Aquiles Alvarez: "La única manera de prevenir la violencia es con inversión social"
El alcalde de Guayaquil, Aquiles Alvarez, dice que está empeñado en invertir en obras sociales para prevenir delitos y cuenta detalles sobre temas pendientes, como el arbitraje por la Aerovía.
El alcalde de Guayaquil, Aquiles Alvarez, en una entrevista con PRIMICIAS, el 29 de septiembre de 2023.
Juan Manuel Yépez
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El despacho del Alcalde de Guayaquil luce renovado la mañana del 29 de septiembre de 2023. Tiene una decoración sobria y un ambiente amaderado, en el que volvieron a destacar los cuadros de los próceres, como el de José Joaquín de Olmedo.
Además del escritorio del exalcalde de Guayaquil, León Febres-Cordero, la administración de la Revolución Ciudadana también rescató de la bodega el asiento reclinable de cuero que usaba el fallecido líder socialcristiano.
La nueva imagen contrasta con la impuesta por la exalcaldesa Cynthia Viteri, llena de adornos con su imagen. "Parecía una discoteca", dice el alcalde Alquiles Alvarez, quien llega temprano al municipio, ubicado en el centro de la ciudad, para atender a PRIMICIAS.
Acompañado por el concejal Raúl Chávez, Alvarez habla sobre lo que significa ser el alcalde de una de las ciudades más violentas del mundo, con una tasa de 62 homicidios por cada 100.000 habitantes.
También cuenta detalles sobre el proceso de arbitraje del Consorcio Aerosuspendido Guayaquil contra el municipio por la Aerovía y su postura frente a la militancia política de la Revolución Ciudadana en época electoral.
Pasó la época del diagnóstico, ahora hay que pasar a la concreción. ¿Qué acción concreta ha hecho en más de 100 días de gestión?
Primero tratamos de ordenar la casa, sinceramos el presupuesto, con un déficit de prácticamente USD 100 millones. Ya presentamos el informe total de la transición. A partir de ahí, viramos la página y empezamos a trabajar.
No podíamos empezar con nuestros procesos en el portal de compras públicas porque teníamos que aprobar presupuestos. Lo hicimos antes del 14 de agosto y empezamos a trabajar con nuestra planificación de este nuevo Guayaquil.
Apenas llegamos empezó la reactivación de las obras, con 30 frentes de bacheo, ahora tenemos 75, hemos intervenido casi 400 kilómetros a lo largo de la ciudad y falta mucho aún.
Las maquinarias están todas operativas y la semana que viene podremos incorporar 25 más para la obra pública municipal.
Hemos puesto en marcha obras que habían firmado, pero que no habían recibido anticipos, ahora reactivamos obras, como en la (avenida) Juan Tanca Marengo, que en seis meses debería estar inaugurada.
¿Cómo lo hizo con contratistas impagos y extorsionados por las bandas, que no podían trabajar en zonas peligrosas?
Más que todo las obras paralizadas, porque no había recursos para cumplir con ellos. Hicimos una reunión con todos los contratistas del municipio en el salón del Concejo la segunda semana luego de asumir la Alcaldía.
Propusimos un flujo para que se reactive la obra. En el tema de las extorsiones, los contratistas lo han venido sintiendo desde hace mucho tiempo.
Con la Empresa Pública de Seguridad hemos armado circuitos y puesto en contacto con la Dirección de Obras Públicas para que cada vez que un contratista necesite entrar a un barrio lo coordine con nosotros.
¿De cuántos contratistas estamos hablando y cuánto se les debe?
Desde que llegamos, hasta la fecha, hemos pagado más de USD 100 millones a los contratistas, que superan los 30. Se ha reactivado la obra, pero falta mucho.
El presupuesto en obra municipal de este año supera los USD 200 millones, pero se arrastraban valores de 2022.
Entonces, los contratistas, que nos han dado la mano, han puesto en marcha la reactivación de la obra y otras han iniciado.
Su antecesora Cynthia Viteri dijo que el asfalto no dura en Guayaquil porque es de mala calidad. ¿El que usa su administración ha mejorado?
Si no estás encima de los procesos y de los contratistas exigiéndoles el nivel necesario de los productos, existirán problemas. Obviamente después de que una calle ha sido maltratada por las lluvias habrá un problema en el asfalto.
Pero con el asfalto que tenemos, y que viene desde la administración anterior, no hemos tenido problemas. Tampoco es que el asfalto es malo, si no le cumples al contratista, no va a reasfaltar.
¿Cuáles fueron los resultados de la auditoría a las fundaciones y cuál es la ventaja de convertirlas en empresas públicas?
Podemos tener ciertas dudas con algunos manejos, pero la Contraloría, que está elevando informes, es la que tiene que determinarlas.
Lo hará en toda la estructura municipal, que incluye fundaciones y empresas públicas, de la administración anterior, como corresponde.
Las dudas en las fundaciones en general tienen que ver con que se repetían mucho ciertos contratistas o priorizar pagos que no eran urgentes.
¿En qué nos ayuda? En un mejor control, porque hay un directorio pensando en nuestro lineamiento como administración, no solo decorativo, sino un directorio que debe exigirle al gerente general, que tiene que elevar sus informes para que sean aprobados.
Eso nos lleva a tener un mejor control en lo financiero y más transparencia. Además nos permite ser más ejecutivos, porque una empresa pública puede generar ingresos.
Por ejemplo, en lo referente a la Empresa Pública de Seguridad, hay un municipio -que no puedo decir cuál- que está interesado en que le demos el soporte de vigilancia con cámaras y eso va a generar un costo para el que lo solicita y recursos para la empresa.
¿Han pensado en ayudar a Durán, que forma parte de la zona 8 con Guayaquil y Samborondón, invadido por el crimen organizado?
Claro que nos preocupa. Cuando el alcalde de Durán, Luis Chonillo, sufrió el atentado (el 15 de mayo de 2023) traté de comunicarme con él, porque lo conozco de toda la vida. Respetamos los espacios y entendemos que tiene protocolos de seguridad.
Pero perdimos el contacto y la verdad es que nos hemos desconectado. La última vez que lo vi fue en la Gobernación de Guayas, en una reunión con el presidente (Guillermo Lasso). Le di un abrazo, pero no pudimos conversar.
¿No es momento de dejar a un lado las competencias y trabajar conjuntamente con todos los municipios que conforman el Gran Guayaquil para enfrentar al crimen organizado?
Son realidades innegables y es un tema de fuerza nacional, se necesita otro músculo para eso. Toda nuestra estructura, que lamentablemente es limitada, la enfocamos a luchar contra la delincuencia común y buscar intervenir en lo social.
Porque el crimen organizado empieza con la delincuencia común, donde los niños y jóvenes comienzan a encaminarse hacia allá.
Usted es el alcalde de una ciudad que tiene un distrito -Nueva Prosperina- considerado entre los más peligrosos del mundo. ¿Qué hará para mejorarlo?
Pasamos por un momento social durísimo. En nuestra visión y por economía, aplicamos otras formas para tratar de mitigar lo que está pasando con la delincuencia común. Entendemos que tenemos que intervenir en lo social llevando arte, cultura y deporte a los barrios.
Estamos trabajando mucho con organizaciones sociales, con fundaciones, y todo eso ayuda. Es la única manera de intervenir para prevenir la violencia, para evitar que siga creciendo este problema social. Ya lo hizo Colombia (Medellín) hace 30 años.
Según el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, Guayaquil tiene una tasa de 62 homicidios por cada 100.000 habitantes. La proyección es que termine el año con una tasa de de 84,4 por cada 100.000 habitantes. Esto no se combate solo con camionetas municipales. ¿Cómo podría intervenir el municipio para enfrentar este problema?
La única manera de bloquear eso es con inversión social. Hemos intervenido en las tomas de agua de Monte Sinaí, que estaban tomadas por algunas bandas delincuenciales, nos ayudó el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, la Policía y la Empresa de Seguridad.
Logramos liberar las tomas de agua porque estaban extorsionando a la gente. Más que la inversión social es que si no llevamos obras, si no tratamos de dar una vida digna a la gente, esto seguirá creciendo.
Hemos trabajado en la fase uno del quinto acueducto para llevar agua a Monte Sinaí. Esto significa conectar con tuberías a Monte Sinaí, Ciudad de Dios, la Ladrillera, Voluntad de Dios, toda esa zona para dar el servicio a una base aproximada de 350.000 personas.
Es un proyecto que cuesta USD 50 millones, cuyo préstamo de la CAF está prácticamente listo. Eso es urgente y debió iniciar hace año y medio. Nos tomará18 meses, a partir de que se adjudique.
Calculamos que a fines de 2025 todos esos sectores tendrán agua potable y alcantarillado. El próximo año inicia en Pascuales.
¿No cree que es populismo ofrecer una cancha de fútbol en una zona donde no tienen ni agua potable, peor alcantarillado?
Para eso es el quinto acueducto. La gente es inteligente y sabe quién es populista y quién no. En mi caso, a mí me chocan esas cosas.
Cuando estaba arriba de la tarima (en el Consejo itinerante en la cooperativa Reynaldo Quiñónez, el 28 de septiembre), un niño quería entregarme algo y reté a alguien del equipo que me lo puso al niño.
No me gustan esas cosas, me pongo mal, por eso no puedo ni dormir, porque tengo que estar en todos los detalles y cuidar que, en el sentido común de mis colaboradores, se den cuenta que yo no uso a los niños.
En todo caso, en la cooperativa Reynaldo Quiñónez filmamos unos videos en campaña y, mientras grabábamos, estaban robando en una casa, se llevaban los televisores.
Entonces sí es importante tener el Concejo itinerante en distintos sectores para escuchar a la gente, así nos den palo y nos digan chévere la cancha, pero yo quiero una piscina. La cancha sí es importante, no como populismo, porque la gente no tiene espacios para el deporte.
¿Ya envió Telconet los protocolos para evaluar la analítica de las 13.000 cámaras de vigilancia que hay en Guayaquil?
El tema ha avanzado, hemos tenido informes favorables de que el software ha mejorado. Según lo que hemos conversado, no habrá problema en que el software funcione como lo dice el contrato, con identificación facial y placas de los carros.
Es importante precisar que las 16.400 cámaras que puso Telconet están prendidas y nos sirven, pero no podemos recibirlas si no se puede aplicar la analítica. Ellos lo tienen claro, así está el contrato.
Considero que van a cumplir con los tiempos y si el software soluciona este tema, pues tendremos que recibirlas. El informe fue verbal y me han dicho que las pruebas fueron mejorando, hay que esperar el informe final, que no pasará de octubre.
¿Cómo va el arbitraje entre el Consorcio Aerosuspendido Guayaquil y el Municipio por la Aerovía?
Estamos tratando de tener una reunión, ellos pusieron la demanda porque nunca tuvieron respuesta. Más de 40 solicitudes de reuniones que no fueron contestadas.
Queremos evitar problemas y sentarnos con ellos para ver qué podemos solucionar, vamos a tener la tarjeta única, que sea multimodal y que se pueda utilizar en todo el transporte (Aerovía y Metrovía).
No deseamos tener más problemas de los que tenemos, hemos hablado con los abogados y nos dicen que también tienen la apertura para buscar una mediación y estamos esperando fecha para una reunión.
En campaña usted dijo que iba a sacar las rejas del malecón, que el aeropuerto de Daular no era prioridad. ¿Qué le hizo cambiar de opinión?
A mí no me achica decir que estuvimos equivocados cuando pensamos que podíamos sacar las rejas. Fuese maravilloso, pero no es el momento, pero después de todo lo que estamos viviendo, que (los vendedores ambulantes) se quieren hasta trepar por las rejas.
Es una realidad y una lucha constante. Tenemos la visión de no maltratar, queremos censarlos y que estos comerciantes, mal llamados informales, estén normados, con uniformes y que tengan el nivel y la educación para vender sus productos en las zonas designadas.
Hay una planificación, que incluye peatonizar la avenida Nueve de Octubre, para ver dónde se va a ubicar a los comerciantes.
Más allá de que dijimos que no se necesita el nuevo aeropuerto (en Daular) y que hay que utilizar los recursos para inyectarlos en Guayaquil, hemos podido ver los documentos y analizar el fideicomiso, así como conversar con el concesionario, que es Tacsa.
La orden que tiene el gerente Pablo Pita es que el aeropuerto no le cueste a los guayaquileños. Sí, tenemos el fideicomiso de USD 340 millones, pero no se lo va a tocar hasta tener éxito en que los que oferten digan que van a invertir el 100% en el aeropuerto.
Sí, ya no será un aeropuerto de USD 1.200 millones, sino uno coherente, que no supere los USD 550 millones y que si están planificadas tres pistas, pues tengamos dos y dejen espacio para la tercera si es que hay que agrandarlo.
Pero hoy no podemos tener un aeropuerto de USD 1.200 millones. La planificación de esta Alcaldía es que le cueste USD 0. Si hay éxito, pudiesen liberarse los fondos del fideicomiso.
¿Quiénes conforman su círculo de confianza en la Alcaldía?
La verdad es que en mis empresas (una de ellas Copedesa), yo ya pasé el proceso y comencé a delegar hace muchos años. Hoy mis hermanos las lideran muy bien. En este caso, en el Municipio de Guayaquil, soy obsesivo, todavía no puedo delegar mucho.
Estoy 24/7 con el concejal Raúl Chávez, que piensa igual que yo y nos conocemos de toda la vida, un par de asesores legales, que son amigos, y Fernando Cornejo, que es nuestro hombre de confianza en la política pública de seguridad.
A partir de ahí, la mayoría son funcionarios que están a prueba todos los días. Todavía no siento que podamos soltar mucho las delegaciones, por eso estoy aquí desde temprano, porque hay muchas cosas que hacer.
¿Qué pasó con Mario Tamayo, quien en un principio lideraba Justicia y Vigilancia en el municipio? ¿Es su amigo, se peleó con él?
Mario Tamayo estaba en Justicia y Vigilancia y sí, era amigo, pero, como no me gusta esconder las cosas, no tengo pruebas, pero me enteré de algunas cosas del grupo que él manejaba directamente.
A partir de que se rompió la confianza en ese grupo, tomé la decisión de sacarlo de esa dirección. No estoy diciendo que haya hecho algo malo, pero el solo hecho de percibir otra cosa del equipo que manejaba, donde había chismes y demás, preferí cortar por lo sano.
Si él no pudo corregir después de que se le pidió que tratemos estas situaciones, tocó reformar el departamento. Y si vuelve a pasar esto con algún director, sea quien sea, será removido.
¿Camilo Samán fue una cuota de la Revolución Ciudadana o suya, por el supuesto parentesco político con usted?
No, esa es otra. Camilo Samán es cero cuota, porque no me ha pedido absolutamente nada, ni el expresidente Rafael Correa. ¿Por qué decidí lo de Camilo Samán? pues precisamente por ser de larga data.
En la Empresa Pública Municipal de Acción Social y Educación de Guayaquil (DASE) es importante conocer lo público, lo social, lo privado y consideré que era el perfil ideal para la DASE.
Su apellido Samán no tiene ningún parentesco con mi esposa (Fiorella Icaza Samán). Ni se conocen (sonríe).
¿Por qué renunció Egis Caicedo al concejo municipal? ¿Dejó de ser concejal del PSC para ser empleado del municipio?
Egis Caicedo tiene un peregrinazgo con el Partido Social Cristiano, que antes de ser candidato a concejal trabajó a puerta cerrada con el exalcalde Jaime Nebot. A mí las banderas políticas no me interesan.
Después de que él tomó la decisión, y tampoco pregunté por qué, sin conocerlo le propuse que se sume como funcionario municipal y ahora es coordinador en la Dirección de Aseo Cantonal.
Le pasa factura no ser político de profesión. De un alcalde que discutía con la gente en X se transformó en el que hace enlaces ciudadanos semanales. ¿Exigencias de la Revolución para ayudar a la campaña presidencial?
Sé que nadie me va a creer, pero la Revolución Ciudadana ni el expresidente Correa no se meten en nada, ni me piden nada. De hecho, si analiza quién es el director de Comunicación... es Cristhian Moscoso.
Que se lo recomendó el exministro correísta, Vinicio Alvarado.
Vinicio Alvarado me recomendó el perfil, pero él está enfocado al 100% en la Revolución Ciudadana, pero no en esto.
Los concejos itinerantes se asemejan a las sabatinas de Rafael Correa.
Después de ver la puesta en escena del Concejo itinerante, por supuesto que parecen sabatinas, pero no es mi estilo y no me sentí tan bien con ese estilo.
Me sentí feliz por estar con la gente, pero créame que en esos aspectos le bajo el perfil.
Pregúntele a cualquiera de los 5.300 funcionarios municipales si los hemos obligado a ir al cierre de campaña de Luisa González o a hacer control electoral. Nosotros no mezclamos las cosas.
¿Usted es la oveja negra del correísmo?
Eso me dice mucha gente, pero mi relación con el correísmo siempre ha sido por el expresidente Rafael Correa, con quien tengo una gran relación y nos respetamos. Él sabe, porque es un tipo inteligente, que nadie me va a pedir que sea alguien que no voy a ser.
Y cuando me eligieron como candidato sabían que mi perfil tenía un mix distinto.
Claro, empresario, joven, exvicepresidente de Barcelona, el equipo más popular del país, y un objetivo electoral importante.
Cuando realmente se quiere usar a Barcelona para temas políticos les va mal. Recuerde en su momento (Eduardo) Maruri o Luis Noboa. Si utilizas a Barcelona te odian y te ponen la cruz, el hincha barcelonista es muy sensible.
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