Investidura de Biden se hará sin celebraciones y con seguridad reforzada
El presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, llega a su sede de transición en Wilmington, EE.UU. 16 de diciembre de 2020.
Reuters
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El centro de Washington es una fortaleza. Está vallada con alambre de púas y rodeada por 25.000 soldados de la Guardia Nacional antes de la toma de posesión del presidente electo Joe Biden el 20 de enero.
Se trata de un marcado contraste con investiduras previas, cuando la capital de Estados Unidos estallaba en días de celebración.
La pandemia ya había llevado a cancelar los bailes inaugurales y la Explanada Nacional está cerrada al público por amenazas de los grupos que atacaron el Capitolio.
Casi nadie del público será testigo de primera mano de la transición del poder, lo que afectó el ánimo de los habitantes de Washington.
"Es como un pueblo fantasma, pero con soldados", opinó Dana O'Connor, quien el domingo caminó con su esposo pasando barreras de concreto cerca de la Casa Blanca.
"Es inquietante. Se siente sobrenatural".
Precaución sin precedentes
Las investiduras previas llegaron a atraer a más de un millón de espectadores a la Explanada Nacional.
Desde allí, veían la ceremonia en pantallas gigantes y al nuevo presidente desfilando a pie desde el Capitolio hasta la Casa Blanca.
Bailes y fiestas en hoteles y centros de convenciones de toda la ciudad agasajaban a los invitados con champán y música de las mayores estrellas.
Las investiduras presidenciales son normalmente eventos de alta seguridad, con detectores de metales en puntos de ingreso clave, zonas restringidas y miembros Guardia Nacional que complementan la aplicación de la ley local y federal.
Pero el nivel de precauciones de este año, con la posesión de Biden, no tiene precedentes.
La alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, afirmó que los agentes del orden no tenían más remedio que aumentar la seguridad.
Esto, tras el ataque al Capitolio del 6 de enero, donde "los llamados patriotas intentaron derrocar a su gobierno y matar a los agentes de policía".
"No queremos ver vallas. Definitivamente no queremos ver tropas armadas en nuestras calles. Pero tenemos que adoptar una postura diferente", dijo Bowser a NBC.
La ciudad verá poco del aumento de USD 107 millones en ingresos fiscales que normalmente trae una semana de investidura.
Así lo estiman desde el Distrito de Mejoramiento Comercial del Centro de DC.
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