La gestión universitaria debe tomar nuevos rumbos

La universidad es una de las instituciones que ha postergado su reinvención.  Los modelos de gestión con los que ha operado ya no son sostenibles. La evidencia está en las cifras: cerca de 1400 universidades estadounidenses han debido cerrar sus puertas, en los últimos años.

Y es que la universidad opera de la misma forma desde hace décadas. A diferencia de otros sectores que se han transformado sustancialmente, sus actividades se enmarcan en la docencia, la investigación y los servicios auxiliares.

Sin embargo, estudios han demostrado que manejar estos tres modelos de operación -no relacionados entre sí- causa ineficiencia de hasta el 30% en costos de operatividad.

Realidad de la educación superior

La acreditación de las instituciones de educación superior busca homogeneidad, este hecho ha dejado poco espacio para la innovación. No obstante, no es un problema solo en Ecuador sino que a nivel internacional las universidades continúan resistentes a cambiar e innovar.

El que todas las instituciones aspiren a mejorar en los rankings para captar más alumnos, ha creado mayor inversión en investigación a costa de la enseñanza. Esto ha provocado que las universidades se parezcan cada vez más entre sí, sin crear modelos alternativos capaces de marcar cambios trascendentales.

En este contexto, ¿hacia dónde debe enfocar sus esfuerzos la educación superior en el escenario global? Nicolás Fernández, Vicecanciller de la Universidad Internacional del Ecuador (UIDE), esboza los nuevos pilares que deberían sostener la gestión de las universidades, de acuerdo con la experiencia de este centro educativo.

La innovación es la columna vertebral de la propuesta educativa

Una de las piezas cruciales en el ámbito de la innovación es el coworking y los laboratorios multiusos. Esta forma de trabajo colaborativo permite que la universidad se afiance como cuna de emprendimientos. “Esto representará un recurso sustancial para los estudiantes que optan por ideas creativas; ya que lograrán conjugar los aspectos más importantes a la hora de generar nuevas propuestas”, explica Fernández.

Es  indispensable generar ambientes digitales de calidad

En la actualidad, millones de alumnos se han visto volcados a estudiar en línea. Sin embargo, varias universidades no se han preparado para una migración tecnológica con calidad, otras simplemente están replicando las clases presenciales a través de videoconferencias, convirtiendo al estudiante en un receptor pasivo de información. Es necesario contar con una pedagogía adaptada y docentes con pleno conocimiento de los recursos tecnológicos.

Herramientas como la gamificación, clases invertidas y plataformas tecnológicas que cuentan con algoritmos de Inteligencia Artificial adaptan los contenidos a la forma individual de aprendizaje de los estudiantes.

Estos y otros recursos digitales han permitido que la UIDE, a pesar de la emergencia sanitaria, haya mantenido ininterrumpidamente sus actividades académicas en sus campus de Quito, Guayaquil y Loja.

“Creo que el Covid-19 va traer un futuro donde la educación en línea juega un papel más importante (…) El tiempo de interacción personal  y presencial va ser mucho más consciente y deliberante”, reflexiona Fernández.

La importancia de ser sustentables

La UIDE se ha propuesto ser la primera universidad carbono neutro del Ecuador. A nivel regional, es una de las pocas que se ha trazado esta meta. Su campus cuenta con construcciones a base de material reciclado, como tubos desechados por las compañías petroleras.

Además, los estacionamientos están separados de las aulas para evitar la contaminación de gases y el ruido. Las aguas lluvias y servidas se reciclan y se utilizan para riego; y la basura se clasifica. Asimismo, los proveedores de la universidad tienen que cumplir con procesos sustentables para calificarse.

Con el mismo enfoque de sustentabilidad, la comunidad universitaria ha sembrado más de 8000 árboles de especies nativas. “Nosotros nos vemos como parte de una economía circular, lo cual significa que nos sentimos responsables más allá de lo que pasa en nuestros campus. Nuestro ecosistema abarca alumnos, docentes, proveedores y sus respectivas familias”, destaca Fernández.

Integración y colaboración con el mundo global

En el ámbito de la educación superior, la internacionalización permite generar mayor conocimiento, considerando visiones de diversas culturas. 

Cocientes de ello, esta institución universitaria mantiene programas como el Global Engagement Certificate. Esta es una certificación avala a graduados, que cumplen con exigencias rigurosas, como profesionales con categoría internacional.  En consecuencia, los ex alumnos obtienen herramientas para desempeñarse en el entorno laboral global.

Los programas de verano y voluntariado, los cursos y oportunidades de intercambios académicos para estudiantes de la UIDE y de universidades del extranjero han brindado excelentes resultados. “La emergencia sanitaria no detiene esta iniciativa. Estamos trabajando en intercambios virtuales y otros mecanismos que permitan a los estudiantes internacionalizarse sin tener que salir del país”, enfatiza el vicecanciller Fernández.

Por otra parte, los docentes cuentan con profesores visitantes de todo el mundo para participar en proyectos de investigación y enseñanza.

El compromiso de formar estudiantes responsables con su entorno

Las universidades están llamadas a formar estudiantes que propongan soluciones frente a situaciones de crisis. Para lograrlo es necesario que durante el proceso de enseñanza-aprendizaje se conjuguen aspectos teóricos y prácticos.

Bajo este precepto, durante la emergencia sanitaria, el sistema de salud de Ecuador, España, Estados Unidos, Israel, entre otros, cuenta con la colaboración de docentes, estudiantes y graduados de la carrera de Medicina de la UIDE. Ellos están en primera línea prestando sus servicios y conocimientos.

Acciones concretas para enfrentar la pandemia

Además, en las Escuelas de Ingeniería Automotriz e Ingeniería Mecatrónica de la universidad están diseñando y fabricando insumos médicos con máquinas impresoras 3D para personal sanitario. De hecho, se realizó una primera entrega en el Hospital Eugenio Espejo y, en los próximo días, distribuirán 150 kits en el Baca Ortiz.

La UIDE, a través de su Facultad de Ciencias Médicas y sus escuelas de Medicina, Nutrición y Odontología, en vista de las dificultades planteadas por el confinamiento y el cierre de las consultas externas públicas y privadas, ha puesto en práctica un sistema de telemedicina que permite a la ciudadanía acceder de forma gratuita a consultas profesionales de especialidad.

De esta manera, los pacientes víctimas de otras enfermedades que han tenido problemas para ser atendidos podrán beneficiarse de asesorías con especialistas en medicina, nutrición y odontología. Además, por medio de Telesaud, la comunidad cuenta con el servicio de especialistas en el área de Psicología.

Consciente de la situación que viven las familias del país, la institución ha creado el Programa Solidaridad 2020, con becas académicas dirigidas a estudiantes con dificultades económicas.

Con este panorama, y sobre todo en un contexto de crisis, es indispensable consensuar sobre una universidad que no responda a modelos; es decir, que no se encasille. “Que se desarrolle con libertad, por encima de los rankings y de la mera captación de alumnos. Que sume esfuerzos en pro de la investigación, la sostenibilidad, la innovación, la responsabilidad social y la tan necesaria educación virtual de calidad“, puntualiza Nicolás Fernández, Vicecanciller del Universidad Internacional del Ecuador (UIDE).