Montañismo a velocidad, una modalidad desconocida y peligrosa
Con los récords de velocidad impuestos por Daniela Sandoval en el Cayambe en Ecuador y el Mercedario en Argentina, ha surgido interés por esta actividad.
El andinista Nicolás Miranda, practicando montañismo a velocidad.
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“Sí, es más peligrosa”, comenta Nicolás Miranda, velocista de montaña y guía, sobre el speed climbing o montañismo a velocidad.
Es una modalidad del montañismo que consiste en subir una cumbre, desde el campo base hasta la cima, y regresar en el menor tiempo posible.
Es una categoría nueva en el país, con poco más de 10 años de presencia, explica Miranda. Pero va tomando relevancia, ya que ahora existen eventos como el skyrace, una carrera a velocidad en las bases de montañas, que son una derivación más amigable. La siguiente se realizará en junio de 2023.
Dependiendo de la cumbre, el speed climbing se sube usualmente en solitario, como mínimo con una licra, un rompe lluvias, arneses de seguridad, botas pequeñas y un casco.
El equipo necesario varía dependiendo de la experiencia del velocista, pero se intenta reducir el peso lo más posible. El equipo puede costar alrededor de USD 1.000, cuando el kit base de montañismo vale el doble.
Sin embargo, la falta de equipo se la recompensa con conocimiento. Los velocistas deben poseer “experiencia de cómo se sube la montaña que quieran hacer cima, conocerla a detalle”, comenta Daniela Sandoval, montañista de velocidad.
Los escaladores también pueden subir a la montaña con compañía, si lo necesitan.
En los Andes ecuatorianos hay cimas “simples", comenta Sandoval, que se pueden recorrer en solitario, como el Cayambe o el Rumiñahui. Solo se requiere un guía que espere en puntos estratégicos con hidratación, comida o cambios de ropa.
Pero si se trata de una montaña complicada como el Pichincha o el Chimborazo, el guía puede acompañar al escalador en ciertos tramos.
Al subir, el velocista está concentrado en “los factores de ritmo y velocidad” para mantenerse "en calor y no congelarse”.
"En montañas técnicas, uno puede no darse cuenta de elementos peligrosos como grietas o deslices inesperados donde puede accidentarse. Para eso está el guía, para servir de ojos atentos”, explica Sandoval.
En esta modalidad es muy importante el nivel físico del deportista, por eso es necesario un entrenamiento de velocidad en pista, entrenamiento físico y se suben montañas sencillas en velocidad para acostumbrarse a los cambios de presión atmosférica.
Sin esta preparación, las consecuencias van desde dolores de cabeza, problemas digestivos, vómito, hasta un paro cardiaco, explica Ramiro Garrido, miembro de la Asociación Ecuatoriana de Guías de Montaña.
Se puede hacer speed climbing en cualquier montaña, pero si es una cumbre difícil y se quiere marcar un récord, sus condiciones deben ser “perfectas”, agrega Miranda.
La nieve debe estar compacta, tiene que haber buena visibilidad, sin mucho frío, que no haya nubes, entre otros aspectos. Si estas condiciones no se cumplen, no se sube a la cumbre.
Debido a su dificultad, parecería que no todos los andinistas pueden practicar esta categoría, pero según Miranda y Sandoval, todos pueden hacerlo, solo que el nivel de entrenamiento necesario para cada persona es distinto.
A pesar del riesgo, gracias a las medidas de seguridad, la preparación física, la experiencia y la ayuda especializada de guías, no ha habido ningún accidente en esta categoría en el país.
En el speed climbing o montañismo a velocidad se busca adrenalina, pero también se puede disfrutar de la belleza de las montañas.
En Ecuador existen varios deportistas que se han especializado en esta modalidad, como Daniela Sandoval, que en enero de 2023 se convirtió en la mujer que más rápido ha subido y bajado del volcán Cayambe: dos horas, 59 minutos y 55 segundos.
*Escrito por Adrián Idrovo, estudiante de periodismo de la Universidad San Francisco de Quito.
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