Pietro Marsetti, exfigura de Liga, ahora es albañil en Estados Unidos
El exfutbolista ecuatoriano Pietro Marsetti, que jugó en clubes como Universidad Católica, Liga de Quito y Deportivo Quito, ahora trabaja como albañil en Pensacola, una ciudad ubicada al noreste del estado de la Florida (Estados Unidos).
Pietro Marsetti (i) junto al también exfutbolista ecuatoriano Paúl Guevara (d), durante una jornada de trabajo en Estados Unidos, en 2023.
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Pietro Marsetti fue uno de los mejores mediocampistas del país en la década de los 90. En total disputó 529 partidos en Serie A y marcó 81 goles.
Su debut en primera división fue el 25 de mayo de 1983, con Universidad Católica. En los 'camaratas' estuvo hasta 1985 y después pasó a Liga de Quito.
Con los 'albos' atravesó sus mejores años. Allí completó 221 encuentros, hizo 36 goles y alcanzó el título nacional en 1990.
Marsetti también jugó en Deportivo Quito, El Nacional, Delfín y fue seleccionado ecuatoriano. Con la Tri disputó 25 encuentros y anotó tres goles.
Después de su retiro, en 2002, siguió vinculado al deporte como comentarista en algunas radios del país. Y paralelamente trabajó en la empresa de su padre.
Ante la falta de oportunidades, en 2018 salió de Ecuador y ahora trabaja como albañil en Pensacola. Marsetti disfruta de sus jornadas laborales, de la ciudad y por ahora no tiene planes de regresar.
¿Por qué decidió salir de Ecuador?
Fue un proceso. Estaba en planes de cerrar la fábrica de mi papá. Entonces comencé a ver alternativas para ver qué podía hacer. La idea de quedarme en Ecuador y ponerme un negocio no me agradó. Intenté buscar trabajo y no resultó. Entonces decidí irme.
Tengo un amigo que le conocí en Deportivo Quito, Mario Slov. Se probó en el equipo, pero no sé qué pasó. Un tiempo después me enteré que tenía una empresa aquí de mantenimiento de pisos, y un excompañero nos puso en contacto.
Hablé con Mario y me preguntó si quería trabajar. Le dije que sí. Y en tres días viajé. Así empezó todo. En principio vine por tres meses, por la visa, y comencé a trabajar para ver de qué se trataba.
Esto fue hace cinco años. En ese tiempo tuve que arreglar el tema de mis papeles, que se demoró 24 meses. No me interesaba que salga tan rápido, porque estaba en el proceso de cerrar la fábrica y acompañar a mi padre hasta liquidar todo. Estaba yendo y viniendo varias veces. Y así seguía con el trámite. Hasta que me llamaron del Consulado y desde septiembre de 2021 ya estoy como residente.
¿En dónde vivió al principio?
Mario me recibió en su casa y por el tipo de trabajo no era necesario tener un lugar específico para vivir. Casi siempre había actividades en distintas ciudades. Por ejemplo, me iba de viaje tres semanas o más, dependiendo qué tenía que hacer. Había cosas que se demoraban una semana. Y cuando se trataba de Walmart, que pulíamos el piso, por ejemplo, te demorabas hasta cinco semanas. Después conseguí un amigo que me rentaba un cuarto y ahí me quedé un buen tiempo.
¿En qué ciudad vive?
Ahora estoy en Pensacola, queda cerca de la playa en la parte del Golfo de México, en la parte más al oeste del estado de Florida. Si sigo en dirección hacia el oeste, estoy cerca de Bahamas.
¿Cómo es un día a día suyo?
Me levanto temprano, comienzo a las 06:00 o 07:00, trabajo ocho horas si es necesario y si hay alguna actividad extra me quedo más tiempo. Tengo una 'app' en el teléfono, en donde me ponen los trabajos que hay que hacer y los requerimientos en los concesionarios. Todo con respecto a mantener los edificios de los distribuidores de Alfa Romeo, Maseratti, GMC y Cadillac.
¿Y esto es con la misma empresa de Mario?
Esta es otra empresa, se llama Step One Automotive Grup, es una compañía de distribuidores que tiene 18 marcas de carros, se encargan de la compra y venta de vehículos. Y trabajo en los edificios de los concesionarios. Estoy acá desde hace un año y medio.
Hago de todo. Por ejemplo, se dañan focos en un edificio o se hace hueco la pared, todo tengo que arreglar. También instalar algo, mover o sacar muebles. Arreglar el servicio higiénico, temas de electricidad, plomería y hasta cortar árboles. Siempre me interesó aprender de todo un poco. Y ahora mucho más.
¿Tenía sus propias herramientas?
Cuando yo llegué me dijeron que era necesario una caja de herramientas y siempre me ha gustado, me compré mi caja, algo básico, después he ido comprando un montón de cosas, taladros, brocas, aparato eléctrico para poner tornillos, corta picos, corta cables, pelador de cables, para cortar los árboles, linternas, todo tengo en el carro. No me falta nada.
¿Se imaginó trabajar de esto y en otro país después de su carrera como futbolista?
Sabes que no, porque una de las cosas por las que nunca salí de Quito fue eso, yo era muy apegado a la casa. No era de salir y tampoco de aventurarme. A pesar de que mi padre es un migrante, yo no tenía esa condición. Mis hermanos viven mucho tiempo afuera y quizá se les ha hecho más fácil. Tuve chance de salir a jugar a dos equipos de Provincia, pero no me fui, solo a Delfín de Manta, pero ya a los 35 años. Siempre prioricé la estabilidad. Nunca fui de riesgos, quería sentirme seguro en casa.
Y ahora que está allá, ¿se arrepiente o cree que tomó una buena decisión?
Por supuesto que no me arrepiento, me gusta los Estados Unidos, aquí hay todo. No puedes decir no puedo hacer o resolver algo. No me ha costado tanto.
¿Y el inglés cómo lo maneja?
Una de las cosas que me ha impedido estar en mejores condiciones ha sido el idioma. Toda mi vida estudié inglés, pero me costó mucho. Incluso estuve en el Consejo Británico y adquirí un nivel que me permitía defenderme, no para exponer una charla. Por eso dije tengo que ir y aprender.
Más allá del trabajo, ¿qué hace para distraerse?
El trabajo me da un tiempo libre y siempre trato de hacer ejercicio, tengo que hacer por las lesiones, por la artrosis y las operaciones. Si no voy al gimnasio empiezo a tener problemas, trato de ir al gimnasio no en la cantidad de veces que antes, pero al menos tres o cuatro veces a la semana.
¿Se puede vivir como albañil en Estados Unidos?
A mí este trabajo me permite vivir bien, sin problemas. Como ha sido un proceso largo, tengo que resolver cosas en Ecuador. Pero me permite ganar y alquilar en un departamento. Estoy cómodo, como bien, tengo todo, pago mis servicios básicos. Si podría hacer algo más lo haría, pero no es que tengo 30 años. Con esto es suficiente. No tengo presión.
Si tuviera un mejor idioma, te aseguro que estaría mejor, porque no sería un empleado, sino un jefe o supervisor. Pero no me gusta el trabajo de oficina, con los títulos que tengo, podría revalidar y trabajar en un escritorio o meterme en la contabilidad. Pero no me gusta estar sentado en un solo lugar.
¿Qué títulos tiene?
Soy licenciado en administración de empresas, licenciado en electrónica y sistemas industriales, contador, y hasta tengo un título de entrenador de fútbol.
¿Quisiera regresar al país o ya se proyecta a largo plazo en Estados Unidos?
A mí Estados Unidos me agrada. Y claro el fútbol me dio esa satisfacción de resolver mis gustos, mis deseos, criar a mis hijos, entre otras cosas. Esos años de carrera no siento que trabajé, porque ahí me divertía. En cambio hoy, para mí, el trabajo es espectacular. Me gusta lo que hago. No quiero ganar más, no es cuestión de dinero. No quiero estar en un solo sitio. Soy feliz yendo de un lado a otro. Hago de todo.
Lo que me falta de aprender y me gustaría hacerlo algún día, pero el costo es elevado, es manejar calefacción y aire acondicionado. El problema es que eso hay que estudiar, pregunté en un instituto espectacular, pero cuesta USD 22.000 un mes y medio.
¿Le gustaría vincularse al fútbol de nuevo?
Sí me gustaría. Siempre queda algo de ese hermoso deporte. Pero me gustaría vincularme para trabajar con gente joven. Algún rato tuve ese proyecto de capacitar y de dar charlas a jugadores, para darles un poco la idea de lo que podría pasar, qué deben hacer y qué no. Para que no cometan los mismos errores que cometen muchos futbolistas a nivel mundial, como malgastar la plata o no invertir en proyectos a futuro. El que no entra en esta rueda del cuidado, del profesionalismo, no puede llegar lejos.
¿Sigue el fútbol ecuatoriano?
Sí. Cuando hay fechas importantes me gusta. Le sigo mucho a Liga y después de ganar la Sudamericana es un privilegio ver sus partidos.
¿Liga es el equipo más grande del Ecuador?
A los equipos más grandes se los cataloga por los títulos y en mi tiempo era El Nacional, por la cantidad de veces que se consagró, incluido el bi-tri campeonato, pero a nivel internacional no consiguió nada.
Pero lo de Liga a partir de 2008 es incuestionable, y después se sumaron más torneos como la Recopa y la Sudamericana. Entonces sí, por Copas internacionales Liga es el mejor equipo del país, largo.
Si menciono Liga, ¿qué recuerdos se le vienen a la cabeza?
Buenos momentos. Amigos. Buen fútbol. El hincha. Eso se me viene a la cabeza. Porque eso representa Liga. A pesar de no haber salido campeón durante muchos años, los aficionados iban al estadio. Eran estadios llenos. Hoy no es fácil coseguir eso. En mi tiempo era una fiesta.
Y qué piensa de la administración de Don Rodrigo y Esteban Paz?
Es un equipo que nunca ha presentado un problema económico. Siempre a nosotros nos cumplieron. Nunca me quedaron debiendo. Son dirigentes capaces y que se han manejado de acuerdo al presupuesto. No soy amigo de ellos y de ningún otro dirigente. Pero les guardo respeto.
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