Consternación por muerte de un migrante salvadoreño y su hija
El domingo 23 de junio de 2019, Óscar Martínez, Tania Ávalos y su hija Angie Valeria, de casi dos años, intentaron cruzar el caudaloso río Bravo, que separa México de Estados Unidos, pero jamás llegaron a su destino. La peligrosa corriente les arrebató la vida al padre y a la niña.
Fotografía a los cuerpos sin vida de un migrante y su bebé a una orilla del Río Bravo en Matamoros, frontera con EE.UU., en el estado de Tamaulipas, México.
EFE
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La imagen de ambos, recostados boca abajo en la orilla del río, se volvió viral y avivó el debate sobre la migración centroamericana en momentos en que Estados Unidos y México han fortalecido su política de fronteras, obligando a los migrantes a tomar peligrosos caminos para llegar al norte.
En la foto se ve a la niña dentro de la camisa negra de su padre, mientras su pequeño brazo derecho intenta aferrarse al cuello del hombre. La trágica escena recuerda la muerte del pequeño niño migrante sirio que se ahogó en 2015, tras naufragar la embarcación que lo transportaba en las costas de Turquía.
Sus familiares contaron que los migrantes estuvieron unos dos meses en un albergue en el estado mexicano Chiapas, pero la familia se impacientó y emprendió su camino al norte.
La familia procedía de El Salvador y la madre y esposa de los fallecidos, Tania Vanessa Ávalos, explicó a las autoridades que el agua se llevó primero a la niña y fue su padre quien salió en su ayuda, pero ambos fueron llevados por la corriente del río y desaparecieron.
El mandatario salvadoreño, Nayib Bukele, prometió que el gobierno asumirá los gastos de repatriación de los cuerpos. Su canciller, Alexandra Hill, exhortó a los salvadoreños a desistir de emigrar de forma irregular.
"Les imploro que no expongan a sus hijos y que no se expongan ustedes. Dennos la oportunidad para darles una mejor calidad de vida. Le estamos pidiendo al presidente Trump que le permita al presidente Bukele demostrar que en este país la migración va a parar, pero eso que ha sucedido por los últimos 20 años no se puede para en dos semanas de gobierno", dijo Hill.
Cada año, miles de guatemaltecos, hondureños y salvadoreños huyen de la pobreza y violencia en casa y, cruzando México, intentan llegar a Estados Unidos en busca de un mejor futuro.
Acnur y El Vaticano reaccionan
Las reacciones y las muestras de consternación no tardaron. La Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) expresó este miércoles 26 de junio de 2019 su consternación por la fotografía de un padre y su hija ahogados en el Río Bravo, cuando intentaban cruzar de México a Estados Unidos.
Según el organismo, esa imageno pone en evidencia la falta de respuesta de los Estados a la migración.
Recordó que esta imagen aparece menos de cuatro años después de que el mundo viese a través de los medios de comunicación el cadáver del pequeño niño refugiado sirio, Alan Kurdi, en la orilla del Mediterráneo.
"Nuevamente nos confrontamos a la evidencia visual de que la gente está muriendo en sus travesías para cruzar las fronteras", señaló el organismo que tiene como misión ofrecer asistencia a las víctimas de desplazamiento forzado en el mundo.
El alto comisionado para los refugiados, Filippo Grandi, dijo que "la muerte de Oscar y Valeria simboliza el fracaso para dar solución a la violencia y desesperación que empuja a la gente a emprender viajes peligrosos en búsqueda de seguridad y dignidad".
Más temprano, el papa Francisco quedó profundamente apenado tras ver la misma imagen. "El Papa está profundamente apenado por sus muertes, reza por ellos y por todos los migrantes que han perdido la vida tratando de escapar de la guerra y la miseria", comunicó el Vaticano en una nota.
Siete muertes de migrantes en la frontera por ola de calor
Autoridades de Texas informaron sobre siete muertes de migrantes, incluidos una mujer, dos bebés y un niño pequeño, que ponen de relieve el riesgos de una ola de calor extremo durante el verano, cuando familias centroamericanas cruzan la frontera entre Estados Unidos y México.
La mujer y los tres niños podrían haber muerto el domingo pasado antes de que la Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos los encontrara cerca del río Bravo.
Se cree que las víctimas perdieron la vida por la exposición al calor y la deshidratación en un área a unos 29 kilómetros al este de la ciudad texana de McAllen.
Al oeste, agentes de la Patrulla Fronteriza en el área de Del Río recuperaron los restos dos hombres en un rancho cerca de Carrizo Springs, luego de que llamadas anónimas el 19 y el 20 de junio alertaran de migrantes perdidos, dijo la agencia en un comunicado.
Otro cuerpo descompuesto fue encontrado el 20 de junio en la orilla del río Bravo, cerca de Normandy. "Las temperaturas extremas durante esta época del año pueden ser fatales", dijo Raul Ortiz, agente de la patrulla del sector.
Los arrestos de migrantes indocumentados alcanzaron en mayo su nivel mensual más alto desde 2006. Más del 60% de los detenidos eran niños o familias, muchos de ellos buscando asilo.
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