Guayaquil: familia recibe cadáver de una mujer que no estaba muerta
Hasta el ministro de Salud de Ecuador reconoció que lo sucedido con la paciente Alba Maruri Pontón, que estuvo en coma, y su famlia, que recibió un cadáver de otra persona, es "espeluznante".
Ciudadanos esperan este 6 de abril de 2020 en los exteriores del hospital Monte Sinaí, en Guayaquil, que les entreguen los cuerpos de sus familiares, fallecidos por coromavirus.
Marcos Pin / API
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La repentina aparición de una paciente que había sido declarada muerta hace un mes en un hospital del Suburbio de Guayaquil, epicentro de la pandemia en Ecuador, se ha tornado en un ejemplo del deficiente manejo en las morgues hospitalarias en medio de la crisis sanitaria por Covid-19.
Los familiares de Alba Maruri Granda, de 74 años y que las autoridades dieron por fallecida el 27 de marzo, han difundido este fin de semana en redes sociales que en realidad la mujer no había perdido la vida, sino que se produjo algún tipo de confusión con su nombre y el de otra persona difunta.
En coma
Granda había ingresado en el hospital Abel Gilbert Pontón a finales del mes pasado, con un cuadro de fiebre y dificultad para respirar, por lo que era sospechosa de Covid-19.
Allí habría perdido la conciencia, y no fue hasta esta semana cuando la recuperó, tras lo cual se identificó y pidió hablar con sus familiares.
Sin embargo, los parientes de la supuesta fallecida resolvieron incinerar el cuerpo que les fue entregado en su día por el hospital, e incluso donado parte de sus enseres y ropa, tras el desconsuelo de la fatal pérdida.
"Los doctores fueron a casa de mi tía a corroborar e informar del error. Aún no saben de quién son las cenizas que están en casa", aseguró en una red social uno de los sobrinos de la mujer, Juan Carlos Ramírez.
El familiar precisó que pese a las vicisitudes, Granda se encuentra bien y que "los milagros aún existen", mientras que la familia espera ahora que el hospital le devuelva el dinero que pagaron por la cremación del cuerpo de la que pensaban era su tía.
No saben dónde están sus familiares
El caso sale a la luz tres semanas después de que decenas de personas denunciaran la desaparición de los restos mortales de familiares en morgues hospitalarias de la ciudad, y cobros que les habían exigido funcionarios en los centros médicos a cambio de información sobre los cadáveres.
Un trabajador de un hospital fue destituido por el Ministerio de Salud Pública en relación a la gestión de los depósitos de cadáveres.
El ministro de Salud, Juan Carlos Zevallos, calificó el suceso de "espeluznante", si bien expresó desconocer los detalles, salvo que "es una señora que tenía discapacidad mental".
Decenas de personas siguen a la espera de conocer el paradero de sus seres queridos difuntos, algunos fallecidos hace más de 20 días en hospitales o que fueron recogidos en domicilios de Guayaquil, en pleno desbordamiento del sistema funerario y sanitario.
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