La orden de atacar a 'Anchundia' salió desde la cárcel de Cotopaxi
La génesis de la masacre carcelaria en Santo Domingo sería una rencilla entre Marcelo Anchundia, de los R7, y Alexander Quezada, alias 'Ariel', líder de Los Lobos.
Policías retoman el control al interior de la cárcel de Santo Domingo, el 9 de mayo de 2022.
@MinInteriorEc
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La pugna por el control penitenciario entre Los Lobos y los R7 desató una guerra en la cárcel de Bellavista, en Santo Domingo de los Tsáchilas, que hasta el momento deja 44 muertos. El objetivo en esta nueva masacre era Marcelo Anchundia, cabecilla de la banda R7.
Fuentes del Servicio Nacional de Privados de Libertad (SNAI) señalan que la orden de asesinar a Anchundia provino de Alexander Quezada, alias 'Ariel', uno de los líderes de Los Lobos, recluido en el centro penitenciario de Cotopaxi, desde el 26 de abril.
Anchundia y Quezada, procesados por asesinato, estuvieron recluidos en la cárcel de Turi, en Azuay, donde la madrugada del 3 de abril se registró un enfrentamiento entre Lobos y R7 que dejó 20 personas muertas y al menos 10 heridas.
Por este caso, los dos fueron trasladados a la cárcel de máxima seguridad de Guayaquil, conocida como La Roca, junto a Marvin Cortez, Juan Mejía y Eduardo Moreira, miembros de Los Lobos, quienes estaban en celdas separadas.
Sin embargo, la vida los unió otra vez cuando coincidieron al solicitar medidas cautelares para dejar La Roca alegando haber recibido amenazas de muerte.
Pese a las advertencias del SNAI, la justicia de Guayas reubicó a Quezada en Cotopaxi, el 26 de abril, y a Anchundia, cuatro días después en la cárcel de Santo Domingo, donde Los Lobos tienen poder.
Así que alias 'Ariel' aprovechó su influencia en Santo Domingo para planificar la venganza contra Anchundia desde Latacunga.
El ataque en máxima seguridad
Esta se concretó a las 01:18 del 9 de mayo de 2022, cuando la Policía detectó un motín en el pabellón de máxima seguridad de la cárcel de Bellavista y activó el Plan Código 3, en el que participaron las unidades de la subzona con tres distritos: Este, Oeste y Concordia.
Mientras las unidades preventivas llegaban al perímetro externo, agentes del Grupo de Operaciones Especiales (GOE) y de la Unidad de Mantenimiento del Orden (UMO) reportaban la presencia de detenidos en los patios de mediana y máxima seguridad.
La tensión se incrementó cuando se escucharon disparos en los pabellones.
Ante el peligro inminente que corría Anchundia, atrapado literalmente en 'la boca del lobo', la Policía lo sacó del pabellón de máxima seguridad y lo condujo hacia la Cárcel de Mujeres resguardado por agentes de élite. Eran las 02:00.
A esa hora, miembros de las Fuerzas Armadas rodeaban la cárcel, pero la fuga de detenidos se concentraba por la vía Aventura, que conecta la zona urbana de Santo Domingo con el sector turístico del cantón.
Hasta la tarde del 9 de mayo, 108 privados de libertad aún no eran localizados, mientras que 112 fueron localizados y enviados al Centro de Detención Provisional de Santa Martha.
Cerca de las 03:20, indica el parte policial, se registró una alerta de fuego en las instalaciones carcelarias, por lo que fue necesaria la presencia de los bomberos de Santo Domingo.
La situación fue tan crítica que la Policía pidió refuerzos a Esmeraldas, Pichincha y Los Ríos. Cerca del mediodía del lunes, el ministro del Interior, Patricio Carrillo, informó que la Policía retomó el control de la cárcel.
En el operativo policial en la cárcel, los agentes decomisaron tres fusiles, dos pistolas, cuatro granadas y 1.800 cartuchos.
La crisis carcelaria en 2022 deja hasta el momento 63 personas muertas, 20 en Turi y 43 en Santo Domingo, que se suman a las casi 300 registradas en 2021.
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