNE a volver a calcular la asignación del fondo partidario permanente y a concretar la transformación de los movimientos políticos en partidos da un plazo de un mes.
Es decir, en apenas 30 días la actual administración del CNE debe resolver algo que no se ha concretado en los últimos 11 años.
Atamaint señaló que hay cosas que no están claras en la sentencia, por lo que pedirán al TCE la ampliación de la misma. Reconoció que el fallo del TCE es de obligatorio cumplimiento, por lo que trabajarán para implementar todo lo señalado en el documento.
Pero más allá de esos temas, la sentencia coloca al CNE frente a una situación que ninguna de sus anteriores administraciones ha querido enfrentar. Para transformarse en partidos políticos, los movimientos deben cumplir con el requisito de tener oficinas en 12 provincias. Si no las tienen y quieren seguir siendo movimientos, pueden perder el fondo partidario.
Las pugnas internas
Los conflictos entre los tres consejeros de mayoría y los dos de minoría se han ahondado en los últimos días, después de que Luis Verdesoto propusiera que los cinco miembros del CNE deben renunciar.
Ahora, una comisión ciudadana integrada por periodistas y dirigentes de organizaciones no gubernamentales busca mediar entre los dos grupos.
Francisco Rocha, presidente de la Asociación Ecuatoriana de Editores de Periódicos (Aedep) y representante de esta comisión, expresó su preocupación por el futuro de las elecciones 2021.
La ruptura entre ambas facciones en el CNE, dijo Rocha, ha afectado la imagen de la institución. Por ello llamó a que haya un consenso para que la ciudadanía pueda tener confianza en el proceso electoral.
Los consejeros de mayoría, José Cabrera, y de minoría, Enrique Pita, expresaron su apertura para una reunión conjunta en la que puedan establecer un método de diálogo que no afecte la imagen del CNE. La cita está prevista para el 9 de marzo de 2020.
Cabrera, sin embargo, destacó que, a pesar de los disensos internos, el CNE nunca ha dejado de trabajar en su parte técnica. Dijo que incluso cuando Finanzas se demoró dos semanas en el pago de salarios, el personal del CNE continuó con su trabajo.
Falta de dinero
El recorte presupuestario que el Gobierno Central impulsa como parte de las medidas de austeridad golpeó también al CNE. A finales de enero de 2020 se confirmó la desvinculación de 67 personas de todos los rangos.
Otros funcionarios fueron movidos de sus puestos. Este es el caso de Lucy Pombosa, hasta entonces directora de Procesos Electorales, y quien estaba a cargo de la coordinación del plan operativo electoral.
El consejero Cabrera señaló que Pombosa fue reubicada por las críticas que el consejero Pita había hecho a su nombramiento.
Pita había criticado que Cabrera sugirió el nombre de Pombosa para ese cargo, a pesar de que, según Cabrera, es una funcionaria de carrera con más de 25 años en el organismo electoral.
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