Indígenas amazónicos sin "nada que celebrar" en el Día Mundial del Agua
El reservorio de agua dulce más grande del mundo es acosado por el avance de la minería ilegal, la ganadería y la actividad petrolera.
Fotografía del archivo del 5 de agosto de 2014, que muestra una vista general de una área selvática cercana a Manaos, en la Amazonía (Brasil).
EFE
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Los pueblos nativos de la Amazonía exigen que la sociedad "se movilice contra la economía genocida" que destruye nuestro hogar y que envenena el agua, asegura el coordinador indígena Gregorio Díaz Mirabal .
El 22 de marzo se conmemora el Día Mundial del Agua, una fecha que afrontan “sin nada que celebrar”, afirma Díaz Mirabal, encargado de la Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (Coica).
Esta entidad representa a los pueblos originarios de los actuales Estados de Brasil, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela, Guyana, Surinam y Guayana francesa. Díaz Mirabal, nacido en Venezuela, pertenece al pueblo indígena de los Wakuenai-Kurripaco.
La región atesora el 20 % del agua dulce continental de todo el mundo.
El hecho de “que haya tantos Días Mundiales a lo largo del año para recordarnos que hay que hacer algo por el planeta no es una buena noticia”, explica dirigente indígena.
En su opinión. la fecha parece que "sólo fuera de celebración" cuando debería servir más bien para que “el mundo deje de demandar productos de la Amazonía como la carne, la soja, el oro o el petróleo” y pase a "a defender el agua para todos".
Y es que la selva amazónica es "el reservorio de agua dulce más grande del mundo" pero es cada vez más escasa ya que los ríos "están contaminados por el mercurio de la minería".
Díaz Mirabal denuncia que los niños indígenas "nacen con mercurio en la sangre y nuestra gente se está quedando ciega por beber agua contaminada o comer peces envenenados” de los grandes ríos de la región, como el Amazonas o el Orinoco.
A este problema se suma el de la deforestación, porque “la selva está siendo talada ilegalmente en complicidad con las leyes y los gobiernos”.
"Mientras el mundo guarde silencio ante los crímenes contra la Naturaleza, no habrá futuro”, concluye este líder nativo tras acusar a "la sociedad en general" de demandar productos "que surgen del extractivismo, la deforestación y la contaminación".
Por esta situación, los nativos siguen movilizándose y también “por eso hay tantos asesinatos de activistas indígenas, en una gran contradicción: asesinan a quienes quieren salvar la vida del planeta”.
Díaz Mirabal cree que la Amazonía "vale mucho más dinero bien conservada" por lo que ha pedido que cese la financiación de proyectos hidroeléctricos y mineros en la zona.
El Banco Mundial estima que hay aproximadamente 476 millones de indígenas en más de 90 países y, aunque sólo constituyen el 6 % de la población mundial, su forma de vida protege el 80 % de la biodiversidad del planeta.
Por ello, cree que "deberíamos tener una silla en las negociaciones con las instituciones y los Gobiernos que aprueban los proyectos que destruyen la selva”, por eso propone una reunión con el nuevo presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
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