Emelec volvió a fracasar (no importa cuándo lea esto)
El 'Bombillo', pese a que no tuve el desgaste de los torneos internacional, falló en ser protagonista de la LigaPro. Todo en Emelec ha sido un fiasco.
El colombiano Andrés Ricaurte y José Pileggi, presidente de Emelec.
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A estas alturas, Emelec está fuera de la discusión por el liderato en la primera fase. Sí, desde hace seis años, es más o menos igual. No importa cuándo se lea esto: el 'Bombillo' perdió el protagonismo.
Al menos en esta ocasión, Emelec no está cerca de la zona del descenso, como el año anterior, cuando la dirigencia azul realmente llegó a mirar el abismo. No estar en peligro de perder la categoría puede ser un consuelo para los que entienden la realidad: desde 2018 ya no hubo dinero para armar un equipo competitivo para la LigaPro.
Parece que la regla matemática de Emelec es: mientras más lejos está la época en que Rafael Correa gobernaba, más lejos están las posibilidades de obtener recursos. Esa falta de dólares, que antes eran conseguidos por el mejor jugador de Emelec (así lo llamaba Rodrigo Paz a Correa), es la principal responsable de este nuevo fracaso semestral del 'Bombillo'.
Por supuesto, también es verdad que el resto de equipos tienen déficit. Pero Emelec gozaba de una ventaja extra en este 2024: no jugaba torneos internacionales. Pero el entrenador colombiano Hernán Torres no logró aprovechar el desgaste de los otros 'grandes'. Sorpresivamente, los eléctricos lucen más cansados que los rivales. Por eso, han empatado más veces de las que han ganado.
Torres, simplemente, no ha sabido encontrar la vuelta al equipo, diezmado tras la salida de José Cevallos Jr., Alexis Zapata y el siempre conflictivo Miller Bolaños. Quizás con ellos este plantel hubiera sido algo diferente, o por lo menos más peleador, con más punch. Emelec ha sido en este año un boxeador con sobrepeso que, a la mitad de la pelea, ya solo reparte manotazos al aire.
Eso se debe a que refuerzos como Andrés Ricaurte no han cumplido con las expectativas. Ni qué decir de Christian Noboa, quien proclamó que no venía a pasear. Y es cierto: ¿cómo podría pasear con esa rodilla tan delicada, casi de cristalería?
Urge que comience el receso por la Copa América para recalibrar la plantilla y salvar la temporada de esta permanente mediocridad.
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