Quién es quién en la Conaie, la organización que tiene en jaque al Gobierno
El líder de la Conaie Jaime Vargas durante una rueda de prensa realizada este 23 de octubre, en Quito.
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El movimiento indígena demostró su reagrupación en octubre. Durante el gobierno anterior la Conaie no pudo movilizarse como lo hizo en este último paro nacional.
La capital no había visto una manifestación de esa magnitud en casi 15 años. Participaron grupos no solo del movimiento indígena y hubo una escalada de violencia, la Conaie aprovechó el momento para obligar al gobierno del presidente Lenín Moreno a sentarse a "dialogar".
Y, desde entonces, el movimiento indígena está más activo de lo usual. Cada paso que da el Ejecutivo tiene una respuesta de su parte. Las principales figuras de oposición ahora son Jaime Vargas y Leonidas Iza.
El primero es el titular de la Conaie y el segundo su "ministro de economía" y presidente del Movimiento Indígena y Campesino de Cotopaxi. Ambos son la primera línea de un constante enfrentamiento con las posturas y medidas del gobierno.
Cerca de Vargas está siempre Apawki Castro, el encargado de la comunicación de la Conaie. Y, junto con un pequeño equipo, él se encarga de la agenda de medios y las redes sociales, el movimiento indígena se ha convertido en una máquina de comunicados y propaganda a favor de sus causas.
Y como lo dijo el mismo Marlon Santi: no hay movilización sin las mujeres. Tres perfiles importantes durante las manifestaciones fueron el de la dirigente de la Mujer de la Conaie, Luisa Lozano, la histórica líder Blanca Chancoso y la vicepresidenta de la Ecuarunari, Nayra Chalán.
Con el aporte de Lozano y Chalán se llevó a cabo casi toda la logística desde el inicio así como después se organizó la permanencia en el Ágora en la Casa de la Cultura, según Apawki Castro.
Por ejemplo, la noche de mayor represión, el 9 de octubre, Chancoso advertía a sus pares que no salgan de la Casa de la Cultura, que se replieguen y cuiden el lugar para no ser desalojados, para poder descansar. Pero, al calor de las protestas no todos escucharon el consejo.
Las mujeres estuvieron detrás de gran parte de la organización logística de las manifestaciones, pero también participaron en las decisiones políticas. Y, aunque la primera línea de las protestas fue encabezada siempre por la guardia indígena, Chancoso y Chalán organizaron también una marcha y manifestación de mujeres.
Además, según cuenta Yaku Pérez, prefecto de Azuay, la idea de convocar al Parlamento de los Pueblos tras las protestas fue de Chancoso. Y finalmente así lo decidió la dirigencia. Ella, como parte de su legitimidad, por su trayectoria, fue sumada a la comisión política del movimiento.
Además, pasados los momentos de enfrentamiento en las calles, mientras los dirigentes principales seguían en sus agendas de medios, Chalán organizaba y acompañaba a las víctimas y testigos para rendir testimonio ante los equipos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Deslice la barra gris debajo de las fotos para ver los perfiles.
El apoyo en los dirigentes regionales, locales e históricos de la Conaie
La dirigencia de la Conaie suele invitar a todos los líderes a sumarse a las movilizaciones y acompañarlos, especialmente, cuando son de la magnitud de la de octubre.
Entre ellos no podían faltar los presidentes de las tres regionales: Carlos Sucuzhañay en la Sierra (Ecuarunari), Marlon Vargas de la Amazonía (Confeniae) y Javier Aguavil de la Costa (Conaice).
La Ecuarunari es la "columna vertebral" del movimiento indígena, ya que la mayoría de sus miembros están en la Sierra y reúne a 18 pueblos. Sin embargo, Sucuzhañay no tiene un perfil tan fuerte como otros dirigentes locales. Pero, su organización fue clave en la logística.
Fue así que, además, de organizar las movilizaciones en sus ciudades y provincias, llegaron hasta la capital personajes como Yaku Pérez, prefecto de Azuay; Marlon Santi, coordinador de Pachakutik, Jorge Guamán, prefecto de Cotopaxi, entre otros.
Por ejemplo, Yaku Pérez jugó un papel clave en la apertura al diálogo a través de una mediación con la ONU. La idea de estructurar una comisión nació en el Austro, como sugerencia de miembros locales de la Conferencia Episcopal, en conversaciones con Pérez.
Posteriormente se unió a esa comisión Salvador Quishpe, quien es parte de la dirigencia de Pachakutik, el brazo político de la Conaie. Y, aunque él estuvo presente en las reuniones con los mediadores, al final tuvo un desencuentro con las principales filas de la dirigencia.
Finalmente, otro actor fundamental, especialmente en las últimas manifestaciones, fue el colectivo de la guardia indígena. Se encargó de abrir las manifestaciones y precautelar a los dirigentes, así como a los policías y periodistas que fueron retenidos en el Ágora de la Casas de la Cultura, el 11 de octubre..
Pérez sostiene que los procesos dentro del movimiento indígena son orgánicos, que, por tradición, salen desde las bases o desde la dirigencia que tiene legitimidad de representación.
Sin embargo, el expresidente de la Ecuarunari y actual prefecto de Azuay afirma que las decisiones políticas se consultan no solo dentro del Consejo de Gobierno de la Conaie, sino también con los dirigentes locales y los "abuelos", que son los exdirigentes y líderes históricos, de quienes buscan constante consejo.
De todas formas, Apawki Castro cuenta que uno es el espacio de toma de decisiones de la dirigencia nacional de la Conaie, mientras que las autoridades y dirigencia locales responden a la lógica territorial y, por lo tanto, cada uno responde por sus actuaciones, aunque sean parte del mismo movimiento indígena.
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