Pedro Salvador debutó en Liga de Quito cuando tenía 16 años

En las décadas de los 80 y 90, que un jugador debute a los 16 años era impensado. En 1985 lo hizo Álex Aguinaga en Deportivo Quito y en 1990, Pedro Salvador en Liga de Quito.

"Pasé del equipo Sub 16 al plantel de primera. Polo Carrera era el entrenador y me permitió debutar. Antes no existía la regla de que cada equipo debía poner en cancha a un juvenil, había que ganarse el puesto", dice el exfutbolista, que fue campeón con Liga en 1990 y 1998.

Hoy, con 49 años, Pedro Salvador recuerda a José Romanelli, el exjugador de Liga que luego fue 'ojeador' para el equipo albo.

Fue él quien lo llevó a la Sub 16 de la 'U', por su habilidad y velocidad para conducir el ataque. "Iba a los torneos intercolegiales, me trajo a Liga y me dio la posibilidad de ser futbolista profesional".

Salvador se desempeñaba como delantero, pero el exseleccionador Dusan Draskovic, cuando lo convocaba a las diferentes selecciones nacionales, lo bajó al puesto de lateral derecho.

Quería aprovechar su velocidad para correr por la banda y levantar centros, pero a la hora de defender, el panorama cambiaba radicalmente.

Pedro Salvador mide 1,60 metros y le correspondía marcar a delanteros de más de 1,80 metros de estatura.

"El físico no me daba, había que poner algo más", dice antes de soltar una sonrisa. Ese algo más era mucha garra y personalidad, para lograr neutralizar a los rivales.

Apunta los nombres de Manuel Uquillas (delantero de Barcelona) y Byron Tenorio (Barcelona y El Nacional) como los delanteros más difíciles de marcar, pero que hubo duelos en los que salió vencedor.

En 1998 volvió a coronarse campeón con Liga de Quito. "Ese título fue diferente, porque fue en el estadio Rodrigo Paz. Fuimos los primeros en dar la vuelta olímpica en nuestro estadio", y nombra a Paulo Massa como el entrenador que marcó su carrera.

"Con Hans Ortega, con quien fuimos compañeros en 1990, también volvimos a celebrar en 1998 porque era el asistente técnico de Paulo Massa".

Después de una carrera de 13 años, no se alejó del todo del fútbol. Viajó a Buenos Aires y estudió periodismo deportivo en la escuela del comentarista argentino Fernando Niembro.

Retornó al país, trabajó como presentador de noticias en Teleamazonas, también hizo un programa de radio y fue columnista en prensa escrita.

Tuvo un pequeño paso por la administración pública y desde la Secretaría de Deportes del Municipio de Quito trabajó con las escuelas infantiles y en la infraestructura para las ligas barriales.

En su estancia en Argentina, además de estudiar periodismo deportivo se graduó como entrenador de fútbol.

En 2013 se desempeñó como gerente deportivo en Universidad Católica y en los últimos años está dedicado a enseñar. Trabaja en la escuela de fútbol de Liga de Quito que funciona en Cumbayá.

"Tenemos más de 70 chicos, es una escuela formativa. Aparte de jugar la técnica y la táctica, inculcamos valores. Buenos futbolistas hay muchísimos, en cambio buenas personas hay muy pocas".

No se ve dirigiendo en primera división porque dice es demasiado apasionado y podría meterse a la cancha. "Prefiero seguir dirigiendo a niños y jóvenes y devolverle al fútbol todo lo que me dio".

No se ha alejado del fútbol. Fue jugador, periodista, gerente deportivo y entrenador. No está en sus planes ser 'scouting' o empresario.

"Los empresarios en el fútbol, no todos, ven más la parte económica que la humana. Yo aún mantengo ese espíritu amateur y prefiero darle un consejo a un chico y no cobrar por ello".

13 años de trayectoria

Pedro José Salvador fue futbolista profesional durante 13 años. Jugó en Liga de Quito, Deportivo Quito y Universidad Católica.

Vistó la camiseta de la Selección en las categorías Sub 16, Sub 20 y Sub 23. Participó en los Sudamericanos de 1988 y 1996.

Siempre ha reconocido que sus referentes en el fútbol fueron Eduardo Zambrano, Pietro Marsetti y Diego Herrera, sus compañeros en Liga de Quito.

Desde su posición de lateral derecho se dio modos para siempre apoyar en la ofensiva. Marcó 22 goles en su carrera.

La anotación que más recuerda es la que le marcó al América de Cali, en 1997, en un partido amistoso.

Avanzó por su banda derecha y unos ocho metros antes de encontrarse con el córner elevó el balón hacia la portería. Parecía ser un centro, pero no, fue gol, Pedro dice "golazo".