Paula Jara, la ibarreña que ha sido campeona como triatleta y ciclista
Después de varios años destacándose en el triatlón, la deportista ecuatoriana decidió probarse en el ciclismo de ruta y, en su primera competencia nacional, se consagró campeona de contrarreloj.
Paula Jara, en la contrarreloj del Nacional de Ruta, en Quito, el 18 de febrero de 2022.
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"Me metí con los ojos ciegos". Así es como Paula Jara describe su primera experiencia en una competencia nacional de ciclismo de ruta.
Fue el 18 de febrero de 2022, en la Mitad del Mundo, en Quito. La ibarreña, que recientemente había fichado por el Team Banco Guayaquil, compitió en el Nacional de Ruta, en la categoría Élite.
Paula recién había cumplido 25 años, pero ya se iba a enfrentar a rivales con más experiencia, como Esther Galarza y Michela Molina.
No era una de las favoritas, pero la ibarreña sorprendió al público y se llevó la medalla de oro en la contrarreloj, además del bronce en la prueba de ruta.
"Jamás había experimentado una prueba de contrarreloj. Entré de novata, fue algo completamente nuevo", revela Paula en una entrevista con PRIMICIAS.
Sin experiencia previa, ¿cómo consiguió el maillot de campeona nacional? "Siempre doy lo mejor de mí, eso es lo que me caracteriza, sea cuál sea la competencia".
Así es la personalidad de esta joven deportista ecuatoriana, que recientemente apareció en las portadas por un triunfo sobre la bicicleta, pero que ha dedicado toda su vida a un deporte diferente: el triatlón.
Todo empezó con la natación
Los primeros recuerdos de Paula en el mundo del deporte son en el agua. La ibarreña comenzó en la natación en la piscina olímpica de la ciudad, bajo la dirección de su tío, Pablo Jara.
"Gracias a él tengo una de las mejores técnicas de natación de mi provincia", reconoce.
Era una apasionada por las aguas abiertas y sus más preciados recuerdos se dieron en los lagos San Pablo, Yahuarcocha y Cuicocha.
Su primera gran competencia fue en la playa de Punta Blanca, en Santa Elena, a finales de 2009.
"En ese torneo me sacaron el aire", se ríe la ibarreña, "mis rivales llegaron entre 15 y 20 minutos antes que yo, tenían más experiencia. Pero al siguiente año fui a la misma competencia y obtuve el primer lugar".
Cuando más enamorada estaba del agua, le llegó una mala noticia: su club de natación cerró. Paula no quería dejar de nadar, así que se integró a un equipo de triatlón para seguir practicando el deporte.
Sus entrenadores inmediatamente vieron sus aptitudes en las otras dos disciplinas del triatlón: la carrera a pie y el ciclismo. Por lo tanto, decidieron inscribirla a competencias, donde la ibarreña demostró que tenía todo para ser una gran triatleta.
"A los 12 años competí en la distancia sprint (750 metros de natación, 20 kilómetros de ciclismo y cinco kilómetros de carrera a pie). Hoy en día, esa prueba la corren chicas de 16 años en adelante. Me encantó la experiencia y decidí quedarme, y hasta ahora continúo en el triatlón".
Elizabeth Bravo, su referente
Con el paso de los años, Paula se convirtió en una de las mayores promesas del triatlón nacional. Para ella, los Juegos Suramericanos de la Juventud de Lima 2013 fueron uno de los triunfos más importantes de su carrera.
Con 16 años, la ibarreña ganó la medalla de plata. "En esa carrera me batí solita en la natación y el ciclismo, pero ya en el atletismo me ganó una chilena".
Después de esta presea, Paula Jara ganó confianza y continuó ganando medallas. Obtuvo el bronce en los Juegos Sudamericanos de 2018 y se consagró campeona sudamericana Sub 23 en 2019.
Más allá de las victorias, uno de los mayores logros de su vida fue conocer a su ídolo, la triatleta Elizabeth Bravo, quien ha representado al Ecuador en tres Juegos Olímpicos.
Paula tenía 16 años la primera vez que la conoció en persona y juntas viajaron a una competencia en Estados Unidos.
"Ella es una persona tremenda, siempre ha sido un modelo para mí. Cuando hubo la oportunidad de viajar con ella, de poder acompañarle y estar en el mismo equipo, fue un logro gigante", recuerda con ilusión.
La 'Eli', como le dice Paula, fue un pilar fundamental en su carrera como triatleta. Fue su mentora en el ámbito físico y en el psicológico. "Cuando entrené con ella, fue el momento en el que supe que podía llegar más lejos".
Paula cree que "esos detallitos, como el comer bien, el descansar, el no masacrar el cuerpo", los aprendió de ella.
Y más allá de los consejos, Elizabeth Bravo se ha mostrado como una gran amiga, "muy carismática y cariñosa, que te contagia felicidad".
El ciclismo de ruta: un nuevo reto
A inicios de 2022, Paula fue presentada como integrante del equipo femenino del Team Banco Guayaquil. "Diego Puetate, mánager del equipo, hizo el contacto conmigo porque vio una buena posibilidad en mí".
La ibarreña tenía poca experiencia en el ciclismo de ruta, solo había competido en la Clásica Richard Carapaz, en 2018, donde se consagró campeona.
"Es muy duro esto del ciclismo de ruta, es una disciplina completamente diferente a la que hago durante el triatlón", acepta.
Sin embargo, Paula ya estaba acostumbrada a los retos fuertes, ya que sus entrenamientos diarios como triatleta la llevan constantemente al extremo.
"Realizamos dos jornadas intensas de diferentes deportes. Por ejemplo, en la mañana me saco el aire corriendo o rodando, y en la tarde, nado".
Además, para prepararse para las competencias de ruta, la ibarreña tuvo que incrementar el volumen de entrenamiento y el kilometraje sobre la bicicleta.
A estos apretados horarios hay que añadir los estudios. Actualmente, ella cursa la carrera de fisioterapia en la Universidad Técnica del Norte.
¿Por qué escogió estudiar fisioterapia? "Por mis lesiones", responde riéndose, "entre los 17 y 18 años tuve muchas lesiones y pasaba en el consultorio".
Allí, Paula miraba cómo trataban a otros deportistas, qué aparatos les ponían y qué ejercicios les mandaban.
"Me pareció interesante entender cómo reacciona el cuerpo a todo esto y qué acciones pueden ayudar a recuperarse más rápido, y hasta a volver con más fuerza".
En una reciente publicación en sus redes sociales, ella compartió que iba a comenzar con un nuevo semestre, a lo que Elizabeth Bravo le respondió que ya mismo serían colegas en doble sentido, ya que la cuencana no solo es triatleta, sino también estudió fisioterapia.
Así serán los próximos años para Paula Jara, con muchos objetivos en mente y poco tiempo para enfocarse en cada uno.
"Es bastante sacrificado y pesa muchísimo mentalmente. Hay mañanas en las que preferiría quedarme acostada en la cama, sin salir, pero otra parte de mí dice que tengo que seguir entrenando, no puedo perder ese buen nivel que he ganado con tanto esfuerzo".
Su próximo gran objetivo es emular a su heroína y clasificar a varios Juegos Olímpicos en el triatlón. La ibarreña ya se ve en París 2024 y Los Ángeles 2028, donde sueña con representar de la mejor manera a su ciudad y al Ecuador.
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