¿El campeonato ecuatoriano está preparado para actuar en caso de emergencias cardíacas?
Las patologías cardíacas, en su mayoría, se pueden prevenir con exámenes previos. Los futbolistas profesionales no están exentos de sufrir estos problemas de salud.
El árbitro Robert Cabrera sale en camilla del partido Deportivo Cuenca frente a El Nacional, el 25 de noviembre de 2023 por LigaPro.
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Existen síntomas como el dolor en el corazón, la fatiga cardíaca o las agitaciones constantes que pueden terminar en patologías y por ende en emergencias cardíacas. Si esto llega a ocurrir en un partido de LigaPro, ¿el país estaría listo para actuar en estos casos?
A pesar de que hoy en día se deben hacer exámenes y constantes seguimientos a la salud física y mental de los futbolistas, estos no están extensos a sufrir problemas del corazón.
La cancha de fútbol se ha convertido en escenario de muertes y emergencias de salud de este nivel. Incluso, la misma FIFA detalló en su artículo "Parada cardiorrespiratoria (PCR)" publicado en 2018 que "durante los últimos 10 años, falleció un futbolista al mes por PCR".
Pero desde 2006 se han tomado ciertas medidas para prevenir, más que nada, estos problemas cardíacos. Como, por ejemplo, los exámenes médicos previos a los torneos y el seguimiento de los casos de jugadores que padezcan enfermedades relacionadas con el corazón.
"La FIFA introdujo con carácter obligatorio los exámenes médicos previos a la competición (PCMA por sus siglas en inglés) que incluyen electrocardiogramas y, en caso necesario, ecocardiogramas, con el fin de detectar algún tipo de anomalía cardíaca, ya sea de hereditaria o adquirida".
Es más, hay una guía de primeros auxilios que la FIFA ha difundido en caso de que ocurra una emergencia cardíaca en la cancha.
Si bien es cierto, los jugadores son los máximos protagonistas en el campo de juego, también existen otros actores indispensables en el fútbol. Uno de ellos: los árbitros.
El caso más reciente dentro del fútbol ecuatoriano es el de la árbitra Gisselle Giler. La jueza central sintió episodios de taquicardia (aumento de los latidos cardíacos) mientras hacía pruebas físicas para el torneo local. Ella le comunicó su molestia al director de arbitraje, Joffre Paredes, y la LigaPro actuó.
"A partir de esa sintomatología se hizo una serie de estudios y con el diagnóstico había que hacerle una intervención", asegura Juan Javier Arroba, director de salud de LigaPro.
El mismo médico detalla que la árbitra tiene una patología congénita, es decir, hereditaria, del Síndrome de Wolff-Parkinson-White, que significa que tiene una vía eléctrica adicional en el corazón que provoca un latido acelerado.
Gisselle Giler fue intervenida en la Clínica del Sol en Manta y está en proceso de recuperación. Si su proceso postoperatorio se sigue al pie de la letra, podrá volver a su trabajo como árbitra, luego de un mes.
Es por eso que los exámenes impuestos por la FIFA se han vuelto tan importantes. Para el campeonato ecuatoriano, la LigaPro asegura que los médicos de cada club son los encargados de llevarlos a cabo y entregar un informe con los debidos resultados. "Desde ese punto nosotros tratamos de ayudar en lo que es prevención", detalla el médico de LigaPro.
"Los médicos de los clubes nos informan cualquier riesgo patológico que haya".
Juan Javier Arroba, director de salud de LigaPro.
Así que la responsabilidad, en primera instancia, es directamente del equipo y su cuerpo médico. La Liga Profesional lo que hace es llevar un control en caso de que se presente una patología.
Otro caso que sigue siendo actual en el país es el del delantero Joao Paredes. El futbolista padece de una cardiopatía de arritmia congénita y podría sufrir un paro cardiorrespiratorio fulminante si continúa jugando.
Sin embargo, lo sigue haciendo. En 2018 tuvo el diagnóstico cuando Liga de Quito lo quería fichar. Seis años más tarde, él sigue jugando. Aunque la LigaPro acepta que su caso es muy particular en el fútbol local.
"Fue conocido por el tema de que no podía jugar, luego bajo la legislación de acá se le permitió jugar, pero él pasa todos los años por un filtro especial".
Además de esa serie de exámenes adicionales y un seguimiento continuo, si un jugador ya padece de problemas cardíacos y quiere jugar, sí es posible hacerlo.
César Benalcázar, preparador físico de El Nacional, habló con PRIMICIAS y explicó cómo los entrenamientos pueden ayudar a tratar este tema.
"Si hay indicio de una situación cardíaca, vamos a ver cuán avanzado está eso. De lo contrario, uno de los principios o una de las maneras de contrarrestar, salvaguardar, de curarte esto, sería el entrenamiento".
Hay que tomar en cuenta que cada caso es único y se debe estudiar la frecuencia cardíaca del jugador, sus pulsaciones y sus reacciones al correr un mismo tramo en varias ocasiones.
Para evitar entonces este tipo de emergencias cardíacas que pueden suceder con jugadores como Joao Paredes o cualquier otro, cada uno de los estadios de la Serie A obligatoriamente debe contar con equipo de reanimación.
"Todos, absolutamente todos los partidos de LigaPro deben tener sus ambulancias. Y las ambulancias estar equipadas con desfibriladores y otros aparatos que nos ayudan a actuar inmediatamente".
Además de que los cuerpos médicos de los clubes tienen que estar preparados y capacitados para estas emergencias. Y lo están, al menos eso lo confirma César Benalcázar, preparador físico de El Nacional.
"Yo creo que en El Nacional estamos capacitados. En El Nacional el Dr. Gallardo, el Dr. Vega por eso están usando el desfibrilador, de lo contrario no lo llevarían", detalla.
Aunque Benalcázar reconoce que en el caso de los jugadores no ocurre lo mismo. Ni quisiera saben de primeros auxilios. Y es la realidad de la gran mayoría de los clubes.
Ante esto, LigaPro tiene planificado implementar a finales de 2024 una serie de capacitaciones y eventos relacionados con las patologías, emergencias cardíacas y otros temas del ámbito de la salud. ¿Esto es suficiente? ¿Así el fútbol ecuatoriano está listo para actuar en emergencias cardíacas?
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