Balda cree que su secuestro lo catapulta como presidenciable
Fernando Balda durante el juicio contra Pablo Romero, por el secuestro que sufrió en 2012, el 6 de julio de 2020.
CNJ
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El 9 de julio de 2020, Fernando Balda anunciará si será candidato a la Presidencia en 2021.
La elección le servirá para comprobar si el reconocimiento público y político que ha alcanzado gracias al intento de secuestro que sufrió en Colombia -y por el que el expresidente Correa está prófugo- le alcanza para ser una opción real hacia Carondelet.
Entre 2006 y 2020, Balda pasó de ser un "asesor de tercer nivel" en el Gobierno de Rafael Correa a autoconsiderarse como un precandidato presidencial de oposición.
La historia de Balda en estos 14 años ha tenido idas y vueltas, que incluyen dos exilios, varios procesos judiciales en su contra y un secuestro, presuntamente ordenado por el mismo Correa.
Este suceso, ocurrido en Colombia en 2012 y juzgado en Ecuador desde 2018, ha sido la principal plataforma desde la que Balda se ha dado a conocer y que, él considera, le sirve de catapulta para considerarse presidenciable.
Ese caso fue el primero -de los más de 20 que la Fiscalía investiga en contra de Rafael Correa- que llegó a juicio y en el que se dictó prisión preventiva en contra del exmandatario. Aunque no ha podido ser juzgado por estar fuera del país, en condición de prófugo.
En el proceso ya fueron sentenciados Raúl Chicaiza y Diana Falcón, agentes de Policía que participaron en el secuestro y aceptaron el cometimiento del delito.
Desde inicio de julio de 2020, en cambio, está siendo juzgado Pablo Romero, quien en la época del secuestro lideraba la Secretaría de Inteligencia y habría coordinado el crimen.
De amigo a enemigo
La historia de Balda sufrió una metamorfosis. Con 34 años, y cautivado por el discurso renovador de Correa, el activista se unió a la campaña para su primera presidencia en 2006.
Ese apoyo le sirvió para ser nombrado asesor de Galo Naula, en la presidencia del Banco de Fomento, una vez que Correa se posesionó.
Desde ese cargo, aunque los colaboradores más cercanos de Correa lo niegan, Balda se acercó al círculo íntimo del Gobierno.
Según ha relatado Balda, oficialmente su separación del Gobierno se dio porque empezó a apoyar a un movimiento político del hijo de Naula y eso le incomodó a Correa.
Una vez fuera del Gobierno, Balda empezó a hacer una serie de denuncias en contra del exmandatario y sus colaboradores.
- Aportes a la campaña de Correa de los hermanos Ostaiza Amay, narcotráficantes lojanos.
- Vínculos de Correa y dos de sus exministros con las FARC, según el diario de Raúl Reyes.
- Cambios ilegales en la Constitución, antes de que sea aprobada en referéndum en 2008.
La denuncia sobre los cambios a la Carta Magna la hizo en 2009 a través de una grabación de una conversación en el despacho de Correa. Por esto, fue acusado de espionaje y se fue a Colombia, en su primer exilio.
Una vez revocada la orden de prisión en su contra, Balda volvió y se unió a las filas del Partido Sociedad Patriótica. Fue quinto en la lista de candidatos a la Asamblea Nacional pero perdió.
Sin embargo, por sucesión llegó a ser legislador alterno. Y desde la Asamblea volvió a hacer denuncias. Tres tuvieron resonancia en esa época.
- Contrataciones fraudulentas de seguros en la Presidencia de la República.
- Grabación de un supuesto acoso sexual cometido por Correa en su despacho.
- Unidad de escuchas telefónicas y troll center manejado por el Gobierno.
Las denuncias de los seguros en la Presidencia le valieron un nuevo juicio por calumnias. Fue sentenciado a dos años de cárcel y huyó nuevamente hacia Colombia, donde en 2012 fue momentáneamente secuestrado.
El 13 de julio de ese año, Balda fue plagiado en Bogotá. Pero ante la persecución de la Policía colombiana, fue liberado de sus captores.
En octubre de 2012, Balda fue deportado a Ecuador. Y en 2013 denunció por primera vez el secuestro. Pero recién en enero de 2018, fue llamado por la Fiscalía para reconocer su firma en los documentos de la denuncia y ahí empezó el proceso judicial del llamado 'caso Balda'.
El juicio
Una vez sentenciados Chicaiza y Falcón, el juicio se suspendió porque los otros dos procesados -Rafael Correa y Pablo Romero- estaban prófugos.
En febrero de 2020, Romero fue extraditado desde España y en julio del mismo año empezó el juicio en su contra, por el secuestro de Fernando Balda.
En la audiencia del 7 de julio de 2020, rindieron testimonio Balda y Romero.
Las audiencias, por la emergencia del Covid-19 son reservadas, pero según los reportes de la Corte Nacional y del equipo de comunicación del propio Balda, él volvió a relatar lo sucedido en su plagio.
Pero Romero, sin negar que el secuestro haya sucedido, trató de deslindarse de responsabilidad.
"La justicia no es perfecta porque aquí no estamos todos los que debemos estar, pero en especial, aquí no está el único que no debería dejar de estar", dijo sobre el caso el extitular de la Senain.
Además, en el juicio se reprodujo un audio de una supuesta conversación entre Romero y Chicaiza, en la que Romero instruye a Chicaiza sobre la estrategia a seguir ante los procesos penales por el secuestro. Esa estrategia la había pactado con "Pepe".
En el audio, Romero habla de que -por disposición de Correa- el entonces contralor Carlos Pólit no investigaría el caso. Y también se escucha como Chicaiza pide dinero y apoyo político para defenderse.
A continuación la transcripción de un extracto del audio, realizada por la Corte Nacional de Justicia:
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