El careo se impuso en el último debate presidencial del CNE
Siete candidatos participaron en el primer debate presidencial, el 9 de enero de 2021.
Cortesía canal TVC
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El último debate presidencial obligatorio, organizado por el Consejo Nacional Electoral (CNE), la noche del 17 de enero de 2021 en los estudios de TC Televisión, en Guayaquil, dejó de ser una repetición de enunciados y se convirtió en una zona de confrontación.
Los candidatos Yaku Pérez, de Pachakutik; Juan Fernando Velasco, de Construye; Isidro Romero, de Avanza; y Paúl Carrasco, de Juntos Podemos; enfilaron su artillería contra Andrés Arauz, de Unión por la Esperanza.
Las temáticas del primer grupo, en el que también participaron Carlos Sagnay, de Fuerza Ecuador; y Giovanny Andrade, de Unión Ecuatoriana, fueron corrupción e institucionalidad democrática.
Aquí, Juan Fernando Velasco pidió cuentas a Arauz sobre la glosa de Contraloría en un contrato de USD 3 millones el Festival de las Artes en Loja, cuando fue ministro de Cultura encargado, en 2017.
Arauz le respondió mostrando un certificado de Contraloría que descartaría irregularidades en el proceso, "a diferencia de tu gestión, cuando se quiso contratar a una ferretería para el Festival de Artes Vivas de Loja".
El candidato del correísmo zanjó el debate emplazando a Velasco a que lo denunciara si lo creía necesario.
A su turno, Isidro Romero llamó cobarde al mandatario Lenin Moreno y dijo que, de ganar la Presidencia, meterá a la cárcel a los corruptos y que ningún funcionario del morenismo saldrá del país hasta que no compruebe su honestidad.
La declaración fue aprovechada por Arauz para devolverle la cortesía a Velasco: "Estoy de acuerdo con Romero en que nadie salga, ni siquiera Velasco, que es parte del Gobierno".
Yaku Pérez continuó los cuestionamientos y le recordó a Andrés Arauz que no podía regalar plata del Banco Central, en referencia a la propuesta de Arauz entregar USD 1.000 a un millón de familias en su primera semana de gobierno.
"Le doy una mejor idea: que los correístas traigan la plata que se llevaron. O se robaron. En vez de recuperar el futuro, recuperen lo robado", dijo Pérez.
Arauz perdió los estribos y espetó: "no sea ridículo". Le recordó que él era experto en Economía, mientras Pérez contraatacó y dijo que tenía cuatro títulos de posgrado en Ecuador y que "los del pasado están defiendo las travesuras que hicieron".
Luego, el postulante de SUMA, Guillermo Celi, retó a Arauz a que viajara a Manabí para demostrar que el gobierno de Rafael Correa construyó hospitales en la provincia. "Aún hay hospitales en los que atienden en carpas a los pacientes", aseguró Celi.
Paul Carrasco no se quedó atrás y, en clara alusión a los funcionarios del correísmo sentenciados por casos de corrupción, manifestó que "me critican por las pulseras, pero no tengo grillete. No hay que tener un equipo de grilleteados".
Pero Arauz no se dio por aludido y anunció que "me reuní con (el presidente de Argentina) Alberto Fernández y nos prometieron 4,5 millones de vacunas de Oxford para el coronavirus.
Lasso versus Montúfar
El segundo grupo estuvo conformado por los aspirantes Guillermo Lasso, de CREO-PSC; Ximena Peña, de Alianza PAIS; César Móntufar, del Partido Socialista-Concertación; Pedro Freile, de AMIGO.
También Gustavo Larrea, de Democracia Sí; Xavier Hervas, de Izquierda Democrática; Lucio Gutiérrez, de Sociedad Patriótica; y Gerson Almeida, de Ecuatoriano Unido.
Luego de proponer la creación de una comisión internacional de lucha contra la corrupción para seguir la ruta del dinero y meter presos a los corruptos, Guillermo Lasso pidió a César Montúfar que revisara su cuenta de Twitter.
"Ahí hay respuestas sobre su acusación sobre el offshore" y le pidió respeto a su honra.
Se refería al pedido de Montúfar para que Lasso aclare una supuesta triangulación de dinero a través de la entidad financiera privada de la que fue Lasso representante, en el caso relacionado con la estafa a los fondos de Isspol.
Montúfar le pidió a Lasso que no lo amenazara y que le dijera al país si el banco que Lasso dirigía tuvo que ver con la salida de ese dinero o si lo habían reportado a la Unidad de Análisis Financiero.
Pero no hubo réplica. El tiempo que quedaba, de las tres horas de debate, era muy corto como para continuar en la polémica, así que los candidatos prefirieron centrarse en sus planes de gobierno.
A las 23:00 concluyó el último debate oficial, donde primó la vigilancia policial y el irrespeto de las medidas de bioseguridad por parte de los simpatizantes de las organizaciones electorales, que se concentraron en las calles aledañas de la estación televisiva, pese a que estaba prohibido.
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