Los problemas de gestión de Casa para todos, el plan estrella de Moreno
Una auditoría de gestión al principal proyecto del anterior gobierno concluyó que, entre otras cosas, el Gobierno mal utilizó un crédito y que en su planificación incluyó proyectos que ya estaban en ejecución.
El presidente Lenín Moreno durante el lanzamiento del proyecto de vivienda popular ‘Guayaquil de mis Amores’, parte del plan 'Casa para Todos', el 24 de julio del 2019.
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La oferta estrella de la campaña electoral de Lenín Moreno en 2017 fue su plan "Casa para todos". El exmandatario llegó al poder con el ofrecimiento de construir 325.000 viviendas en sus cuatro años de gobierno; luego ajustó esta meta a 220.000 casas.
Pero para cuando dejó el cargo, en mayo de 2021, el número de casas que se construyeron nunca fue publicitado. La única cifra sobre este proyecto se encuentra en la rendición de cuentas de Moreno, entregada tardíamente a la Asamblea, y habla de 125.000 viviendas aproximadamente.
El actual ministro de Vivienda, Darío Herrera, aseguró incluso que ese número "no es preciso, de hecho, no está ni siquiera cerca". Según el arqueo de viviendas que realizó hasta el 31 de mayo de 2021, el gobierno anterior inició la construcción de 37.295 casas y terminó 15.191.
El proyecto estaba a cargo de al menos tres instituciones: la empresa pública Casa Para Todos, la empresa pública Ecuador Estratégico y el Ministerio de Vivienda. Un informe de Contraloría, emitido este 29 de diciembre de 2021, revisó la gestión del proyecto tras la salida de Moreno.
La investigación concluyó que el proyecto no cumplió con sus metas; tampoco ayudó al objetivo de ayudar a las familias en situación de pobreza y pobreza extrema.
Según la auditoría, en 16 proyectos hubo incumplimientos en la fechas de entrega, que corresponden a 1.796 viviendas. Y dos proyectos ni siquiera se llevaron a cabo.
Número de viviendas
En 2018, previo a la solicitud de un préstamo para el financiamiento, la empresa Casa para todos aprobó un proyecto de inversión que determinó que se debían entregar 2.018 viviendas de interés social. Se escogieron 18 proyectos para ser construidos durante ese año.
Sin embargo, la Contraloría encontró que no hubo estudios de prefactibilidad para establecer el número de viviendas a ejecutar o su ubicación.
El ente de control no logró hallar cómo se escogieron las provincias en las que comenzaron las construcciones. Ni cómo la empresa pública seleccionó los 18 proyectos de entre 22 que había presentado a Senplades.
Tampoco hubo una buena planificación en el presupuesto del proyecto, fijado en USD 54 millones.
De la revisión de la Contraloría, el establecimiento de los costos del proyecto no tuvo sustento en documentación "suficiente y pertinente". Por lo que se solicitó financiamiento mayor al realmente necesitado en USD 7,14 millones.
Un préstamo mal utilizado
El proyecto obtuvo, al menos, dos préstamos para su financiamiento:
- El Banco de Desarrollo de Ecuador otorgó, en enero de 2018, un crédito para la construcción del programa Casa para todos por USD 54 millones a la empresa pública Casa para todos.
- Meses después, en noviembre de 2018, el mismo Banco aprobó un nuevo crédito, esta vez a nombre del Estado Ecuatoriano (representado por el Ministerio de Finanzas), también para el proyecto. Este fue por USD 163,6 millones. Estos serían construidos por las empresas públicas Casa para todos y Ecuador Estratégico.
Como la empresa pública Casa para todos tenía estas dos fuentes de financiamiento, lo que hizo es pagar el primer préstamo con el dinero del segundo. Según el informe de la Contraloría, esto genera problemas pues el segundo préstamo era para proyectos de construcción de vivienda, no para cancelación de otras deudas.
Los comprobantes de diario revisados por la Contraloría evidencian que los recursos se movieron para pagar estos haberes, sin que hubiera objeción de parte del Banco o la empresa pública.
Planificación de Casa para todos incluyó proyectos ya en construcción
La empresa pública Casa para Todos firmó, entre febrero y julio de 2018, 14 contratos para la construcción de proyectos habitacionales. Estos serían en Manabí, Santo Domingo, Cotopaxi, Los Ríos, Guayas, Chimborazo y Cañar. Sus montos ascendían a USD 30,1 millones.
Estos proyectos iban a ser financiados con el préstamo de USD 54 millones obtenido por Casa para todos del Banco de Desarrollo a inicios de ese año.
Sin embargo, la auditoría revisó los documentos presentados por la empresa pública como respaldo del segundo préstamo, gestionado también ante el Banco de Desarrollo. Allí se verificó que se presentó 18 proyectos a construirse, de los que 14 ya tenían contratos en marcha.
Es decir que, según Contraloría, cuando se declaró como prioritario el proyecto, este incluyó contratos que ya estaban en ejecución. Según las respuestas de los funcionarios que constan en el informe, esto se debió a que se buscaba extinguir el un préstamo con el otro.
Un proyecto sin metas
El proyecto Casa para todos, a criterio de Contraloría, se desarrolló "sin controles a las metas intermedias y totales, sin seguimiento continuo durante su ejecución (y) sin los insumos documentales básicos para la entrega de viviendas".
La conclusión final de la auditoría de gestión halló que el proyecto no cumplió los objetivos y metas establecidos; tampoco contribuyó al Plan Nacional de Desarrollo.
La institución además concluye que los recursos no se utilizaron de forma eficiente, eficaz y con principios de economía favorable. or lo que no contribuyó a que familias en los rangos de pobreza y pobreza extrema cuenten con vivienda propia.
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