Violencia de género, una pandemia silenciosa que afecta a las empresas

La violencia de género en las empresas estima pérdidas anuales de 1800 millones de dólares.

Por ende, erradicar prácticas que afecten el bienestar de las mujeres es un desafío al que las empresas deben sumarse.

En el país, 31 de cada 100 empleadas se ausentan del trabajo para tramitar procesos relacionados con violencia de género, lo que ocasiona pérdidas importantes.

Lilia Rodríguez. Presidenta de CEPAM (Centro Ecuatoriano para la Promoción y Acción de la Mujer)

De ahí que, en el marco del Pacto Empresarial por la Igualdad, Avon desarrolló el Taller: Protocolo Contra la Violencia de Género.

A este evento asistieron compañías ecuatorianas que crean y promueven prácticas de reducción de la violencia de género entre sus colaboradores. Algunas de estas empresas fueron: Cervecería Nacional, Florsani, RTU, Sertecpet, Tatto, Grupo Z, Studios CAVA, LCV del Ecuador y Wyndham Garden.

En Avon creemos que un mundo mejor para las mujeres es un mundo mejor para las personas

 Paola Rueda López, presidenta Honoraria de la Fundación Avon

En concordancia con la importancia de la gestión de Avon, la Prefecta de Pichincha, Paola Pabón, fomentó que Avon Ecuador comparta su protocolo para la prevención y atención de violencias contra las mujeres.

De esta manera, la iniciativa de Avon se constituye en una guía para las demás compañías.  

El protocolo establecido por Avon es un documento en donde se establecen políticas institucionales de prevención, intervención y acompañamiento integral, frente a casos de violencia.

El objetivo de este documento es apoyar a cualquier colaboradora que experimente violencia de género. 

Más de 50 mil personas son las beneficiarias de estos protocolos, pues suman acciones que inciden en la productividad, a través del bienestar del talento humano.

CEPAM

Durante la actividad se enumeró una serie de acciones que se desarrollan desde Avon Ecuador para acompañar a las víctimas:

• Cambio de horarios de ingreso y salida de la jornada laboral.
• Cambio de los lugares de trabajo para evitar exposición.
• Permisos dentro del horario laboral para acceso a servicios o consultas.
• Licencia remunerada de 10 a 60 días.
• Asistencia legal y psicológica
• Apoyo para superación y reinserción.

La puesta en marcha del protocolo pretende reducir al mínimo la violencia contra las mujeres, y paulatinamente erradicarla.