El mundo vive una sindemia de enfermedades y Covid-19, según estudio
Personal del Instituto de Investigación en Salud Pública trabaja con pruebas de coronavirus este 22 de mayo de 2020.
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El surgimiento y superposición del SARS-CoV-2 con un aumento global sostenido de afecciones crónicas -además de riesgos ambientales adicionales como la contaminación del aire- han exacerbado el número de muertes por coronavirus. Así lo afirma un nuevo estudio.
El documento se titula Carga Global de la Enfermedad (GBD, por su sigla en inglés), y fue publicado en The Lancet.
El estudio sería el más completo de su tipo. Analizó 286 causas de muerte, 369 enfermedades y lesiones y 87 factores de riesgo en 204 países y territorios. Así, buscó ofrecer una visión sobre la salud subyacente de la población mundial y el impacto del Covid-19.
"El Covid-19 es una emergencia de salud aguda por sobre una crónica", dijo Richard Horton, editor en jefe de The Lancet.
Describió como una "sindemia" la pandemia de coronavirus combinada con altas tasas mundiales de obesidad, diabetes y otras enfermedades crónicas.
El estudio encontró las principales causas de mala salud en personas de 50 años o más en el mundo. Se trata de la cardiopatía isquémica, los accidentes cerebrovasculares y la diabetes.
En las personas más jóvenes (de 10 a 49 años) predominaron traumatismos causados por accidentes de tránsito, el VIH/SIDA, el dolor lumbar y los trastornos depresivos.
El fracaso de la salud pública
También observó que el aumento de las enfermedades crónicas, sumado al fracaso de la salud pública para abordar los factores de riesgo prevenibles, había dejado a las poblaciones vulnerables a emergencias de salud como la pandemia de coronavirus.
"La naturaleza 'sindémica' de la amenaza que enfrentamos exige que no solo tratemos cada aflicción, sino que también abordemos urgentemente las desigualdades sociales subyacentes que les dan forma", afirmó Horton.
Dijo que condiciones crónicas como la presión arterial alta, el nivel alto de azúcar en la sangre, la obesidad y el colesterol alto que sufren millones de personas en todo el mundo han jugado un papel fundamental en el impulso de las más de 1 millón de muertes causadas por COVID-19 hasta la fecha.
Esas condiciones, impulsadas por dietas poco saludables y niveles inadecuados de ejercicio, "continuarán moldeando la salud en todos los países después de que la pandemia disminuya", advirtió.
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