Conecta: Un abrazo emocional al futuro de nuestros niños
El primer congreso internacional de educación emocional, salud mental y neurociencias, "Conecta", iluminó el camino hacia un futuro más saludable y resiliente para nuestros niños. Descubre cómo todos aquellos con un rol cercano a la infancia se unieron en este evento transformador.
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Carlos Tene / Redacción Comercial
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“Conecta” fue una guía para todos aquellos comprometidos con la formación integral de niños y adolescentes. Desde educadores hasta padres de familia, el evento convocó a una comunidad diversa en busca de herramientas y estrategias para guiar el complejo viaje emocional de los más jóvenes. Con un propósito claro, Aurora Díaz y Cone Aitken, las visionarias detrás de esta iniciativa, compartieron su deseo de construir una sociedad más fuerte a través del manejo emocional.
Conecta: Explorando el mundo emocional
Aurora Díaz explicó que la educación emocional es el cimiento esencial que nuestros pequeños requieren para afrontar los desafíos de la vida. Desde la más temprana infancia hasta la adolescencia, la regulación de las emociones emerge como el pilar que les brinda la capacidad de navegar con destreza a través de la adversidad, la inseguridad y la incertidumbre.
“Como adultos, es esencial que cultivemos nuestro desarrollo socioemocional, ya que esto no solo nos permitirá ser ejemplo, sino también modelar comportamientos positivos para aquellos que nos rodean”.
Aurora destaca que nuestra influencia es determinante para generar cambios positivos en la gestión emocional de los infantes. Los niños adquirirán herramientas prácticas, como la respiración o el mindfulness, que les habilitarán a navegar y manejar sus sentimientos. Este proceso se materializa al validar nuestros estados de ánimo, evitando etiquetas positivas o negativas y reconociéndolas simplemente como una parte inherente de nuestro crecimiento.
“La educación emocional es fundamental para que los niños y adolescentes alcancen el éxito y construyan vidas de bienestar. Estas herramientas les permiten contagiar positivamente a otros, contribuyendo así a la formación de una sociedad mejor”.
Autocuidado emocional
Cone Aitken, experta en autocuidado emocional, compartió estrategias cruciales que resonaron con el público, recordándonos que proteger a los demás empieza por cuidarnos a nosotros mismos. Propuso técnicas simples pero poderosas, como la respiración consciente para modular nuestras sensaciones. Asimismo, subrayó la importancia de reconocerlas y validarlas, fomentando en su lugar una aceptación que fortalece la salud mental.
“Cuidarnos a nosotros mismos es crucial para poder asumir las responsabilidades de acompañar a niños, apoyar a las familias y desempeñar el rol de docentes de manera efectiva”.
Igualmente, resaltó herramientas que se pueden emplear para una gestión adecuada de los estados de ánimo. Por ejemplo, el step out que significa “salir de la emoción”. Esta técnica permite distanciarse de una sensación intensa y alcanzar un estado neutral, promoviendo el silencio emocional. La clave de este ejercicio radica en sincronizar la respiración con la elevación de los brazos y la exhalación con la bajada de los mismos.
“Existe un millón de emociones que podemos reconocer en nosotros mismos. Ser conscientes de esto, nos capacita para acompañar a otros de manera más efectiva, partiendo de una comprensión más amplia y profunda”.
Neurociencia y estrés en el aula
Este evento también contó con la destacada participación de Rafael Guerrero, psicólogo y director de Darwin Psicólogos en Madrid. El reconocido profesional abordó la conexión entre el estrés y el aprendizaje desde una perspectiva neurobiológica. Rafael alertó sobre la vulnerabilidad del cerebro infantil y destacó la crucial responsabilidad que recae en los adultos para su adecuado desarrollo.
Además, recalcó que el estrés crónico puede afectar la capacidad de aprendizaje de los niños. Esto pues, la manera en que mamá, papá y maestros responden a los distintos estresores en la vida diaria del niño, influirá en su percepción del entorno.
“En nuestras aulas nos encontramos con niños que experimentan un alto nivel de estrés, percibiendo cualquier situación como peligrosa o amenazante. Esta vivencia deja una huella profunda en el cerebro de los pequeños”.
Sin duda, la educación emocional es la llave maestra para forjar un futuro emocionalmente resiliente. “Conecta” no fue simplemente un congreso, fue un llamado a la acción. Aceptar, comprender y validar todas las emociones es el primer paso hacia una sociedad donde el bienestar mental sea la norma.
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