Aquiles Álvarez, el alcalde de Guayaquil que fue mesero en Nueva York
El nuevo alcalde de Guayaquil, Aquiles Álvarez, ocupó también la vicepresidencia de Barcelona. Pero antes tuvo que trabajar como mesero y repartidor de pizzas en Nueva York.
El nuevo alcalde de Guayaquil, Aquiles Álvarez, durante la entrega de credenciales a las autoridades electas en Guayas, el 10 de mayo de 2023.
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Antes de las tarimas y de la efervescencia política, Aquiles Álvarez Henríques, de 38 años, tuvo que lidiar con la incertidumbre de una crisis familiar que lo obligó a emigrar a Estados Unidos.
Era noviembre de 2004, y su padre Aquiles Álvarez Elinan acababa de morir en Guayaquil, la segunda ciudad más poblada de Ecuador -con casi tres millones de habitantes- y capital de la provincia de Guayas.
Siendo el mayor de cinco hermanos, el destino de la empresa de comercialización de hidrocarburos, que su abuelo Aquiles había fundado, era incierto. Así que decidió viajar a Nueva York para vivir con su madre Gioconda Henríques Aycart.
En esa ciudad, Álvarez trabajó como mesero y repartidor de pizzas para poder solventar su estadía. Tenía 20 años y más dudas que certezas acerca de su futuro profesional.
Así que meses después decidió regresar a Guayaquil, la ciudad donde nació un 12 de abril de 1984, para emprender en el negocio al que se dedicaron su padre y abuelo.
Pero además ingresó a la Universidad Casa Grande para estudiar Ciencias Políticas.
Sin embargo, la responsabilidad de refundar la empresa familiar Copedesa S.A., que cuenta con una red de gasolineras en Guayaquil, lo alejó de las aulas y Álvarez se retiró de la universidad.
Así, el alcalde electo logró presidir el directorio de 21 empresas, la mayoría relacionada con el sector hidrocarburífero, según consta en la Superintendencia de Compañías. También posee acciones en 20 compañías.
Su pasión por el fútbol le permitió integrar la directiva de Barcelona Sporting Club, el equipo más popular del país, primero como presidente de la Comisión de Fútbol desde 2015 a 2018.
En 2019, Álvarez llegó a la vicepresidencia del club, de la mano de Carlos Alfaro Moreno, exgloria del equipo torero.
Durante su paso por la dirigencia barcelonista, Aquiles Álvarez tuvo tropiezos con periodistas deportivos que cuestionaban su gestión "sin fundamentos".
A uno de ellos lo retó a pelear, tras increparle por, según dijo, no ser periodista, sino "perio-hincha".
Su relación con el correísmo
Álvarez ya coqueteaba con la política desde su paso por la dirigencia de Barcelona, equipo con el que logró dos campeonatos nacionales en 2016 y 2020 y dos semifinales de la Copa Libertadores en 2017 y 2021.
Fue justamente en 2017, cuando el flamante alcalde guayaquileño conoció al expresidente de la República y líder de la Revolución Ciudadana, Rafael Correa Delgado, cuando coincidieron en una reunión a la que asistieron también amigos del padre de Álvarez.
En 2021, un año después de que Correa había sido sentenciado a ocho años de prisión por el caso Sobornos 2012-2016, Aquiles y Rafael se volvieron a encontrar en Buenos Aires, Argentina, a donde Álvarez viajó con su esposa y Correa daba conferencias.
Pero nunca hablaron de candidaturas, hasta que en mayo de 2022, el expresidente lo llamó por teléfono de urgencia y Álvarez no pudo contestar, así que se comunicó con él horas después.
Ahí surgió la propuesta de un emelecista acérrimo a un barcelonista convencido. "Aquiles, quiero que seas candidato a la Alcaldía de Guayaquil", le dijo Correa. "Medítalo y consúltalo con tu familia", insistió.
Pero en los planes de Álvarez no estaba involucrarse en la política tradicional, ya que se perfilaba para ser el presidente de Barcelona en 2023. Así que tardó casi dos meses en aceptar la propuesta.
La Alcaldía de Guayaquil le había sido esquiva a la Revolución Ciudadana en dos elecciones seccionales consecutivas. La primera con María de los Ángeles Duarte, en 2009, y la segunda con Viviana Bonilla, en 2014.
La dos perdieron contra el líder del Partido Social Cristiano (PSC), Jaime Nebot, quien fue alcalde de la ciudad durante 19 años, hasta que decidió retirarse en 2019 para entregar el mando de la ciudad a la exasambleísta socialcristiana, Cynthia Viteri Jiménez.
El fin de la hegemonía del PSC
La hegemonía del PSC (partido de derecha) en Guayaquil duró 30 años, desde que el expresidente León Febres-Cordero llegó a la Alcaldía en 1992. En 2000, Nebot llegó al Sillón de Olmedo y su gestión logró una aceptación del 90%.
La influencia socialcristiana en la ciudad parecía imbatible y la posibilidad de restarle su liderazgo en la región era improbable.
La administración de Viteri prometía una renovación política, hasta que en 2021, la Fiscalía abrió al menos cinco investigaciones a varios contratos de la alcaldesa de Guayaquil. Todos están en indagación previa.
El primer proceso obedece a la decisión de Cynthia Viteri de impedir el ingreso de un vuelo humanitario de Iberia, en marzo de 2020, en plena pandemia del Covid-19, al bloquear la pista del Aeropuerto de Guayaquil.
También se iniciaron investigaciones por casos como delitos contra el agua, dos por peculado (‘Letras Vivas’ y aromaterapia) y adquisición irregular de terrenos.
En esa vorágine socialcristiana aparece Aquiles Álvarez, quien renunció a la vicepresidencia de Barcelona para asumir la candidatura a la Alcaldía de Guayaquil por la Revolución Ciudadana en junio de 2022.
Durante la campaña electoral, Álvarez no bajó del segundo puesto de aceptación popular en las encuestas, que ubicaban primero a Viteri.
Sin embargo, el 5 de febrero de 2023, Aquiles ganaba las elecciones con cerca del 40% de los votos, terminando así con el sueño de Viteri de reelegirse en el cargo como sus antecesores.
Así, Álvarez pasó a la historia nacional como el joven empresario y dirigente deportivo que derrotó en las urnas al partido más influyente de las últimas décadas. Estos son los retos que le esperan en su administración.
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