¿Guschmer contra Barcelona? No: la pelea es Noboa contra Alvarez
Por lo pronto, el Gobierno se mantiene firme en su meta de que los Alvarez no dirijan a Barcelona. Guschmer sigue al frente.
Antonio Alvarez, presidente de Barcelona SC y Andrés Guschmer, ministro del Deporte, durante ruedas de prensa.
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La pugna entre el ministro de Deportes, Andrés Guschmer, y la dirigencia no reconocida de Barcelona Sporting Club liderada por Antonio Alvarez se está convirtiendo en un tallarín jurídico que pocos logran entender en su real dimensión. Pero, en realidad, eso de las leyes apenas importa.
El último round de esta divertida pugna se realizó el viernes, con el anuncio gubernamental de que Barcelona podrá inscribir jugadores pese a que Alvarez no es reconocido como presidente de los canarios.
Muchos lo han visto como un retroceso por parte de Gushmer, pero no es así. En realidad, se trata de una maniobra para alargar el sufrimiento de Alvarez, que hasta ahora no encuentra caminos para que lo reconozcan como presidente canario. No le han servido ni las órdenes judiciales de Yaguachi ni la presión de la 'elit' de la prensa guayaquileña.
Y ahora le quitan la razón del chantaje sentimental de que, como Barcelona no podía inscribir jugadores, el club sería descalificado de los torneos. Pues ya no: los futbolistas podrán ser inscritos gracias a un atajo jurídico que se inventarán en la Ecuafútbol.
Con esto, Alvarez ya no pueden acusar a Guschmer de perjudicar al equipo y el Gobierno marca claramente el terreno de su controversia. La pugna es contra los dirigentes, no contra Barcelona, es el mensaje que se quiere transmitir.
De esta manera, aumenta la presión para que Alvarez acepte su error (su derrota) y permita que se lleven a cabo nuevas elecciones en el club.
El problema de fondo en esta confrontación no está en las leyes, o no al menos totalmente. La profunda animadversión que el presidente Daniel Noboa siente hacia el alcalde de Guayaquil, Aquiles Alvarez, hermano de Antonio, es la razón principal.
Eso, y que en Ecuador estamos en plena pre-campaña presidencial, explican que el Gobierno, no Gushmer por su cuenta y riesgo, estén empeñados en impedir que los Alvarez, aliados del correísmo, manejen a BSC y lo conviertan en una caja de resonancia de RC.
No es culpa del Gobierno, en todo caso, que Alvarez lo haya hecho todo mal con eso de posesionarse sin cumplir los requisitos de la Ley del Deporte y luego intente aplicar una maniobra legal a lo Bayron-Byron Castillo para presidir sí o sí a Barcelona.
El fútbol (y el deporte en general, porque estamos en año olímpico) será utilizado ampliamente en esta campaña, como lo demuestra la postulación oficial de Ecuador para organizar la Copa América de 2028, anunciada por el propio Gobierno. La reelección es la prioridad.
Eso debería ser asimilado por Alvarez lo antes posible porque, a este paso, Barcelona se pasará todo el año sin presidente de la misma manera en que la Vicepresidenta se pasará en Israel.
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