Agua San Felipe: 95 años de historia, innovación y sostenibilidad
Desde hace casi un siglo, Agua San Felipe es más que una marca de agua mineral en Ecuador, es parte integral de la vida de sus consumidores. Fundada con la visión de ofrecer calidad, hoy es un ejemplo de sostenibilidad y responsabilidad social.
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Agua San Felipe comenzó en el barrio del mismo nombre en Latacunga, donde un manantial del volcán Cotopaxi dio origen a su inconfundible sabor. Las burbujas, equilibradas cuidadosamente, permanecen más tiempo en la botella, ofreciendo una experiencia refrescante y duradera. Estas características han sido claves para su trascendencia, pero lo que realmente ha cimentado la lealtad de sus clientes es el servicio personalizado.
Durante décadas, los distribuidores iban de casa en casa para entregar las jabas del producto y retirar las vacías, generando cercanía con las personas. No obstante, el compromiso de esta empresa va más allá. Esto pues, han desarrollado diversas estrategias para contribuir tanto social como ambientalmente. A continuación, te las contamos.
Un pacto con la preservación de la naturaleza
La excelencia de Agua San Felipe se evidencia en su compromiso con la protección del medio ambiente. Como pionera en neutralidad de carbono en el ámbito local de agua mineral, la empresa llevó a cabo un exhaustivo proceso de evaluación y compensación de su huella de CO₂ durante un año. En la actualidad, no solo continúa reduciendo sus emisiones, sino que también implementa medidas mensuales para monitorear y mejorar su impacto ambiental, reafirmando su compromiso con la sostenibilidad a largo plazo.
Cabe mencionar que este aspecto está ampliamente relacionado con su estrategia de triple impacto enfocado en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). De hecho, Bertha Sánchez, gerente general de Agua San Felipe, destaca que uno de los tres pilares fundamentales para la empresa es la acción por el clima, la misma que está estrechamente vinculada con el uso de botellas retornables.
“Un envase de vidrio tiene una vida útil mucho más larga que uno de otro material, como el plástico. Puede ser utilizado más de 20 veces, lo que disminuye significativamente nuestra huella de carbono”.
Bertha Sánchez
Agua San Felipe, enfoque en la igualdad de género
Otro de los fundamentos clave para la institución es la igualdad de género. De hecho, la compañía implementó una campaña activa para incluir a más mujeres en su fuerza laboral, desde roles operativos hasta posiciones ejecutivas.
“Cuando empecé como gerente, solo el 5 % de la plantilla era femenina. Nos propusimos alcanzar el 21 % y lo logramos. Ahora, buscamos aumentar aún más este porcentaje en el futuro”.
Adicionalmente, en el marco de su compromiso con la equidad y la inclusión, la empresa organizó en 2023 la primera edición del campeonato femenino de Ecuavoley: Copa Agua San Felipe. Este año, el evento se repetirá en varios barrios de Quito, con la expectativa de que la gran final se celebre en la ciudad de Latacunga.
Alianzas estratégicas y con propósito
El tercer eje de la organización son las alianzas estratégicas, como la colaboración con ReciVeci. A través de su aplicación ReciApp, los usuarios pueden encontrar recicladores cercanos para recoger materiales y acumular puntos que pueden canjear por productos de Agua San Felipe, como descuentos en jabas de vidrio u otros artículos disponibles.
Por otro lado, la institución también ha establecido una asociación con las Dragonas IDV. Este hecho evidencia su compromiso con la igualdad de género, respaldando a las mujeres en el ámbito deportivo. Además, esta acción se alinea con su objetivo de brindar oportunidades en áreas habitualmente masculinas.
“El fútbol ha sido tradicionalmente dominado por hombres, pero actualmente las mujeres están incursionando con éxito en este deporte. Estamos explorando oportunidades para hacer alianzas que nos ayuden a alcanzar nuestras metas relacionadas con los ODS”.
Impacto social que cambia vidas
La capacidad de Agua San Felipe para innovar se refleja en uno de sus productos más recientes: Toronja Mineral. Diseñado específicamente para mujeres, combina un sabor atractivo con un propósito social significativo.
“Según un estudio que realizamos, la mayoría de nuestros clientes eran hombres y consumían agua mineral. Por eso, decidimos desarrollar una bebida que sea más atractiva y cercana con las mujeres”.
Es así que, un porcentaje de las ventas de Toronja Mineral se destina a CEPREME, una fundación que lucha contra el cáncer de mama. De esta forma, no solo satisface las preferencias de sabor de sus consumidoras, sino que también contribuye a una causa noble, demostrando que la innovación y la responsabilidad social pueden ir de la mano.
Escucha el podcast para conocer más sobre las iniciativas sociales de Agua San Felipe ⬇️
Oportunidades internacionales y garantía de calidad
La historia de Agua San Felipe continúa expandiéndose más allá de las fronteras ecuatorianas. Recientemente, la organización fue invitada a participar en un evento en China, gracias a la prefectura de Cotopaxi. Esta oportunidad abre puertas a nuevos mercados, llevando su sabor único a los consumidores alrededor del mundo.
Parte de este éxito se debe a su dedicación hacia la calidad de sus bebidas. La empresa cuenta con dos certificaciones que respaldan este compromiso: Hazard Analysis and Critical Control Points (HACCP) y Buenas Prácticas de Manufactura (BPM). Estas acreditaciones garantizan que cada etapa del proceso de producción, desde la extracción del líquido en su fuente natural hasta el envasado, cumpla con los más altos estándares de seguridad.
Agua San Felipe es una marca que ha sabido combinar tradición, innovación y responsabilidad social a lo largo de 95 años. Demostrado que se puede liderar en la industria mientras se contribuye a un futuro más equitativo y sostenible.
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