Richard Carapaz y la rebeldía de volver a luchar

Santiago de Chile.- "Así es el deporte. Hay que aprender a perder y a ganar. Me quedo con eso. Sé que tengo excelentes condiciones y creo que al final eso es lo más importante para mí", dice Carapaz en una entrevista con PRIMICIAS.

Y lo acompaña un semblante de tranquilidad. De haberlo dejado todo. De saber que le dio a Ecuador una medalla de plata en la prueba de contrarreloj y que estuvo cerca de la de oro en ruta, aunque la ganó su amigo Jhonatan Narváez.

Richard Carapaz no tenía planificado correr los Juegos Panamericanos de Santiago. Pero la caída en el Tour, que le provocó una fractura en la rótula de su rodilla izquierda, alteró su calendario.

El carchense estuvo inactivo por dos semanas y el 24 de julio volvió a la ruta. Poco a poco recuperó la confianza y ganó ritmo de competencia. Eso fue clave para rediseñar su agenda algunas clásicas en España e Italia.

Carapaz retornó a la actividad oficial el 13 de septiembre, 73 días después de su caída, para el Giro della Toscana. Terminó segundo, por detrás del francés Pavel Sivakov. Regreso inmejorable.

Y a partir de allí también participó en la Coppa Sabatini, Giro de Emilia, Tre Valli Varesine e Il Lombardía. En todas se metió en el Top 10.

"Ha sido una temporada complicada para mí. Desde el inicio he tenido alguna que otra complicación, pero finalmente estoy viendo la luz al final del túnel. Me estoy sintiendo cerca de mi mejor versión".

Así fue su preparación para Santiago 2023, en donde se inscribió en las dos pruebas: contrarreloj -que no es su fuerte- y ruta.

El domingo 22 de octubre, Richard Carapaz se devoró las calles de Isla Maipo y terminó segundo, muy cerca del colombiano Walter Vargas.

"Fue un bonito esfuerzo el que hicimos. Me quedo muy contento con el resultado. Representar a Ecuador siempre es un orgullo", resaltó después de colgarse la medalla de plata.

Y tuvo una semana para planificar la ruta, la prueba que más le atrae. Entrenó junto a Narváez, Sebastián Novoa y Miryam Núñez en las faldas de la Cordillera de los Andes.

Carapaz llegó al circuito en Providencia como el máximo favorito a ganar. Y junto al 'Lagarto' hicieron una carrera inteligente, neutralizaron a sus rivales y atacaron en los momentos justos. Misma sensación que en Tokio 2020.

Si bien parecía que el triunfo le pertenecía a 'Richie', un pequeño resbalón en la última vuelta lo desacomodó y fue allí cuando Narváez saltó a la cabeza de carrera y lo sentenció en un magistral sprint. Victoria fenomenal.

"Me quedé muy contento porque vi a Jhonatan levantando los brazos. Yo también festejé, porque sabía que hicimos un gran trabajo. Este triunfo lo sentí como propio".

Carapaz ha alcanzado una madurez deportiva que le permite asimilar los momentos y priorizar competencias.

Por ahora, su objetivo es descansar, pasar con su esposa y sus hijos y esperar a diciembre para arrancar la pretemporada.

El ciclista ecuatoriano aún no define su calendario para la próxima temporada, sobre todo el de las grandes vueltas. Aunque todo indica que lo volverá a intentar una vez más en el Giro de Italia o el Tour de Francia.

De esta forma, Carapaz cierra un año atípico por problemas de salud y lesiones. Pero, gracias a su garra y tenacidad, superó todos los inconvenientes. Y dejó en claro un mensaje: nunca se lo puede subestimar.