Entre gritos, el correísmo perdió el control de investigación del asalto a la Embajada de México
Correístas y oficialistas se disputan el control de la investigación por la incursión a la Embajada de México en Quito. Hubo gritos, advertencias y desalojos en la sesión.
La canciller Gabriela Sommerfeld cubre su oído ante los gritos de la correísta Pamela Aguirre y Raisa Corral.
API /Hamilton López.
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Entre gritos e incidentes se suspendió el 10 de abril de 2024 la comparecencia de tres ministros de Estado, llamados a la Asamblea para explicar la incursión policial a la Embajada de México y la captura del exvicepresidente Jorge Glas.
La 'batalla' entre correístas y oficialistas por el manejo de la investigación comenzó el fin de semana, solo horas después de que estallase la crisis diplomática con el gobierno de Manuel López Obrador.
Esa disputa incluyó un 'festival' de convocatorias entre dos mesas legislativas.
La mesa de Fiscalización, en manos de la Revolución Ciudadana, en principio, llamó para el miércoles 10 de abril, a las 08:30 a la ministra de Gobierno, Mónica Palencia; al de Defensa, Jean Carlo Loffredo; y a la canciller, Gabriela Sommerfeld.
Mientras que la mesa de Relaciones internacionales, dominada por el oficialismo y sus afines, bajó la hora de convocatoria y llamó, a los mismos funcionarios, para las 08:20.
Con este antecedente, Pamela Aguirre, ajustó el horario de Fiscalización y lo puso para las 07:00, pero al borde de la medianoche, Jonathan Parra, quien está al frente de Relaciones Internacionales, hizo la convocatoria a las 06:50 del mismo 10 de abril.
Una sesión accidentada
El correísmo trató de reaccionar modificando, otra vez la convocatoria para las 06:45, pero ya era tarde. Por eso, Palencia, Loffredo y Sommerfeld acudieron a la mesa de Relaciones Internacionales para explicar la decisión de incursionar en la Embajada de México.
Entonces, la bancada de Revolución Ciudadana copó, con sus asambleístas y asesores, la pequeña sala de sesiones de Relaciones Internacionales, que lució abarrotada, como pocas veces. Eso demoró el inicio de la sesión.
En medio del griterío y la incomodidad, el asambleísta Johnny Lavayen mocionó una resolución que declare la competencia única de la Comisión de Relaciones Internacionales para fiscalizar este tema.
Nuevamente, los correístas presentes gritaron a todo pulmón argumentando que ellos fueron los primeros en llamar a los funcionarios y era competencia de Fiscalización. Con cinco votos, el oficialismo se impuso.
La primera en hablar fue la ministra Palencia. Dijo que ella era mexicana y ecuatoriana y que, a ambas naciones, quería y respetaba con la misma fuerza y compromiso, como para que "un grupo de delincuentes" quieran manchar su nombre.
Dijo ser víctima de una persecución. Aseguró que, incluso, se buscaba cuestionar el otorgamiento de la nacionalidad ecuatoriana, en noviembre de 2023.
Además, insistió en que "ningún acuerdo legislativo incluía convenios sobre impunidad" y que, en su momento, cumplió con solicitar a la Embajada de México el ingreso policial para detener a Glas, quien es requerido por la justicia.
Al final de su intervención, dijo que contaba con información sensible, que no se puede hacer pública. Entonces la asambleísta Lucía Jaramillo, antes socialcristiana y ahora oficialista, propuso que se declare la sesión reservada.
Estallaron nuevamente los ánimos. Los correístas gritaban "¿cuál es el miedo de contar lo que paso, ¡Que lo sepa el mundo!"
Mientras Parra intentaba que se tome votación, Ricargo Ulcungo apelaba a gritos la presidencia de la comisión, intentando ganar tiempo, sabiendo que no tenía los votos para lograrlo.
En medio del barullo se escuchaba "a favor". El secretario proclamaba resultados y decía que con cinco votos a favor y la no votación de los cuatro correístas se aprobaba la moción y se declaraba reservada la reunión.
Kronfle al rescate
De inmediato, la escolta legislativa empezó a desalojar la sala de sesiones. Salió la prensa, uno que otro asesor, pero los correístas se mantenían al interior gritando y hasta advirtiendo que "les tendrían que sacar como a Glas de la embajada", osea cargados.
A esa hora era tal la conmoción adentro que fue necesaria la presencia del presidente Henry Kronfle en la comisión, algo que -hasta ahora- no se había visto.
Una persona que se encontraba al interior contó que Kronfle llegó a intentar poner algo de orden y establecer una metodología de trabajo. Lo logró a medias.
Se votó por la apelación a la presidencia de Parra y perdió el correísmo. Luego se ratificó que la sesión sea reservada: que se queden los nueve integrantes de la comisión, dos asambleístas adicionales por bancada y un asesor por ministro.
Luego de eso, Kronfle se retiró como llegó: casi de incógnito y sin decir una sola palabra a la prensa que pedía sus declaraciones.
Minutos más tarde, empezaron a salir los demás presentes en la sesión, anunciando que fue suspendida hasta nuevo aviso. Solo se escuchó a la ministra Palencia.
Las reacciones
Al final, Parra anunció que la reunión tuvo que ser suspendida, porque los asambleístas de Revolución Ciudadana se negaron a dejar solo dos delegados en la sesión y buscaban continuar con los incidentes.
No abandonaron la sala y no puedo poner el riesgo la información que se entregaba ni la integridad de los asambleístas y los ministros. Por eso se suspendió la sesión.
Jonathan Parra, asambleísta
La vicepresidenta de la asambleísta, Viviana Veloz, del correísmo, aseguró que lo que es evidente es que no le quieren rendir cuentas al país y por eso la urgencia de declarar reservada la sesión.
Agregó que la Asamblea debió pronunciarse el mismo día que la policía incursionó a la Embajada de México en Quito, pero no lo ha hecho. "La Asamblea debe ser independiente, que no cometa los mismos errores que en el periodo anterior", dijo.
La canciller Sommerfeld lamentó lo sucedido en la comisión y que "pese al "descrédito, con el que salió la anterior Asamblea, se continúe con la actitud de generar espectáculos".
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