Fútbol americano en Quito, una pasión que se convierte en realidad
Viviendo a las sombras del Estadio Rodrigo Paz y a las sombras del fútbol, un grupo de apasionados por el fútbol americano se ha ido abriendo paso en la capital.
Los Big Dawgs se enfrentan a los Berserkers en un partido de fútbol americano en Quito.
Emilio López Schettini
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El silencio de Ponciano se rompe por un grito que es acompañado por tambores y vuvuzelas. “¡Se ve, se siente, Big Dawgs está presente!”. Cualquiera que pase por afuera del Estadio de la Federación de Ligas Barriales pensaría que se trata de un partido de fútbol, y no estaría del todo mal.
Por segunda ocasión, este estadio se ha convertido en la sede de la 'Quito Football League', el único torneo de fútbol americano en la capital.
Las gradas del estadio están adornadas con banderas y aficionados. Al lado izquierdo está la hinchada de Berserkers, la mayoría visten de blanco. Y a la derecha está la barra de Big Dawgs, quienes visten de rojo. Incluso, unos cuantos perros alientan a los equipos vistiendo sus uniformes.
“Los fanáticos son nuestras mamás y hermanos”, comenta Alan González, cofundador de la Liga y presidente de Berserkers, por lo que de vez en cuando, luego de un tackle, se escucha desde el fondo de las gradas un “¡cuidado con mi hermano! ¡te estoy viendo!”.
“Han ido aprendiendo las reglas a medida que fuimos profesionalizando esto. Son nuestras familias y obvio quieren entender en qué estamos metidos”, comenta González.
Aún así, muchas personas responden con un tímido “más o menos”, que se esconde entre una sonrisa, cuando se les pregunta si entienden todo lo que está pasando. Esto no los limita al momento de disfrutar el deporte.
Muchas de las dudas, respecto a las reglas, son aclaradas por la narración en vivo del partido, que resuena gracias a tres grandes parlantes ubicados frente a las gradas.
“¡Touchdown!”, grita el comentarista y la mitad del estadio aplaude, la otra mitad se lamenta, como lo hacen los vecinos de Ponciano, que califican al ruido de “insoportable”.
“Empiezan desde las siete u ocho de la mañana, con una bulla tremenda”, comenta Josephine Duque, entre las opiniones de Google del Estadio Federación de Ligas.
La 'Quito Football League' busca ser profesional “de pies a cabeza” y eso se refleja desde sus uniformes.
Todos usan cascos, pecheras, espinilleras y unos hasta guantes para un mejor agarre. Sus indumentarias llevan el logo de sus equipos y sus colores, pero no siempre fue así.
Según narra Alan González, cuando todo esto empezó, en 2012, no tenían ningún tipo de protección, y mucho menos uniformes. "Si tenías suerte, jugabas un seis contra seis, casi la mitad de los jugadores necesarios para un partido oficial".
En ese entonces, los partidos se organizaban a través de un grupo en Facebook llamado 'Football Americano en Quito'.
Jugaban en el estadio de Pomasqui, “en un rincón que tenía un área verde”. Encontrar un lugar para practicar el deporte ha sido uno de los muchos retos que han tenido los que practican este deporte. “La gente no nos presta las canchas porque piensa que las vamos a dañar”, explica González.
Actualmente, la liga cuenta con seis equipos, pero en cada edición ese número puede cambiar, incluso llegan a participar equipos extranjeros. En cada uno de ellos hay cerca de 20 jugadores, intentando tener un equipo defensivo y un equipo ofensivo, como ocurre en los equipos de fútbol americano en todo el mundo.
Pese a que son deportistas amateur, ellos entrenan cada semana, y lo vienen haciendo desde antes de que la liga existiera. Al inicio entrenaban una vez a la semana, siempre en parques de la capital como La Carolina o el Bicentenario.
Los primeros entrenamientos eran dirigidos por estadounidenses que por una u otra razón estaban viviendo en Ecuador o por personas que habían tenido la oportunidad de practicar el deporte en el extranjero.
Ahora entrenan hasta cuatro veces a la semana, mantienen alianzas con gimnasios para estar físicamente preparados y analizan jugadas casi a diario.
En su afán por profesionalizar el deporte, los equipos incluso han adquirido equipaciones para los jugadores. “Si te esfuerzas mucho, te vamos a dar tus equipaciones”, comenta González.
Hace unos cuantos años, las protecciones costaban más de USD 700. Ahora, se pueden adquirir por USD 150, aproximadamente, gracias a la gestión de los equipos.
“Todo ha sido por pasión”, menciona González. Gran parte de los miembros de la 'Quito Football League' han puesto sus recursos y su tiempo para que el proyecto pueda surgir y mantenerse.
De a poco han ido consiguiendo patrocinadores, todos del sector privado, ya que “el fútbol americano no es reconocido como un deporte en el Ecuador”, por lo que no pueden recibir fondos del Ministerio del Deporte.
Al igual que muchos otros deportes en el país, el fútbol americano vive de la pasión y de la creatividad de quienes lo practican.
Ellos han sabido convertir una cancha de fútbol en una de 'football', pese a las cinco yardas que faltan; han sabido transformar un arco en un 'goalpost'; han logrado transformar un sueño en una realidad.
*Escrito por Emilio López Schettini, estudiante de periodismo de la Universidad San Francisco de Quito.
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