¿Irá a la reelección o no? El presidente Noboa mantiene en vilo las apuestas
Las próximas elecciones presidenciales se llevarán a cabo en febrero de 2025, si el presidente Daniel Noboa apunta a una reelección, deberá navegar con éxito entre el conflicto armado, la falta de recursos y la inversión social.
Daniel Noboa en campaña presidencial en Portoviejo, el 5 de octubre de 2023.
@DanielNoboaOk
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El gobierno del presidente Daniel Noboa ha sido atípico desde el día uno. Nació de la primera muerte cruzada en la historia y sus consiguientes elecciones extraordinarias, no tiene una estructura partidista que lo sostenga, enfrenta un conflicto armado interno y apenas tendrá 18 meses de gestión. Y, aun así, la palabra reelección flota en el ambiente.
Casi dos meses después de su posesión y a punto de entrar a un año preelectoral, al Mandatario le quedan unos 13 meses para convencer a los ecuatorianos de que lo reelijan, como lo anunció después de pasar a la segunda vuelta en 2023.
El reto es complejo, ya que Noboa deberá llevar varios procesos complejos a la par: enfrentar el conflicto armado interno, armar a las fuerzas del orden, solventar la falta de recursos públicos y ejecutar proyectos de inversión social.
Además, por si fuera poco, deberá conseguir que su agrupación política entre al registro electoral. Caso contrario, en el segundo semestre del año, tendría que recurrir nuevamente a la búsqueda de un partido que lo auspicie en 2025.
Y, aunque Rafael Correa acostumbró a los ecuatorianos a tener un presidente candidato (con un partido hegemónico y una caja fiscal robusta), las crisis que atraviesan al país y el corto periodo del Gobierno actual, hacen que el escenario que tiene Noboa por delante esté lleno de obstáculos.
Sin recursos suficientes y con una abierta guerra contra 22 grupos delincuenciales, declarados como terroristas, el joven Mandatario y su gabinete tienen que mantener a flote el Estado, si quieren que su objetivo electoral siga en la mira.
De momento, el presidente Noboa continúa con altos índices de aceptación y popularidad. Su discurso de mano dura y el despliegue de las Fuerzas Armadas en el país le han ganado el respaldo de gran parte de la población.
Además, ese mismo apoyo ciudadano le ha servido para presionar a la desprestigiada Asamblea Nacional, que terminó aprobando sus dos primeros proyectos económicos urgentes y ahora tramita el tercero, que busca incrementar el IVA. Aunque algunas fuerzas políticas ya adelantaron que no aprobarán una subida de impuestos.
El Legislativo también puso un freno al Ejecutivo con el archivo del cuarto proyecto urgente, sobre la extinción de dominio, pero el discurso de financiar la guerra contra el narcotráfico y el crimen organizado parece ablandar a la opinión pública.
Una primera medición de esa popularidad podría darse en la consulta popular y referendo que prevé el Gobierno, con temas vinculados principalmente a la seguridad. El proceso electoral, de superar los filtros de la Corte Constitucional, podría ejecutarse entre marzo y abril.
Sin embargo, esta semana, el Mandatario dijo no estar seguro de su futuro electoral, ya que afirmó que esa no es su prioridad, sino devolver la paz al país.
De todas formas, a la par de la seguridad, el Gobierno tiene previsto focalizar sus recursos y esfuerzos en los descuidados sectores sociales (salud, educación y vivienda). Y, si tiene éxito, estas inversiones podrían colaborar en un futuro respaldo en las urnas.
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