Macron logra frenar al radicalismo y promete escuchar a todos los sectores
El presidente francés, Emmanuel Macron, derrotó a su rival de extrema derecha, Marine Le Pen, por un cómodo margen, asegurando un segundo mandato y evitando lo que habría sido un terremoto político.
El presidente francés Emmanuel MAcron celebra su triunfo, junto a su esposa Brigitte Macron, en París, el 24 de abril de 2022.
EFE
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Recién reelegido presidente de Francia, Emmanuel Macron prometió "escuchar el silencio de los abstencionistas" y responder a las razones "del enfado" de quienes han apoyado a su rival, la ultraderechista Marine Le Pen, para tratar de remediar las heridas del país.
"El enfado que ha llevado a muchos de nuestros compatriotas a votar por la extrema derecha también debe encontrar una respuesta", subrayó Macron en un breve discurso en el Campo de Marte de París, frente a la Torre Eiffel, donde fue recibido por sus seguidores.
Aunque no avanzó qué tipo de respuesta, sí reconoció que ese voto "obliga a considerar todas las dificultades" y afirmó que será su responsabilidad y la de los que le rodean durante los próximos cinco años.
Más allá de esos mensajes, Macron insistió en que el suyo es el triunfo de "un proyecto humanista, ambicioso para la independencia de nuestro país, para Europa (...), un proyecto social y ecológico basado en el trabajo y en la creación, un proyecto de liberación de las fuerzas académicas, culturales y empresariales".
Las primeras proyecciones mostraban a Macron asegurando alrededor del 57% o 58% de los votos. Estas estimaciones suelen ser exactas, pero pueden modificarse a medida que se vayan conociendo los resultados oficiales de todo el país.
Los resultados aparecieron en una pantalla gigante en el Campo de Marte, a los pies de la torre Eiffel, donde los partidarios de Macron ondeaban banderas francesas y de la Unión Europea. La gente se abrazaba y coreaba el nombre del mandatario.
Por el contrario, una reunión de abatidos partidarios de Le Pen estalló en abucheos y silbidos al conocer la noticia en un extenso salón de recepciones en las afueras de París.
Macron puede esperar poco o ningún periodo de gracia después de que muchos, sobre todo en la izquierda, solo votaran por él a regañadientes para impedir el triunfo de la extrema derecha.
Las protestas que han empañado parte de su primer mandato podrían estallar de nuevo con bastante rapidez, ya que su plan es seguir adelante con sus reformas proempresariales.
"Habrá continuidad en la política del gobierno porque el presidente ha sido reelegido. Pero también hemos escuchado el mensaje de los franceses", declaró el ministro de Salud, Olivier Veran, a BFM TV.
El primer gran reto serán las elecciones parlamentarias. Están a la vuelta de la esquina, en junio, y los partidos de la oposición, tanto de izquierda como de derecha, iniciarán de inmediato una gran campaña para intentar votar un parlamento y un gobierno opuestos a Macron.
Un respiro para la Unión Europea
La victoria del centrista y proeuropeo Macron es aclamada por sus aliados como un respiro tras las sacudidas de los últimos años por la salida de Reino Unido de la Unión Europea, la elección en 2016 de Donald Trump y el ascenso de una nueva generación de líderes nacionalistas.
Macron se unirá a un pequeño club: solo dos presidentes franceses antes que él han conseguido un segundo mandato.
No obstante, su margen de victoria parece ser más estrecho que cuando venció por primera vez a Le Pen en 2017, lo que subraya cómo muchos franceses siguen sin estar impresionados con él ni su historial doméstico.
Esa desilusión se reflejó en las cifras de participación. Los principales institutos de encuestas de Francia dijeron que la tasa de abstención probablemente se establecería en torno al 28%, la más alta desde 1969.
Con el telón de fondo de la invasión rusa de Ucrania y las consiguientes sanciones occidentales que han exacerbado la subida de los precios del combustible, la campaña de Le Pen se centró en el aumento del costo de la vida como punto débil de Macron.
Prometió fuertes recortes en el impuesto a los carburantes, un impuesto sobre las ventas del 0% en artículos esenciales, desde la pasta hasta los pañales, exenciones de ingresos para los trabajadores jóvenes y una postura de "Francia primero" en materia de empleo y bienestar.
Por su parte, Macron señaló que la admiración de su rival por Vladimir Putin en el pasado demuestra que no se puede confiar en ella en la escena mundial, al tiempo que insistió en que mantiene sus planes para sacar a Francia de la UE, algo que ella negó.
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