Presidenta interina de Bolivia envía proyecto de ley para convocar a elecciones
La presidenta interina de Bolivia, Jeanine Añez, el día de su posesión, el 18 de noviembre de 2019.
Reuters
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Esta convocatoria ocurre justo el día que se cumple un mes en una grave crisis política y social tras unas fallidas elecciones generales, con una treintena de fallecidos, más de setecientos heridos y por ahora sin atisbos de diálogo para pacificar al país.
Bolivia está inmersa en una compleja crisis tras la renuncia de Evo Morales a la Presidencia, el día 10 de noviembre y su posterior viaje a México como asilado. La situación se recrudeció tras las elecciones del 20 de octubre que dio como ganador al líder indígena.
Morales llamó varias veces a sus sectores afines a defender su triunfo electoral ante las protestas ciudadanas e incluso advirtió con cercar las áreas urbanas donde había huelgas. Las protestas fueron acentuándose y los partidarios de Morales salieron a defender su triunfo, proclamado por el órgano electoral.
Morales se abrió a que la Organización de Estados Americanos (OEA) hiciera una auditoría al proceso electoral, lo que rechazaron sus detractores porque los términos fueron acordados sin tenerles en cuenta.
El 10 de noviembre la OEA reveló que detectó irregularidades "muy graves" en las elecciones bolivianas, como una importante manipulación en el sistema informático de trasmisión y cómputo de resultados, por lo que instó a nuevos comicios.
Morales salió aquel día primero a ofrecer nuevas elecciones y una renovación en el órgano electoral, pero luego de que las Fuerzas Armadas y la Policía le "sugiriesen" que renuncie para pacificar el país, terminó anunciando su dimisión y denunciando un golpe de Estado para derrocarlo.
Evo Morales llegó a México el 12 de noviembre como asilado, quedando Bolivia con un vacío de poder pues quienes podían sucederle constitucionalmente también habían renunciado.
Esa misma tarde la hasta entonces senadora opositora Jeanine Áñez, en calidad de segunda vicepresidenta del Senado, asumió la Presidencia interina de Bolivia al activar el mecanismo sucesorio. La sucesión fue avalada por el Tribunal Constitucional con base a una interpretación de la Carta Magna boliviana para casos de vacío de poder.
Áñez ha asegurado que su misión es pacificar el país y convocar a nuevas elecciones, aunque hasta el momento no ha habido forma de avanzar porque ahora son los seguidores de Morales quienes están en las calles y carreteras exigiendo la salida del Gobierno interino.
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