Michael Morales: "Empecé a practicar artes marciales mixtas por curiosidad"
Un deportista desde la cuna. Michael Morales siempre estuvo inmerso en los deportes de contacto. Pasó del judo, a la lucha olímpica y posteriormente a las artes marciales mixtas (MMA); las que lo llevaron a un debut con victoria en la UFC.
Michael Morales celebra su triunfo tras vencer a Trevin Giles en la UFC 270, el 22 de enero de 2022.
@Michaelmma21
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El oriundo de Pasaje, provincia de El Oro, lleva el deporte en las venas. Michael Morales es hijo de judocas y desde sus cinco años practicó la misma disciplina que sus padres.
Incluso Katthy Hurtado, su madre, fue su primera entrenadora y ella se convirtió ese motor para seguir en el deporte. Aunque el peleador confiesa que el judo no era su pasión.
A los 10 años, "cuando me di cuenta que el judo no era lo mío me pasé a la lucha olímpica", confiesa el ecuatoriano que alcanzó al cinturón verde en el arte marcial japonesa y fue tricampeón:
- 2016 - Campeonato Nacional de lucha olímpica
- 2017 - Juegos Nacionales juveniles
- 2018 - Juegos Nacionales juveniles
Pero a sus 14 años se cambió nuevamente de disciplina. El padre de Michael Morales lo llevó a la academia del profesor Victor Vallejo en Machala y "por curiosidad" se enamoró de las artes marciales mixtas.
"Quería saber cómo se sentía y cuando vi una pelea me gustó. Ahí comenzó todo"
Michael Morales
El camino no ha sido fácil para el peleador, pues primero tuvo que fijar sus metas deportivas y no complacer a sus padres. "Mi mamá quería que sea policía o militar", confiesa pero esa no era su pasión y vestir "uniformado" tampoco le gustaba comenta con una sonrisa.
Así que mientras se enfocaba de lleno al MMA trabajó en la fábrica de botes navales de un compañero de entrenamientos. No fue sencillo porque le dedicaba muchas horas a su laburo y no le "gustaba porque salía cansado y no podía entrenar al 100%".
Michael Morales afirma que allí ganaba entre USD 200 o USD 300 por semana y eso le servía para su indumentaria, equipo de trabajo, alimentación y demás. Pero para conseguir sus objetivos en las artes marciales mixtas no tuvo otra opción que salir del país y vivir lejos de su familia.
Su travesía inició en febrero de 2021. Michael Morales llegó a Tijuana (México) para entrenar en el Entram Gym. Y el 29 de marzo de 2021 firmó un contrato profesional con la empresa Ultimate Warrior Challenge (UWC), la promotora de MMA más antigua de México.
Todo pasó muy rápido. Prácticamente seis meses después (21 de septiembre de 2021), el ecuatoriano venció en una explosiva pelea al kazajo Nikolay Veretennikov en la cartelera Dana White’s Contender Series y consiguió su contrato en las 170 libras dentro de la UFC.
Lo demás es historia. Su debut fue de ensueño. Pues tan solo con 22 años logró pelear en la cartelera estelar de la UFC 270, alcanzó una victoria por la vía del nocaut en el primer round sobre el estadounidense Trevin Giles y puso en alto la bandera del Ecuador.
Después de su estreno sobre el octágono, el peleador regresó al Ecuador y se tomó unas vacaciones. Michael Morales estuvo en Guayaquil y Pasaje junto a familia y amigos, pero el 17 de febrero retornó a México.
Antes de que el deportista ecuatoriano se reincorpore al Entram Gym, en Tijuana, pasará por una revisión médica. Una molestia en una de sus rodillas lo podría llevar al quirófono, aunque afirma que se siente bien y quiere "volver lo más pronto a entrenar".
Su próxima pelea
El nacido en Pasaje cuenta que tiene un contrato de dos años con la Ultimate Fighting Championship (UFC) y un total de cuatro peleas.
Su siguiente combate lo podría tener en junio y "posiblemente sea en México o en Brasil". Mientras que las dos siguientes peleas espera que sean en 2023.
Una casa para su madre
Entre los objetivo de Morales están completar sus cuatro peleas hasta 2023, llegar a un Top 10 y porqué no un título mundial en su categoría (peso welter). Aunque es modesto al afirmar que se prepara para el "ahora" y no piensa tanto en el futuro. Pero hay algo fuera de lo deportivo: darle una casa a su madre.
"Quiero tratar de construirle la casa a mi mamá, ayudarle lo que más pueda y cuando la termine quiero hacer la mía en Tijuana".
El deportista asegura que remodelarán la casa de Pasaje, en donde siempre han vivido, porque "ella quiere que la arreglemos".
Y eso es un sueño personal que el peleador quiere cumplir con su madre, que no solo ha sido su ejemplo a seguir sino que es "la única inspiración deportiva" que tiene.
"Para mí ella lo es todo. En sus tiempos de deportistas ella influyó mucho en mi" y ahora que quiere volver a competir la apoya.
El tricolor cuenta que Katty Hurtado tiene pensado hacer el curso de arbitraje internacional de judo para volver a la actividad deportiva y luego competirá. Michael sonríe contando que su madre es cinturón negro tercer dan en judo y que ha sido campeona en su disciplina 13 veces y en lucha ocho.
Su inspiración, su primera y última llamada antes de una pelea y por quién lucha siempre será su madre. Michael Morales se ha mostrado fuerte, rápido y explosivo dentro del octágono pero su lado más humano y sensible se resume en un abrazo junto a la mujer que le dio la vida.
"Odio decir hasta pronto, pero sé por quién me voy y por quién estoy luchando. Te amo mamá", escribió antes de partir a México a seguir cumpliendo sus sueños.
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