¿La alianza imposible? Correísmo mide a la Conaie para las presidenciales de 2025
Luisa González posicionó la idea de una alianza con Leonidas Iza a tan solo diez semanas de que los partidos arranquen con sus primarias para definir precandidatos a las elecciones presidenciales de febrero de 2025.
El presidente de la Conaie, Leonidas Iza, y la presidenta de la Revolución Ciudadana, Luisa González.
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Desde el nacimiento del correísmo, su relación con el movimiento indígena ha tenido más desencuentros que coincidencias. Sin embargo, después de dos derrotas en la carrera hacia Carondelet, la Revolución Ciudadana abre la posibilidad a una alianza electoral.
La presidenta de la agrupación y excandidata presidencial, Luisa González, mencionó en una entrevista la idea de una unidad electoral de las izquierdas y, más específicamente, de un acercamiento con Leonidas Iza, presidente de la Conaie.
Esto permite al correísmo empezar a medir la respuesta de la opinión pública, de sus propias bases y de los demás actores políticos, a tan solo 10 semanas de que empiece el plazo para las primarias, para definir precandidatos.
Todas las estructuras partidistas están en el mismo camino, especialmente en la búsqueda de los próximos binomios presidenciales. Y la única fórmula que puede acercarlos al balotaje es una amplia alianza que disminuya la cantidad de contendores.
Sin embargo, ya con los números por delante, el correísmo continúa teniendo un voto duro que bordea el 30% del electorado. Mientras que Pachakutik, brazo político de la Conaie, sigue enredado en disputas internas y sin claridad en el liderazgo.
Los escenarios políticos
Se trata precisamente de dos fuerzas políticas debilitadas. Por un lado, los herederos del expresidente Rafael Correa no han logrado superar el 40% de los votos totales en ninguna elección presidencial. Y su tendencia ha ido a la baja.
Además, la imagen del movimiento se ha visto afectada por personajes incómodos como el exvicepresidente Jorge Glas y el exlegislador Ronny Aleaga. Y los choques internos, como el distanciamiento de figuras como Marcela Aguiñaga y Aquiles Álvarez, también les han restado puntos.
Por lo que la tendencia no ha definido todavía un aspirante presidencial, mientras el exmandatario se encarga de reiterar que les sobran opciones entre su militancia. Aunque las recientes declaraciones de González evidencien lo contrario.
Sin Correa en la papeleta, el apoyo a los candidatos de la Revolución Ciudadana se diluye. Y el rechazo frente a un retorno del correísmo al poder sigue siendo su principal rival en las urnas, aunque ninguna fuerza política ha logrado aglutinar ese descontento.
Por otro lado, la Conaie y su brazo político, Pachakutik, han sufrido profundas fragmentaciones internas, que los llevaron de ser la segunda fuerza política en 2021 a prácticamente desaparecer en las últimas elecciones extraordinarias de agosto.
Las pugnas legales y políticas por controlar la lista 18 dejaron al movimiento dividido entre los seguidores de la facción más radical, alineada con la visión de la Conaie, y otra más apegada a los liderazgos históricos.
Y la cúspide de esa división se reflejó justamente en que no presentaron un binomio en 2023 y apenas consiguieron cuatro legisladores después de haber tenido una bancada de 28.
Pero, con Guillermo Churuchumbi en el control del partido, los candidatos de Pachakutik para 2025 podrían ser más cercanos a la línea de la Conaie. El mismo Leonidas Iza no ha descartado una participación electoral, que ya fue sugerida por la filial de la Costa, en febrero.
La distancia entre correísmo y la Conaie
Las coincidencias con la Conaie, en las que hace énfasis Luisa González, empezaron a crecer a partir de las movilizaciones de octubre de 2019. Pese a que durante la década de administración correísta hubo una constante persecución a sus dirigentes y militantes.
Por ejemplo, la enemistad entre Rafael Correa y el movimiento indígena llegó a su cúspide cuando les quitó su histórica sede en el norte de Quito, en 2014. Esto pese a que la edificación había estado en manos de la Conaie desde 1991.
Sin embargo, tanto en la Asamblea Nacional como en las calles, ha habido cada vez más coincidencias entre ambas líneas políticas. Aunque sus dirigentes siempre han negado que exista un acuerdo.
Lo que sí queda claro es que, una vez que la Revolución Ciudadana dejó el poder y perdió la mayoría absoluta en el Legislativo, sus puntos de encuentro con otras fuerzas políticas y sociales se han ido ampliando. Especialmente para enfrentar a los gobiernos de turno.
En 2021 buscó refugio en Centro Democrático y en 2023 se hizo con el control del partido anteriormente denominado Fuerza Compromiso Social, del que ahora no quedan rastros de su identidad anterior.
Pero, todas las decisiones del correísmo dependen del visto bueno del exmandatario. Y lo que González llamó su postura personal, de sentarse a conversar con Leonidas Iza, choca directamente con las declaraciones del mismo Correa.
Después del paro de 2022, el expresidente advirtió a sus coidearios de las profundas diferencias con el movimiento indígena y agregó que: "Ojalá le quede claro a toda la RC5 que la CONAIE es parte del problema, no de la solución".
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