Juan Carlos Macías: una historia de perseverancia en medio de un diagnóstico de cáncer
El ecuatoriano vivía uno de sus mejores momentos en el arbitraje cuando un tumor cerebral lo cambió todo. Incluso se despidió de su profesión y este lunes 20 de marzo de 2023 falleció.
El exárbitro ecuatoriano, Juan Carlos Macías, posa junto al VAR instalado en el Estadio George Capwell para uno de los partidos de la LigaPro.
Juan Carlos Macías
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Juan Carlos Macías fue un árbitro asistente reconocido a nivel nacional y en el extranjero, que soñaba con asistir al Mundial de Qatar 2022. Pero un imprevisto diagnóstico de cáncer en 2018 cambió el rumbo de su carrera y de su vida.
El oriundo de Salitre (provincia del Guayas) siempre estuvo inmerso en el deporte. El fútbol lo apasionaba pero el arbitraje se convirtió en su vocación.
"Desde la escuela comencé mi carrera", aseguró Juan Carlos Macías con una sonrisa en una entrevista en agosto de 2022 con PRIMICIAS.
Lo hizo en el Colegio Aguirre Abad de Guayaquil y en la Facultad de Educación Física Deportes y Recreación de la Universidad de Guayaquil. En ambos fue seleccionado.
Y, aunque tenía el título de árbitro profesional en 2007, su vida se perfilaba para ser futbolista. "Tenía que decidir entre continuar en segunda categoría o afiliarme a la Asociación de Árbitros para comenzar mi carrera y se metió en mí la pasión del arbitraje".
Sus inicios fueron los de cualquier otro: dirigir partidos de niños (10-12 años), la Sub 14, Sub 15 y todo el proceso por categorías entre cuarta, tercera y segunda división hasta la Primera B en 2013.
Un año más tarde llegó a la Primera A y también consiguió la escarapela FIFA. Uno de los mayores distintivos que un árbitro puede tener.
Todo marchaba tal cual lo había soñado. Su carrera había despuntado en pocos años y él seguía cosechando triunfos poco a poco.
Pitó distintos partidos de Copa Libertadores, Sudamericana, los Sudamericanos Sub 17 y Sub 20 de los años 2015, 2017 y 2019 respectivamente.
Dirigió dos Copas Mundiales, categoría Sub 20 y Sub 17, en Australia 2015 y Brasil 2019 y su siguiente meta era el Mundial de Qatar. Sin embargo, un diagnóstico lo dejó fuera.
El árbitro asistente estuvo precalificado para la Copa del Mundo 2022, pero su condición física no se lo permitió.
Un desmayo repentino
Situaciones inesperadas como un cáncer bastante avanzado y agresivo marcaron la vida de Juan Carlos Macías.
El 13 de mayo de 2018, durante un partido por el torneo local entre Deportivo Cuenca y Barcelona, el árbitro asistente se desplomó en la cancha. Todos se alarmaron.
No pasaron ni cinco minutos del inicio del compromiso cuando el ecuatoriano sufrió un desmayo. En ese partido, en el Estadio Alejandro Serrano Aguilar "tuve mi primer síntoma. Con un pique fue suficiente para que empezara a ver borroso, traté de sobreponerme y me caí. Me desmayé".
Desde la sala de su casa y a través de un computador, Juan Carlos Macías le contó a PRIMICIAS que no recordaba más de ese instante en el que se desvaneció durante su trabajo.
Luego del desmayo, sus compañeros, los médicos del estadio y otras personas se acercaron a socorrerlo.
"Pensaron que tuve una muerte súbita, en ese tiempo hubo la "moda" de los futbolistas que fallecían en la cancha".
Juan Carlos Macías
El juez de línea detalló que le dieron una pastilla y pudo recuperarse. Incluso quería seguir en el partido, pero no lo dejaron. "Me dejaron sentado en la vocalía como cuarto oficial y René Martín (cuarto árbitro) me remplazó".
Finalizado el encuentro, Juan Carlos Macías fue evaluado por los médicos en el estadio y que solo "había tenido una descompensación, tal vez por la altura".
Al día siguiente fue a realizarse exámenes médicos que la Comisión Médica de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) solicitó. Y todo salió "sin novedad" en las pruebas de sangre, electrocardiograma y ecocardiograma.
De todas maneras, Juan Carlos Macías no se sentía bien. No era el mismo después de ese desmayo. "Tenía terror de que me vuelva a ocurrir porque sabía que se me podía ir la carrera".
Físicamente no estaba al 100% y mentalmente tampoco. Pues aunque parecía que todo estaba bien, llevaba siempre por precaución caramelos y mentas en sus bolsillos por si volvía a sentirse mal durante un partido.
Terminó la temporada 2018 siendo árbitro asistente de la final de Liga de Quito vs. Emelec, en el estadio Rodrigo Paz Delgado.
En 2019 continuó trabajando, aunque "sentía que algo ocurría" en su cuerpo. Fue parte de la terna arbitral que estuvo en el Sudamericano Sub 20 de Chile, en donde Ecuador fue campeón.
También fue ratificado para el Mundial Sub 17 de Brasil, en donde tuvo que prepararse aún más físicamente, entrenaba a doble jornada "y sentía que me iba a desmayar en cualquier momento". Pero no dejó de trabajar.
En diciembre de 2019 fue parte de la terna arbitral de la final de la Serie B (Orense ante Liga de Portoviejo) y de la Segunda categoría entre Chacaritas vs. 9 de Octubre.
Pero al partido entre el equipo de Pelileo y el 'Súper 9' ni siquiera llegó. No pudo dirigir. "La noche antes del partido llegué mal a Ambato, estaba indispuesto. Ni siquiera cené porque me sentía pesado, inflado".
El día de la final "llegamos al camerino del estadio y fui directo a vomitar. Ya no podía y ese partido no lo pude actuar. Me llevaron a un dispensario médico en Pelileo".
Un tumor cerebral
Tras perder el equilibrio, parte de la audición y no poder pitar el último partido al que lo llamaron, Juan Carlos Macías decidió ir un otorrinolaringólogo para hacerse chequeos.
Al hacerse una resonancia magnética, el diagnóstico fue el peor: tumor en el cerebelo. "El cual ya estaba grande y no podíamos hacer el tratamiento. Al principio los pronósticos eran duros".
A la familia del árbitro le afectó mucho la noticia y él tuvo que darle ánimos a los suyos, pues tenía que operarse lo más pronto. Y para eso, el gremio arbitral hizo todo lo posible para ayudarlo.
Juan Carlos Macías consideró como "ángeles" a sus amigos y compañeros de profesión como Omar Ponce y Guillermo Guerrero, pues ellos, además de darle aliento, fueron los que se encargaron de buscar la clínica y conseguir al médico que lo operara.
Sus intervenciones fueron a inicios de 2020. El 9 de enero fue la primera cirugía, en donde tuvieron que operarlo por una hidrocefalia producto del tumor cerebral. "Tenía líquido acumulado y me pusieron una válvula".
A la siguiente semana fue la segunda operación. El 14 de enero le extirparon el tumor, "luego venía el proceso de una biopsia y ver qué tipo de tumor era. El resultado fue duro".
El exárbitro tuvo que hacer ocho ciclos de quimioterapia y radioterapia como parte del proceso para combatir el cáncer, pero sus defensas eran muy bajas. Tanto así que la mayor parte del tratamiento oncológico lo vivió dentro del Hospital de Solca, en Guayaquil.
Y antes de acabar su tratamiento se contagió de dengue sin saberlo. "Fui al último ciclo de mi terapia, tenía fiebre incontrolable y eso produjo un dengue hemorrágico", dijo.
Ese fue el momento más trágico y duro de la vida del ecuatoriano, que "estaba al borde de la muerte". Pero luego de tres resonancias, su cáncer había desaparecido por completo.
"No tenía rastro de tumor" y pudo tocar la famosa "campanita", símbolo de que un paciente oncológico haya superado el cáncer.
A pesar de esto, el lunes 20 de marzo de 2023 se confirmó su muerte. El cáncer regresó.
Su última esperanza
Después del "milagro" como denominó Juan Carlos Macías a la superación momentánea de su cáncer, decidió terminar con su carrera de árbitro asistente. Pues ya no se sentía en óptimas condiciones para volver.
Desde 2020 prefirió tener un nuevo comienzo. "Fui honesto, sabía que esto iba a demorar y dejé mi escarapela FIFA para que un árbitro joven y con condiciones pudiera continuar", aseguró.
"Quise salir por la puerta grande, con las finales y el Mundial 2019, y saber que fui uno de los mejores gracias a Dios".
A sus 40 años Juan Carlos Macías fue asesor de árbitros. Esto quiere decir que en lugar de estar dentro de la cancha y ser juez de línea, calificaba a quienes lo hacían. "Ahora me toca estar en la otra orilla", dijo con una sonrisa.
Su nuevo trabajo incluía calificar el rendimiento de sus amigos y excompañeros de una manera imparcial.
En su cargo, el árbitro ya retirado tenía que analizar el control del encuentro, la condición física y el trabajo en equipo de la terna arbitral partido a partido. Además de jugadas de peligro, tarjetas amarillas y rojas, penales. Tenía que "analizar todo el desenvolvimiento del equipo arbitral".
Para Juan Carlos Macías, estar activo era una de las mejores maneras de mantenerse vivo y luchar por Vanessa Castañeda (su esposa) y sus cuatro hijos: Carlos, Carla, Ana y Thiago.
Nota publicada originalmente el 22 de agosto de 2022 y actualizada el lunes 20 de marzo de 2023 a las 16:59 con la confirmación de la muerte de Juan Carlos Macías.
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