Michael Schumacher: 10 años de su trágico accidente de esquí
Este viernes 29 de diciembre se cumplen 10 años del accidente de esquí del siete veces campeón del mundo de Fórmula Uno Michael Schumacher, que le apartó para siempre de la vida pública y cuyo verdadero estado no ha trascendido hasta el día de hoy.
Michael Schumacher, durante su etapa como piloto de Ferrari en la Fórmula 1.
AFP
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"Los medios han entendido que incluso un deportista excepcional tiene derecho a la protección de su intimidad y que una cobertura informativa concreta sobre su estado de salud es inadmisible", explicó Felix Damm, abogado de la familia de Michael Schumacher.
Agregó que los medios han entendido también que son igual de inadmisibles aquellos reportajes que hablan sobre tratamientos médicos o que especulan sobre medidas terapéuticas concretas.
Solo el círculo más íntimo conoce el verdadero estado de salud de Schumacher y su familia y amigos se han comprometido a guardar silencio a este respecto y mantienen a rajatabla ese acuerdo.
"Echo de menos a mi Michael de entonces. La vida a veces es injusta", dijo su hermano Ralf, también expiloto de Fórmula Uno.
Señaló que "Michael tuvo a menudo suerte en su vida, pero entonces llegó este trágico accidente", y aunque afortunadamente, "gracias a las posibilidades de la medicina moderna se pudo hacer alguna cosa, nada es como antes".
"Puedo decir de mí mismo que su accidente fue también una experiencia muy mala y trascendental para mí" y cambió el destino de la familia, subrayó, sin entrar en más detalles.
En recientes declaraciones, Jens Todt, el entonces director de carreras de Ferrari que logró traer en 1996 a Schumacher a la escudería, dijo: "Michael está aquí, así que no le echo de menos."
No obstante, señaló que "ya no es el Michael de antes" y sin revelar nada sobre su estado de salud, matizó que "es diferente y está maravillosamente protegido por su mujer y sus hijos".
El abogado de la familia subrayó que en todo lo relativo al expiloto "siempre se trató de proteger lo privado" y que en este sentido también se discutió mucho acerca de cómo cumplir este objetivo.
Son 10 años desde el accidente del 29 de diciembre de 2013, en esa estación invernal de los Alpes franceses. Por entonces llevaba varios años retirado de la competición. El piloto, que tantos accidentes había superado en los circuitos, quedó al borde de la muerte en una pista de esquí, su otra pasión deportiva.
Su ingreso en una clínica de Grenoble, con politraumatismo craneoencefálico, desplegó un circo mediático que puso a prueba la paciencia de los responsables del centro médico y la capacidad de gestionar los ánimos en una familia emocionalmente al límite.
Michael despertó del coma inducido en que había ingresado a los seis meses del accidente. De la clínica de Grenoble se le trasladó a un centro de rehabilitación en Lausana (Suiza) y, de ahí, al chalet de Gland, acondicionado debidamente para su atención, entre equipos de médicos, auxiliares y fisioterapeutas.
10 años después, el estado de salud del siete veces campeón del mundo es un asunto privado. Los hinchas de la Fórmula 1 y de Ferrari continúan con la esperanza de alguna vez volver a ver la sonrisa del que muchos consideran el mejor piloto de la historia.
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