Sara Palacios: "El proyecto Siete mares continúa hasta 2023"

Aunque en un inicio el sueño de Sara Palacios era solo cruzar el Canal de la Mancha, conocido como el "Everest de las aguas", el proyecto Siete mares la cautivó.

Y en los tres años que lleva el reto, la nadadora de aguas abiertas ha cruzado el Canal de la Mancha, en Francia (2018) y el Canal de Catalina, en Estados Unidos (2019).

En 2020 no pudo continuar con su meta debido a la pandemia del Covid-19 y este año, en cambio, no logró terminar su tercera travesía: el Canal de Molokai, en Hawái.

"La salida fue espectacular pero ya mar adentro las condiciones eran muy duras, yo no podía avanzar. No sentía cansancio físico pero no podía avanzar e incluso vomité todo", confesó la deportista.

Luego de esas adversidades durante la travesía entre las Islas de Molokai y Oahu, la quiteña abandonó su propio reto. "Aguanté. Realmente nadé cinco horas pero desde la tercera venía batallando y fue una de las decisiones más duras".

Sara Palacios confía en que el proyecto lo cumplirá hasta 2023 y "se vuelve a Hawái porque se vuelve".

Entre sus objetivos siguientes dentro del proyecto estaban cruzar el Canal del Norte (Irlanda) y el Estrecho de Gibraltar (España) en 2022. Pero ahora planifica reacomodar el orden de sus retos.

La quiteña volvió al país a finales de octubre y le confesó a PRIMICIAS, en la piscina de la concentración de Pichincha, que está regresando a sus entrenamientos paulatinamente, para evitar perder el ritmo.

Y entre risas también confesó que no tiene apuro de acabar el Proyecto Siete mares. "No estoy con ansias de terminar. Por un lado no quiero que se acabe nunca porque me da miedo quedarme sin objetivo".

Pero eso sí, además de su proyecto central ya tiene en mente otras travesías como la del Río de La Plata (entre Argentina y Uruguay) y la del Río Orinoco en Venezuela. Y no descarta una travesía en las Islas Galápagos.

Su historia

Sara Palacios empezó a nadar en la piscina cuando tenía seis años. "Desde los ocho años hasta los 18 yo hacía entrenamiento altamente competitivo", que la llevaron a pruebas a nivel local e incluso a la selección de Pichincha, confiesa.

Pero también se alejó por unos años de la natación. La ecuatoriana se dedicó a estudiar gastronomía, a trabajar en distintos restaurantes y luego tuvo a su primera hija (Manuela).

Todo eso cambió su estilo de vida y ya no estaba enfocada en nadar de manera competitiva, sino que se orientó hacia la rama profesional y a su familia.

Pero eso no la apartó del deporte en general. En esos años, Sara Palacios optó por probarse escalando montañas, entrenando ciclismo e incluso compitiendo en triatlón pero "realmente extrañaba" nadar. "No me iba bien", aseguró.

Y a sus 28 años se dijo a sí misma "vuelve a nadar, lo tuyo es nadar" y de esa forma empezó su aventura en las aguas abiertas.

El mar, siempre el mar

Ahora con 35 años, una familia que va creciendo y muchas metas por delante en el mar, Sara Palacios asegura que no piensa en el retiro. Más bien, afirma que "su desarrollo profesional está en el agua".

Desde 2020, la nadadora de aguas abiertas también es una de las organizadoras del Oceanman de Manta (Ecuador) y busca que se desarrollen y difundan más compentencias en su discplina a nivel nacional.

"Estoy empezando a acompañar a otros deportistas porque me encantaría que haya más gente que haga estas travesías, estas ultramaratones en Ecuador".

Sin embargo, el Proyecto siete mares es su principal meta hoy por hoy. Así, la deportista continuará con sus entrenamientos en Quito, con la organización de competencias de natación y disfrutando de su familia, que siempre la apoya y acompaña en sus travesías.

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