La Vuelta a España genera USD 6,7 millones y abre horizontes turísticos
La Vuelta a España mueve "una ciudad" itinerante de más de 3.000 personas, genera un impacto total de USD 6,7 millones y abre horizontes turísticos en zonas inéditas, generalmente puertos de montaña, que por su belleza engancha a potenciales viajeros que presencian las etapas por televisión.
El pelotón pasa por Málaga durante la Etapa 12 de la Vuelta a España 2022, el jueves 1 de agosto.
EFE
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Madrid, sede habitual de la llegada de la Vuelta a España, es la ciudad líder en aportación económica con USD 300.000, cantidad que varía en cada localidad de paso y que genera en toda la ronda un impacto económico total de USD 6,7 millones.
La Vuelta aporta por noche en cada localidad por la que pasa alrededor de USD 250.0000, solo de retorno de hoteles y restaurantes.
El despliegue utiliza 2.000 camas entre las 3.000 personas que componen toda la caravana, de las que Unipublic, empresa que cuenta con 22 empleados fijos y 250 durante la carrera, gestiona 2.000 entre organización, equipos y fuerzas de seguridad del Estado.
ASO, empresa propietaria de la Vuelta, la misma que organiza el Tour de Francia y otras carreras del World Tour, financia la ronda española con dinero de las instituciones publicas y mueve un volumen de negocio en torno a los USD 25 millones con beneficios cercanos a los 5,2.
Madrid, la ciudad que más aporta
El Ayuntamiento de Madrid es el que más aporta con USD 300.000, unos USD 95.000 más que en años anteriores. El compromiso incluye la meta de la última etapa y la ceremonia del podio en la Plaza de Cibeles.
La Vuelta a España supone gasto público, pero también genera una gran repercusión tanto en la población como en los medios de comunicación, con cifras de impacto publicitario cercanas a los USD 100 millones.
Por citar un ejemplo, la ronda española ha dejado a su paso por Euskadi en las tres etapas disputadas por las tres provincias un impacto económico de casi USD 2 millones.
Bilbao ha sido la más beneficiada al acoger una meta y una salida. Su ayuntamiento ha calculado en USD 1 millón el beneficio económico para la ciudad, que ha apostado por acoger grandes eventos.
De hecho el País Vasco gastará USD 12 millones por acoger la gran salida del Tour de Francia en Bilbao gracias a un convenio entre los ayuntamientos de la capital vizcaína, San Sebastián y Vitoria; las Diputaciones Forales de Vizcaya, Guipúzcoa y Álava y el propio Gobierno Vasco.
En la Vuelta participan un total de 184 corredores de 23 equipos, acompañados de 5.800 personas acreditadas, de las cuales 575 son periodistas y fotógrafos, lo que ha permitido a los hoteles de estas ciudades colgar el cartel de completo, especialmente en el caso de Bilbao, que celebró su Aste Nagusia con gran presencia de turistas.
Pero el mayor impacto de la carrera es el escaparate que supone, ya que se trata de un evento que se sigue en 190 por países. Además, cuenta con 1.500.000 seguidores a través de redes sociales.
La Vuelta en zonas rurales
La llegada de la Vuelta a zonas rurales poco accesibles puede suponer un estímulo económico por la atracción turística que generan.
Por ejemplo, en años anteriores la etapa de los Machucos, en Cantabria dejó un impacto sorprendente en su vertiente turística. Muchos aficionados acuden a montar en bicicleta y a visitar la zona, fenómeno que se traduce en una mejora del turismo del 60%.
El gobierno cántabro gastó USD 130.000 en la citada etapa con final en Los Machucos en 2019 y la salida del día siguiente en San Vicente de la Barquera, mientras que un tríptico de etapas de montaña en Asturias puede superar los USD 210.000.
Con la base del dinero público, en cada edición Unipublic firma alrededor de 35 contratos con ayuntamientos, diputaciones, comunidades autónomas y otra clase de organismos, sin contar los acuerdos con los cuerpos de seguridad o RTVE.
En total la suma ronda los USD 3 millones de gasto público, incluyendo un patrocinio de alrededor de USD 670.000 de Loterías del Estado por el maillot del líder de la montaña.
Las tarifas de las localidades de salida son más baratas que las de meta. Ayuntamientos de baja población pueden abonar en torno a los USD 15.000, pero una localidad populosa de Madrid, por ejemplo, podría pagar USD 45.000. Las cifras de las llegadas son más altas, desde USD 100.000 de una ciudad media a los USD 300.000 reseñados en Madrid.
¿Vale la pena recibir la Vuelta?
¿El retorno económico justifica la inversión en la Vuelta? Está demostrado que en algunos casos sí, sobre todo en localidades pequeñas que se hacen famosas por tener en su espacio municipal un puerto de montaña interesante. "Es la mejor inversión que se puede hacer", dicen algunos responsables municipales.
La Vuelta ha popularizado lugares como El Angliru, Los Machucos, Mirador de Ézaro en Dumbría (A Coruña), el Puig de la Llorença, en El Poble Nou de Benitatxell (Alicante). En estos ejemplos son las diputaciones o las comunidades autónomas las entidades que asumen la financiación.
El retorno económico se establece en términos de pernoctaciones hoteleras, restaurantes y gasto de combustibles, a lo que se suma las horas de TV en directo y otros elementos promocionales. Las personas que visitan la Vuelta gastan USD 45 de media.
El 40% de los turistas realiza otra actividad deportiva en la localidad de paso, un 25% pernocta y un 65% deja parte de su dinero en los restaurantes.
La contraprestación
Por otra parte, la Vuelta se mueve "por contraprestación". La Vuelta no cuenta con financiación estatal, pero la carrera sí trata con el Estado los asuntos de seguridad. Sin el servicio de la Guardia Civil y la Policía Nacional, la carrera sería imposible.
La carrera paga el coste de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado durante las tres semanas de competición cerca USD 700.000.
La Vuelta exige a las ciudades ciertas condiciones para albergar la carrera, por ejemplo un espacio de 12.000 metros cuadrados, tomas de electricidad y agua potable, una carretilla elevadora de 3.500 kilogramos o 200 vallas de obra.
Este año el Ayuntamiento de Bilbao acondicionó una recta de llegada de 500 metros de largo y 20 metros de ancho, un camión cisterna de 8.000 litros, espacios para las oficinas de la carrera y la sala de prensa, un aparcamiento para 150 vehículos, 250 vallas o una carretilla elevadora de 1.500 kilogramos.
Los servicios de limpieza, médicos y vigilancia corren a cargo de la sede, que también tiene que poner a disposición de la Vuelta efectivos policiales para vigilar todo el montaje.
La Vuelta a España, una especie de ciudad nómada que se mueve durante casi un mes por 40 pueblos y ciudades diferentes, ha sobrevivido a la pandemia.
En 2021 tuvo que recurrir a los recortes, pero en 2022 ha regresado a los números de antes del coronavirus.
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