El pasante Alcácer y los 'sauneros' ya tienen su primer fracaso en Liga de Quito

El inefable 'Mundo Liga' ha estado profundamente dividido, casi en guerra civil, en esta temporada por los radicales cambios en la dirigencia y en el cuerpo técnico. Por lo pronto, los acérrimos críticos del (se supone) entrenador Josep Alcácer y de los dirigentes que lidera Isaac Álvarez van ganando en este debate dialéctico porque Liga de Quito ha fracasado en la Copa Libertadores.

Sí, es verdad que ningún equipo de Ecuador tiene reales opciones de obtener la Libertadores, sobre todo por el músculo financiero que actualmente se necesita. Es territorio vetado, exclusivo para brasileños y argentinos.

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Pero Liga de Quito tenía la misión de pasar de ronda. El grupo era asequible en el papel, sin desmerecer a los rivales, pero tampoco sin perder la objetividad. La 'U' competía como campeón de la Copa Sudamericana. El plantel contaba con cierta estabilidad en relación al conjunto del 2023. Se fue el peruano Paolo Guerrero, pero vino esa máquina paraguaya de goles llamada Álex Arce.

Pero, lo que pudo ser una Copa respetable, ha terminado por ser una tragedia griega. Una vez más, todos nos preguntamos cómo fue posible que la dirigencia haya contratado a un entrenador que jamás dirigió en Primera. Y el asistente, Adrián Gabbarini, tampoco tenía experiencia en el banquillo. Dos neófitos al frente del equipo más importante del Ecuador.

Y no nos engañemos, lo medianamente bueno del juego de Liga este año ha sido producto de la memoria colectiva del 2023. Pero eso, y los destellos puntuales de alguna individualidad, no han bastado para rescatar a la 'U'. Esperar que Arce haga el milagro partido a partido es como rezar para que llueva en Paute y no nos corten la luz.

Alcácer, cuando aplica su mano táctica, transforma al equipo (que al menos se muestra ofensivo en varios pasajes) en un monumento al ollazo. Y la defensa, que era lo mejor del equipo de Luis Zubeldía, hoy es más frágil que el sistema de mantenimiento del Metro de Quito.

La historia indica que, en Liga, los entrenadores necesitan comerse un semestre (y a veces dos) para que el proyecto comience a despuntar. Pasó con Bauza, Fossati y Zubedía. Otros, como Munúa, naufragaron. Alcácer debería contar con la misma oportunidad. Esto, en teoría.

No obstante, la diferencia entre el español y los mencionados (ellos sí) entrenadores, es que Bauza, Fossati y Zubeldía armaron el equipo. Comenzaron de cero. Alcácer heredó muchas cosas del 2023 y se está hundiendo con estrépito. Por eso, estamos ante el primer gran fracaso de los dirigentes llamados 'sauneros', dejando de lado el triste papel de la Recopa.

Un segundo fracaso a la vista sería quedar fuera de la Sudamericana, un andarivel más amable para el fútbol ecuatoriano.

Y un tercer fiasco sería perder la primera etapa de la LigaPro. ¿La hinchada está lista para soportar esta cadena de decepciones, que luce muy probable? ¿O habrá crédito para Alcácer y Ávarez para el resto del 2024?