Santa Inés: el latido apasionado del fútbol barrial
En Santa Inés se juegan dos campeonatos al año, que convocan a alrededor de 500 personas cada fin de semana. El deporte apoya al crecimiento del barrio.
Unión Familiar fue el equipo campeón de la categoría Máxima de la Liga barrial Santa Inés.
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En las canchas de Santa Inés de Cumbayá se presencia una reunión constante cada fin de semana. No solo es el fútbol lo que envuelve a los jugadores. Es la comida, las conversaciones, los uniformes, las revanchas y las ganas de dejarlo todo en la cancha.
“Es un compromiso contigo mismo y con el barrio”, relata Juan José Terneus. Empezó a jugar fútbol barrial a los 17 años, hoy tiene 44 y es presidente del equipo Manchester, además de tesorero de la barrial Santa Inés.
Son más de 50 equipos divididos en categorías de pequeños, mujeres, Sub 40, Sub 50, categoría A y Máxima.
Esto significa que cada fin de semana ingresan aproximadamente 500 personas que pagan un dólar para entrar a los graderíos. “Es una economía circular que ayuda al cuidado de la cancha, a costear los torneos, a la señora del bar, al señor del parqueadero, a todo el barrio”, explica Juan José.
La pasión se siente al ingresar. Se ven los graderíos llenos de familiares y amigos cantando barras mientras toman cerveza y ríen. Es una reunión festiva que alegra al barrio entero.
También se siente el espíritu de competencia. En la barrial de Santa Inés se juegan dos campeonatos al año. Durante más de 10 años han celebrado 'La Copa de la amistad', un torneo amistoso único de Santa Inés, en el que los equipos se disputan el respeto de ser campeones del barrio.
Se juega ocho contra ocho, dividiendo la cancha para que puedan participar cuatro equipos a la vez. Cada año la copa otorga honor a los vecinos del barrio. Este año fue por el señor Antonio Valdez y la señora María Toapanta, quienes viven allí desde hace años.
La inauguración del campeonato cuenta con un desfile de reinas, presentación de los equipos, música y premios al mejor uniforme. Es el evento más esperado.
Quienes juegan en categoría A y categoría Máxima avanzan al campeonato de La Federación de Ligas Barriales de Quito. Es la copa mayor de las barriales de la ciudad. Se trata de un campeonato federado y todos quieren llegar a la final para brindar honor a su cancha.
Pero, hay mucho más en juego que ganar un trofeo. El compromiso con el equipo viene desde el compartir la pasión por el fútbol.
“Unión familiar” fue creado por primos de la familia Anago que ha participado por 20 años en Santa Inés.
Muchas familias deciden organizar almuerzos los fines de semana, ellos escogen qué uniforme usarán y quién va a jugar. Es una forma distinta de compartir en familia.
Hasta quienes se encargan del bar entran en una competencia por el mejor postor y la mejor comida. Son evaluados por los encargados de la Liga e ingresan por un año entero para brindar sabor a la competencia.
Manchester es otro equipo que ha estado por más de 15 años en la barrial, conformado por un grupo de amigos que ama el deporte y aman su camiseta. “Cuando te entregan el uniforme es como ponerte la camiseta de tu país y representar en el estadio”, relata su presidente.
Sebastián Barra juega desde los 14 años como lateral en el Manchester. Su sueño de pequeño era ser futbolista profesional, y sin importar lo que pase en su semana siempre llega a los partidos a dar todo de sí. “Jugar fútbol te enseña disciplina y jugar en la barrial te enseña a cuidar en donde vives”, relata con alegría.
Para el presidente del Manchester, el objetivo de participar en una barrial es tener un lugar que apoye al crecimiento de la zona, que dé trabajo a las personas, además de dar un sentido de unión y amistad.
Aunque siempre existe rivalidad, se intenta llevar la fiesta de manera pacífica. De vez en cuando reciben profesionales de formativas y los “vecinos” quieren demostrar aún más de lo que están hechos.
Para prevenir peleas, la liga barrial tiene reglamentos estrictos de multas de hasta USD 1.200 por golpearse entre equipos o insultar a un árbitro, ya que ellos reciben un pago por ser federados y regular los partidos.
“No importa si eres del barrio, mientras tengas pasión”, dice Sebastián.
Ir a ver fútbol barrial muestra la importancia de tener espacios deportivos en la ciudad, para que familias, niños y espectadores disfruten de sus fines de semana al aire libre.
*Nota realizada por Camila Dinse, estudiante de la Universidad San Francisco de Quito.
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