Jaime Nebot denuncia que actos vandálicos han sido financiados desde el extranjero
La marcha denominada "Guayaquil por la patria" convocó a miles de personas en el puerto principal.
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Vestidos de blanco, con banderas de Guayaquil y Ecuador y con carteles que decían "No al paro, sí al trabajo", miles de personas se congregaron desde las 15:00 en el centro de puerto principal.
La manifestación en favor de la democracia fue convocada por el Municipio local, y el líder del PSC (Partido Socialcristiano) Jaime Nebot. También se unieron los gremios productivos de la ciudad, autoridades universitarias y grupos sociales.
Este 9 de octubre se tenía previsto realizar la Sesión Solemne por la Independencia de la ciudad. Debido a las manifestaciones en contra de la eliminación de subsidios a los combustibles, el festejo fue suspendido.
Nebot mencionó que si bien las protestas empañaron los festejos, Guayaquil tuvo la oportunidad perfecta para defender la democracia en las calles.
El líder socialcristiano condenó los actos vandálicos y bloqueos de vías en el país, que según él han sido organizados con financiamiento extranjero.
"Hay quienes nos quieren destruir y devolvernos a las oscuras horas del golpismo",
Jaime Nebot, exalcalde de Guayaquil.
Según Nebot, cuando un Gobierno toma medidas económicas, se debe explicarlas lo suficiente a la ciudadanía. A pesar de ello, nada justifica la presencia de movilizaciones violentas.
"Ha llegado la hora de enfriar el cerebro y actuar por el país. Que la libertad ilumine el camino de los ecuatorianos", añadió el exalcalde.
Mientras tanto la alcaldesa de la ciudad, Cynthia Viteri, agradeció el trabajo de la Policía y Fuerzas Armadas durante las movilizaciones. Reiteró que la "democracia no caerá en las calles de Guayaquil y menos en un 9 de octubre".
Disturbios en el centro del puerto principal
Por otra parte, en las intersecciones de la calle Vélez y García Avilés (centro de la ciudad) un grupo de personas pretendían llegar hacia la marcha convocada por el Municipio.
Estos manifestantes recorrieron el centro de la ciudad durante la mañana y protestaban contra las medidas económicas. Protagonizaron varios hechos violentos como la destrucción de plantas ornamentales y daños a la propiedad privada.
Para evitar desmanes entre simpatizantes de ambos bandos, la Policía desplegó un contingente con decenas de uniformados.
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