Alcaldes enfrentan presiones médicas, económicas y políticas para levantar la cuarentena
Una mujer aguarda en la ventanilla de entrega de productos de una farmacia de Guayaquil, el 15 de abril de 2020.
Reuters
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Luego de 48 días de aislamiento social, el Gobierno ecuatoriano ha planteado pasar de un período de aislamiento, o cuarentena, a una fase de distanciamiento que inicia el lunes 4 de mayo de 2020.
Esta fase podrá variar en cada cantón del país, en función de la complejidad de la pandemia en cada territorio.
La nueva fase plantea una reactivación parcial de las actividades laborales en el país, manteniendo controles en la aglomeración de personas y bajo el cumplimiento de las normas de bioseguridad.
Además, el Gobierno ha planteado un sistema de semáforos que diferenciará la realidad de cada ciudad a través de la asignación de colores.
Por esta razón, serán los Comités de Operaciones de Emergencia (COE) cantonales, presididos por cada alcalde, los que decidan qué color debe tener cada ciudad o cantón y, por ende, en qué fase de aislamiento o distanciamiento debe ubicarse su población.
Esta decisión del Gobierno nacional y la delegación de la responsabilidad se da en medio de diversas presiones, entre las que destacan tres:
Presiones médicas
Uno de los sectores que se opone abiertamente a la terminación del aislamiento es el de los médicos. El gremio considera que es una decisión "inoportuna".
Santiago Carrasco, presidente de la Federación Médica Ecuatoriana, explica que en el país no existe un aplanamiento de la curva de contagios, lo que indica que la pandemia aún no está controlada.
Además, dice, no hay claridad en las cifras sobre la propagación del virus como para tomar decisiones que tienen que estar basadas en evidencia médica y científica.
El 23 de abril, los casos de contagiados en Ecuador tuvieron un incremento del 104%, de 10.850 a 22.160. Las autoridades explicaron que esto fue porque se logró procesar todas las pruebas represadas.
El 27 de abril, en cambio, el Gobierno mostró cifras contradictorias. En el total nacional se mantuvo un número superior a los 20.000, pero en el desagregado por provincias los datos fueron menores.
La explicación oficial es que los datos nacionales agrupan los resultados de pruebas tipo PCR y de pruebas rápidas. Mientras que el detalle por provincias, solo las segundas.
Esto, según Carrasco no genera confianza para tomar una decisión como la de poner fin a la cuarentena.
"Los datos dicen que estamos en el momento más alto de la crisis. Si rompemos el aislamiento, nos arriesgamos a tener más contagios, más casos graves y a que el sistema de salud termine de colapsar".
Santiago Carrasco, presidente Federación Médica.
La Federación Médica mantiene contacto con todos los colegios provinciales de Médicos. En provincias como Guayas y Pichincha, la capacidad hospitalaria está bordeando el 85% por lo que un rebrote podría significar el colapso, dice.
Presiones económicas
Un grupo de técnicos de la Universidad de Las Américas (UDLA) determinó que el 50% de las empresas ecuatorianas resistirán hasta 37 días a un aislamiento que les impide vender y producir.
La institución realizó esta estimación con base en los balances a diciembre de 2018 de 32.913 empresas. Los documentos reposan en el archivo de la Superintendencia de Compañías.
Hasta este miércoles, 29 de abril de 2020, han transcurrido 44 días de aislamiento. Es decir, ese límite ya se sobrepasó.
La Cámara de Industrias y Producción, a través de otro estudio, estableció que en lo que va de la cuarentena se han registrado más de USD 12.000 millones de pérdidas en ventas.
Y que esto pone a más de 23.000 empresas en riesgo de sostenibilidad. Además, 500.000 empleados podrían perder sus puestos.
La organización Sistema B, junto a la empresa paraguaya Nauta, realizaron un estudio de mercado para medir el impacto del coronavirus en las compañías en los países de Latinoamérica, entre ellos Ecuador.
De las empresas encuestadas, el 85% ha experimentado pérdidas en sus ventas por las cuarentenas y las restricciones de movilidad de personas.
Pablo Zambrano, titular de la Cámara de Industrias y de la Federación Nacional de Cámaras de Industrias, dice que la situación para el sector privado empresarial se está poniendo muy compleja.
Aunque no están de acuerdo en que el Gobierno haya delegado la decisión de poner fin a la cuarentena en cada ciudad, a los gobiernos locales; los empresarios ya se han reunido con los COE cantonales.
En Quito, por ejemplo, se han reunido con el alcalde Jorge Yunda y con personal de la Secretaría de Desarrollo Productivo.
Su propuesta es que, aunque se ratifique el aislamiento, se puedan aprobar planes de reactivación para los siguientes sectores, manteniendo las medidas de bioseguridad.
- Construcción.
- Metalmecánica.
- Textil.
- Maderero.
- Venta de vehículos.
Roberto Aspiazu, presidente del Comité Empresarial Ecuatoriano, dice que la decisión del gobierno de delegar la decisión a los COE cantonales es correcta, considerando que conocen las realidades de cada ciudad.
Añade que es importante que estos organismos evalúen el avance de la pandemia para decidir la reducción de las restricciones de movilidad y de actividades.
Pero, explica Aspiazu, considerando también que las empresas, después de 44 días de paralización "ya no dan más, sin ventas, sin producción y sin liquidez".
Presiones políticas
En medio de estas presiones, el Gobierno decidió delegar la decisión final a las autoridades locales.
Felipe Burbano de Lara, docente y analista político, no ve un cálculo político en esta delegación.
El catedrático considera que es la decisión correcta considerando que la pandemia ha tenido una diferente penetración en cada ciudad, y mal haría el Gobierno en centralizar las decisiones.
Pero, aclara Burbano de Lara, esto funcionará bien para ciudades grandes e intermedias que tienen recursos e instituciones estructuradas con unidades y direcciones especializadas.
Sin embargo, podría complicarse en casos de ciudades pequeñas. Por lo que el Gobierno central no puede delegar y desentenderse del tema, sino acompañar a los COE cantonales y a los municipios en el proceso.
El miércoles 29 de abril de 2020, los alcaldes de todo el país, agrupados en la Asociación de Municipalidades (AME), se reunirán para definir una postura en torno a la delegación.
Aunque, varios alcaldes ya han adelantado que mantendrán a sus ciudades en rojo. Es decir, con las restricciones de aislamiento.
Por ejemplo, el martes 28 de abril, los alcaldes y la Prefecta de Pichincha, Paola Pabón, decidieron que todas las ciudades de esta provincia mantendrán las restricciones.
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