Werner Moeller, pionero de la acuacultura en Ecuador, muere a los 88 años
Empresario, investigador acuícola y filántropo, Werner Moeller Freire falleció en Guayaquil el 22 de abril de 2022. El presidente Guillermo Lasso lamentó la muerte del industrial guayaquileño.
Werner Moeller (centro), cuando recibió el premio a "Mejor Industrial del Año", en 2015.
Cortesía TW @fraalarcon
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En 2015 y cuando tenía 82 años, Werner Moeller Freire recibió el reconocimiento como "Mejor Industrial del Año", por parte de la Cámara de Industrias, donde se desempeñó como su presidente.
En aquel entonces, Moeller reconoció que nunca pudo terminar el bachillerato, porque según comentó a los medios "a los 14 años la necesidad me obligó a trabajar".
Pero en el camino, la vida le enseñó las habilidades necesarias para fundar empresas, bancos, y organizaciones de beneficencia.
Moeller, hermano del también empresario y político Heinz Moeller, falleció en su ciudad natal Guayaquil a los 88 años. Sus restos fueron sepultados en el Camposanto Parque de la Paz.
Tras conocer el fallecimiento, instituciones gremiales como la Cámara de Comercio, la de Acuacultura, la de Industrias, y el propio presidente Guillermo Lasso lamentaron la noticia.
Un legado empresarial
Moeller nació un 12 de agosto de 1933 y desde joven se destacó en el comercio, la industria y la acuacultura.
Precisamente, el guayaquileño fue reconocido como pionero del sector acuícola puesto que se arriesgó a ser exportador camaronero en 1980.
"Fui uno de los primero en tener fe al camarón e invertir en el", dijo Moeller a diario El Universo en 2015.
Además, Moeller se desempeñó como presidente de la Fundación Cenaim-ESPOL, que logró agrupar al Gobierno, a la empresa privada y a la academia con el fin de impulsar la investigación de recursos marinos en el país.
En el campo político fue concejal de Guayaquil, y embajador de Ecuador en Alemania. También presidió la Junta de Beneficencia de Guayaquil, entre 2010 y 2013, entidad a la que estuvo ligado como voluntario años después.
Por todos sus méritos empresariales, académicos y sociales, la Escuela Politécnica del Litoral le confirió el título de Doctor Honoris Causa en 1998.
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