Así se llega a las canteras de Independiente del Valle

Independiente del Valle ha ganado prestigio en el fútbol gracias a su trabajo en categorías formativas. Su modelo es un ejemplo para varios clubes en distintos lugares del mundo. De su cantera han salido grandes talentos que ahora juegan a nivel internacional. 

Desde los 12 años, las futuras promesas de Independiente del Valle o de la Selección de Ecuador, se empiezan a formar no solo de manera deportiva, sino también como seres humanos.

Independiente del Valle mantiene cuatro escuelas de élite en Esmeraldas, El Chota, Guayaquil y Santo Domingo. Ahí se pulen las nuevas joyas del fútbol nacional.  

Mientras que a Sangolquí, los niños llegan desde los 10 y 11 años para ser parte del proceso de formación de Independiente del Valle. Se integran al club con la autorización de los padres y se alojan en las habitaciones del complejo 'Ciudad Deportiva IDV'.

En total, hay 160 niños viviendo en el complejo, 130 niños y 30 niñas. Además, hay espacio para 30 niños que van a un período de prueba de dos semanas.

Santiago Romo, coordinador de formativas de Independiente, cuenta que los chicos tienen que cumplir diferentes parámetros para ser parte de las convocatorias de los partidos del fin de semana.

Los jugadores viven en el complejo hasta los 18 años. Después, el club les hace un seguimiento a los deportistas, “sobre todo, que tengan un estilo de vida acorde a la filosofía del club”.

Roberto Arroyo, gerente deportivo de Independiente del Valle, explica que el club tiene una residencia para 30 jugadores. 

"Semanalmente pueden venir a probarse en el club y obviamente demostrar sus habilidades y tratar de llegar a las formativas".

Varios jugadores llegan al equipo ‘nergriazul’ buscando una oportunidad de vida. Muchos de ellos viven en lugares donde socialmente no han tenido oportunidades y que tienen tendencia para la delincuencia y los vicios.

“Estamos tratando de devolverle un poco a la sociedad de lo que nos da a través del fútbol. El objetivo es ayudarles a encaminar su vida”.

Arroyo muestra su satisfacción cuando habla de jugadores a los que vio crecer y ahora juegan en el exterior o en la selección ecuatoriana. 

"Ojalá puedan llegar a un Mundial a ser protagonistas. Es parte de los objetivos del club". 

Uno de los referentes de la cantera de Independiente del Valle es Kendry Páez. Él es parte del equipo de Primera y se ha ganado un puesto como titular en la Selección que dirige Félix Sánchez Bas. 

El jugador nacido en Guayaquil y criado en la Isla Trinitaria, fue comprado por el Chelsea por USD 22 millones, equipo al que se unirá a partir de 2025.

Páez ingresó a Independiente del Valle a la Sub 12 y fue subiendo de categoría. 

En 2022 y con tan solo 15 años, Kendry jugó en la Sub 17. A mediados de año asistió a un torneo en Austria y disputó la final. Después se sumó a la Sub 19 y también brilló. 

Es decir, el año pasado, Kendry Páez jugó en tres categorías distintas en menos de seis meses. 

Para que los jugadores puedan llegar a jugar en el equipo de Primera o en las selecciones nacionales, Independiente ha creado un área llamada Desarrollo Humano. 

Aquí se involucran los tutores que viven con los chicos, y los psicólogos, quienes siempre tienen contacto directo con la familia del jugador.

“Generalmente por temas laborales o por la distancia, los padres solo pueden venir a los partidos los fines de semana y los chicos salen a sus casas cada tres semanas”, cuenta Arroyo. 

Los chicos que ya forman parte de la cantera tienen tres o cuatro días libres para que puedan visitar y pasar con su familia.

Independiente del Valle cuida mucho el aspecto familiar, social, psicológico y médico de los jóvenes talentos. 

Y obviamente cuida lo deportivo. De hecho, el club busca que sus futbolistas tengan roce internacional, para que vayan ganando experiencia. 

Por eso se creó la Copa Mitad del Mundo, un torneo que ha servido para mostrar a sus jugadores y que cada año gana prestigio en la región. 

Por ahora, IDV ha tomado la delantera en lo que respecta a la formación de jugadores. Todos los niños quieren probar suerte en Independiente, antes de ir a otros clubes. 

No es fácil llegar a IDV, hay que tener talento, pero también disciplina. Solo así, se cumplirá el sueño de llegar al fútbol profesional.