¿Cuáles son los riesgos para un piloto de karting?
A pesar de no ser tan popular, el karting es un deporte con gran presencia en el país. Con karts que corren a gran velocidad en las competencias, los accidentes son posibles. ¿Cuáles son los riesgos que corren los pilotos?
El piloto Bernardo Bueno en la pista del Kartódromo Cotopaxi en Latacunga.
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“El karting consta como un deporte extremo”, dice Gerardo Cuesta, entrenador del equipo CRT Racing.
La disciplina entra en esta categoría debido a las altas velocidades. El kart puede ir desde 80 hasta 130 kilómetros por hora, dependiendo de la categoría en la que se corre. Cualquier tipo de accidente en el circuito se agrava por esta característica.
“Hay 30 pilotos en una misma pista, todos están compitiendo y todos quieren ganar”, explica Cuesta. La presencia de varios karts en el asfalto es otro factor de riesgo.
La seguridad del piloto no está únicamente en sus manos. El desempeño del resto de participantes también tiene un efecto en su bienestar. Martín Arias, competidor de karting por ocho años y cinco veces vicecampeón nacional, relata el último accidente que vivió:
"Me choqué porque un piloto me intentó pasar por donde no debía, o sea terminó trepándose por encima mío y me rompió el volante".
Martín Arias, piloto de karting.
“No solo dependes del desempeño físico del piloto, le confías todo a una máquina, al kart”, menciona Arias como otro de los factores de riesgo del deporte.
Por todo esto, las medidas de seguridad en el karting son esenciales. Estas se manifiestan de diferentes formas: indumentaria, kartódromos regulados y preparación mental de quien conduce.
Indumentaria
Los pilotos de karting necesitan casco, overol, costillera, guantes y zapatos, todos específicos para este deporte.
El casco está diseñado para golpes a altas velocidades, además su visor es más pequeño en comparación al de automovilismo y motociclismo ya que existe un riesgo mayor de que ingresen pedazos de kart o asfalto a los ojos en caso de accidente.
El overol también es importante para salvaguardar el bienestar de los pilotos. Los trajes de karting deben estar hechos de tela antiflama para evitar que el fuego llegue inmediatamente a la piel si el kart se incendia. Además, debe evitar las quemaduras que se ocasionan al golpearse contra el asfalto.
Los guantes y los zapatos deben tener la misma tecnología. Además, los guantes deben brindar un buen agarre al volante.
El asiento en los karts está hecho de fibra de vidrio, es decir, es rígido. Las altas velocidades y las curvas exigentes generan presión en las costillas del piloto y con el tiempo se pueden desencadenar lesiones.
Por eso, es necesario el uso de una costillera. Esta consiste en una especie de chaleco que se coloca el piloto para proteger esta área del cuerpo.
En el caso de niños que practican karting, también es necesario el uso de una pechera y una cuellera, ya que sus huesos y sus órganos son más frágiles y se encuentran aún en desarrollo.
Toda esta indumentaria debe estar homologada por la Comisión Internacional de Karting (CIK) de la Federación Internacional del Automóvil (FIA).
Según la CIK, “han trabajado incesantemente para mejorar la seguridad en todos los niveles de competición”.
Bernardo Bueno, piloto de karting desde hace cuatro años y quien ha participado en múltiples competencias nacionales, explica que “como piloto uno tiene la responsabilidad de tener todos los accesorios homologados”.
Además, señala que la homologación dura cinco años, es decir, los pilotos deben cambiar su indumentaria cada vez que se cumple este periodo.
Kartódromos
El buen estado de las pistas es fundamental para la seguridad de los pilotos. Una de las características que está regulada por la FIA es la dimensión.
Según las regulaciones de circuito de 2022, el largo mínimo debe ser de 800 metros mientras el ancho debe ser de 7 metros mínimo y 12 metros máximo.
Santiago Zúñiga es el presidente del directorio del Club Especializado Formativo Quito Karting Club, donde actualmente se lleva a cabo la competencia provincial IAME X30.
Este kartódromo, ubicado en San Antonio de Pichincha, es el más grande del Ecuador. La pista tiene 1.800 metros lineales y un promedio de 8 metros de ancho, con áreas de 9 a 10 metros y otras de 7 a 7,5 metros.
Otra parte esencial de las pistas son las salidas de escape. “Deben tener entre ocho a 10 metros para que, en caso de que te salgas en una curva, exista mucha distancia antes de golpear con una barrera de llantas”, explica Juan José Rivera.
Él es el director general del Kartódromo de Cotopaxi, ubicado en Latacunga y donde actualmente se lleva a cabo la Rok Cup Ecuador.
Estas salidas de escape tienen la superficie de césped, leca o ripio con el fin de reducir la velocidad del kart cuando se sale de la pista.
Rivera también enfatiza en la importancia de las revisiones diarias. El kartódromo debe asegurarse de que no haya objetos en la pista y de que esta se cierre durante competencias y prácticas para que no ingresen ni personas ni animales mientras los karts corren.
La Federación Ecuatoriana de Automovilismo y Kartismo (Fedak) controla el deporte en el país.
"La Fedak es la que nos regula y nos da el certificado de viabilidad para cada competencia".
Santigo Zúñiga, presidente del Quito Karting Club.
Preparación mental
La mentalidad de los pilotos durante la competencia es otro factor que puede brindar más seguridad, o aumentar el riesgo.
Gerardo Cuesta, coach de karting, explica que su trabajo no es solo enseñarle al piloto a manejar bien, sino también a manejar correctamente el proceso mental de competir para ganar.
“La mayoría de los pilotos (a los que enseña) son adolescentes, no tienen miedo a nada, por eso deben conocer sus límites, deben saber hasta dónde pueden llegar”.
Para Martín Arias, las medidas de seguridad van acompañadas de una educación preventiva, “para que entiendas que como piloto estás yendo rápido y tienes una gran responsabilidad”.
Esta preparación mental es la que también lleva a los pilotos a practicar este deporte a pesar de sus riesgos.
Arias enfatiza que “tiene que apasionarte mucho para que puedas correr por disfrutar y no con ese miedo de que algo puede pasar”, siempre dándole prioridad a la seguridad propia y ajena.
Bernardo Bueno cree que todos los peligros que implica el karting le hacen el deporte que es. Para él, “es un deporte muy divertido donde el piloto siente mucha adrenalina y, más que nada, es algo que me hace feliz”.
*Escrito por María Paula Ramírez, estudiante de periodismo de la Universidad San Francisco de Quito.
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