Paula Valdez, una ibarreña que camina directo a la élite
Con 19 años de edad, es la marchista ecuatoriana con mayor proyección en los 20 kilómetros, una distancia de alta competencia.
Paula Valdez durante el Campeonato Nacional de Marcha que se corrió el sábado 8 de enero de 2022.
Armando Prado
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"Caminar contra Glenda Morejón y Karla Jaramillo es muy duro", relata la joven deportista que, como sus rivales, también es de la provincia de Imbabura.
Paula Valdez lleva el deporte en su ADN. Fue atleta de velocidad, corría las pruebas de 100 y 200 metros con vallas y le gustaba el salto alto.
Incursionó en la gimnasia, el baloncesto, la natación, pero hoy es un referente de la marcha atlética, aunque empezó casi que odiando ese deporte, por el dolor de rodillas.
"La primera semana que entrené la marcha no me gustó, me dolían las rodillas. Pero jamás me rendí".
Paula Valdez
Se unió a la escuela Tarquino Jaramillo, dirigida por Giovan Delgado, el entrenador que formó a Glenda Morejón cuando se coronó campeona mundial prejuvenil en 2017, y quien es el actual estratega de Karla Jaramillo, que estuvo en los Olímpicos de 2021.
A Paula le costó depurar la técnica de la marcha porque había formado su musculatura en brazos y piernas para las pruebas de velocidad y las vallas.
Se adaptó a la rutina de hacer entrenamientos dos veces al día, con jornadas de dos horas y media cada una.
Cuando se probó en los primeros eventos nacionales, los resultados la motivaron porque se destacó de inmediato.
En 2020 participó en el campeonato nacional y en el Sudamericano que se realizó en Lima (Perú).
Pero fue en 2021 cuando sorprendió con su marca de 47 minutos y 17 segundos (47:17) para los 10.000 metros en Perú.
"Hasta yo misma me asombré", reconoce. Fue una marca que la clasificó al Mundial Juvenil y que le causa orgullo todavía.
Esa felicidad de entonces contrasta con la frustración que sintió el 8 de enero de 2022. Debutó en los 20 kilómetros marcha, una distancia a la que respeta mucho por la preparación y el desgaste físico que implica.
Es el doble en kilómetros de la distancia en la que solía competir. Cruzó la meta en quinto lugar en el Campeonato Nacional en Machala y no quería que el anunciador diera lectura al registro que marcó, "casi dos horas", comenta un tanto frustrada.
Y luego recuerda "estoy empezando, estoy chiquita". Su actuación en Machala pasó a ser un registro, porque "cuando comencé en la marcha, el objetivo era representar al país en eventos internacionales. Ya lo hago y ahora me queda mejorar", agrega.
Entrena en la ruta Zuleta-Olmedo en Imbabura; en la subida a Guayavilla en Ibarra, y en la pista atlética que bordea la Laguna de Yahuarcorcha. Es duro, pero los objetivos de este año la motivan a seguir.
Por delante están los campeonatos nacionales y Sudamericanos Sub 23. También los Juegos Bolivarianos, a los que quiere asistir como primer escalón de cara a los Juegos Olímpicos de París 2024.
"Después de la participación en los Olímpicos, Karla Jaramillo me ha hablado de todo lo que vivió. Es mi compañera de entrenamientos y siempre me da consejos".
Papá y mamá son parte del equipo
Cuenta con el respaldo incondicional de su familia. Su padre, Carlos, es quien la lleva a los entrenamientos. También la escolta en su vehículo cuando Paula tiene que entrenarse en la carretera.
Está pendiente de la hidratación y de la tabla de ejercicios y repeticiones que debe cumplir, según la planificación técnica.
Su madre, Paula, es la responsable de su dieta. "La comida es siempre sin calorías, sin sal ni azúcar". Evita las gaseosas, las comidas saturadas y controla los carbohidratos.
"La comida es para toda la familia, porque mis dos hermanos menores también son deportistas", dice Paula hija.
Sus hermanos son Thiago y Carla y tienen nueve y ocho años de edad. "Fui hija única nueve años, cuando me dijeron que iba a tener un hermanito fue la felicidad más grande", se emociona Paula.
Ellos también son atletas, practican ciclismo BMX y son seleccionados de su provincia. Thiago incluso asistirá a un evento internacional en los próximos días.
Carlos y Paula fueron quienes contagiaron el espíritu y la práctica deportiva a sus hijos. El padre fue futbolista y la madre gimnasta. No llegaron a la élite, pero sienten que pronto lo harán con Paula Doménica Valdez.
Paula dice que "el deporte te enseña a ser mejor. A trabajar con perseverancia; tienes la posibilidad de viajar y de conocer otras culturas. Por eso también me decidí a practicar la marcha".
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