4. Simples papeles respaldados en metales
Al pasar los siglos surgió una novedad muy sencilla e interesante en el sistema monetario. Como las monedas metálicas eran pesadas, complicadas de producir, tentadoras para los robos y difíciles de transportar, los orfebres empezaron a ofrecer un sencillo servicio: usted me entrega las monedas que yo me comprometo a resguardar, y a cambio le entrego un “papel” que las representa.
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Con el tiempo, las personas se dieron cuenta de que también podían hacer intercambios con esos papeles que “representabanban” a las monedas. Era muy engorroso ir con el “ticket”, sacar el dinero del “banco”, que en este caso era el orfebre, y utilizar ese dinero para hacer una compra venta e inmediatamente, volver con el dinero al “banco” para a cambio recibir otro “ticket”.
Llegó un momento en que simplemente se intercambiaban los tickets y estos empezaron a circular como dinero. Los metales apenas se redimían de los “bancos”. Sencillo, y tremendamente útil, por lo cual tuvo éxito.
¿Quién es ese orfebre que ofrecía este nuevo servicio? Probablemente alguien reconocido en la sociedad como honesto, porque sino nunca le entregarían sus monedas metálicas a cambio de un simple papel.
Pero es muy posible que hayan entrado otros con mala fe para aprovecharse de la gente. Cuidado, en este punto aún no han surgido propiamente los banqueros, sino más bien una especie de orfebres-bodegueros.
Una vez más tenemos un excelente invento con riesgos monetarios. ¿Cuáles? De cierta manera los mismos de la época del rey que emitía monedas acuñadas con menos metal de lo que decía, engañando así a la gente. Aquí el engaño potencial es obvio, ¿no? Se puede poner en circulación más papeles que la cantidad de monedas de metal que el bodeguero ha recibido. ¿Entregar a quién? Quizás a los parientes o amigos o quizás al gobernante que necesita papeles y los exige a cambio de favores o de amenazas (sin entregar metales a cambio).
Y como a la larga hay demasiados papeles circulando estos pierden valor. Es decir, los bienes y servicios suben de precio. Y cuando la gente lo percibe como un peligro, va rápidamente donde el bodeguero a librarse de los papeles y recuperar sus monedas metálicas.
Pero se encuentran con la sorpresa que hay más gente con más papeles, viniendo a reclamar las monedas, y obviamente no alcanza para todos, no todos las recuperan. Son las primeras crisis monetarias y quizás los primeros congelamientos.
Estos engaños lo hacían algunos bodegueros, desaparecían con las monedas (los peores) o emitían demasiados papeles y quebraban. Los demás actuaban correctamente y en la economía circulaban diversos papeles correspondientes a cada uno de los bodegueros con su firma y responsabilidad. Competían entre ellos, y la gente usaba más unos que otros, o valoraba más a unos que a otros, en función de la confianza y la calidad del servicio que brindaban.
Por ejemplo si estaban presentes en más ciudades del país o del exterior. Igual que hoy, además de la confianza, se juzga a un banco en función de si se encuentran cajeros u oficinas en más lugares del país.
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