Miryam Núñez cierra su año con una medalla dedicada a su abuelo

Santiago de Chile.- Miryam Núñez se ha caído decenas de veces. Pero una de sus virtudes ha sido el saber levantarse, enfrentar los obstáculos e incluso superarlos. Resiliencia pura.

No ha sido fácil. Pero la fortaleza mental, el apoyo de sus familiares y amigos, así como el de la empresa privada, ayudaron a apaciguar los malos momentos.

Para Miryam Núñez este año fue especial. En febrero se consagró campeona nacional de contrarreloj. Luego compitió en eventos en España, Italia y en el Panamericano de Ruta en Panamá, antes de disputar la Vuelta a España femenina.

"Al principio de año la pasé un poco mal, porque tuve una recaída del accidente. El tema de acelerar un proceso para mejorar, a la final me jugó en contra. Pero hice la Vuelta a España y la terminé, no sé cómo", confiesa en una entrevista con PRIMICIAS.

Tras más competencias en España y el Mundial de Ciclismo en Escocia, la riobambeña fue protagonista en el Giro de la Toscana y el Tour de l'Ardeche.

Poco a poco lució con mayor aplomo y confianza en la ruta. Además, sus piernas respondieron y eso le permitió competir a un nivel de elite.

Su mejor momento lo atravesó en la Volta a Portugal. Allí ganó dos etapas, obtuvo el título de la montaña y fue segunda en la general, una actuación histórica para el ciclismo femenino ecuatoriano.

Volvió la Miryam estratégica, inteligente y capaz de pisar el acelerador en los momentos justos. Su mejor versión.

Y apenas un mes y cinco días después de su hazaña en Portugal, la ciclista de 29 años dijo presente en los Juegos Panamericanos.

Pero no lo hizo con el mejor ánimo. Solo 48 horas antes de su viaje a Santiago, su abuelo falleció. Aun así, Miryam Núñez tuvo que digerir la noticia lo más pronto posible y subirse a una bicicleta para entrenar y preparar la carrera.

"Son muchas cosas las que se me pasan por la cabeza. Primero, el hecho perder a un ser querido y asimilar que tengo que estar en competencia. Fue duro, además por alejarme de mi familia".

Pero su profesionalismo y dedicación salieron a flote y Miryam se presentó en la contrarreloj individual, aunque terminó en último lugar.

Lejos de justificar su resultado, la ecuatoriana cree que la muerte de su abuelo la afectó en la concentración. Incluso, no tenía una bicicleta para la contrarreloj. Por eso acudió a su equipo, Massi-Tactic, que le prestó una.

La semana previa a la prueba de ruta le sirvió a la ciclista para recargar fuerzas y estudiar el recorrido con mayor tranquilidad.

Era un trazado que le convenía, además de que venía con ritmo de competencia en este tipo de pruebas, gracias a las carreras en Europa.

"Tenía que estar atenta a las fugas, subir a un buen ritmo y acelerar sobre el final. Y así lo hice. Por eso me quedo contenta y con buenas sensaciones".

"No quiero dejar de agradecer a la Fundación Crisfe y a Banco Pichincha, que han sido fundamentales. Después del accidente, siempre estuvieron allí".

Miryam Núñez, ciclista ecuatoriana

Una vez en el podio, Miryam Núñez tuvo un cruce de sentimientos. Por un lado, la satisfacción de la medalla. Pero por el otro, el vacío por la pérdida de su abuelo.

Y asegura que, si bien todavía es muy pronto de asimilar, el triunfo la deja más tranquila y que esa medalla se va "directamente al cielo".

Miryam Núñez consiguió su primer podio en unos Juegos Panamericanos, y por eso lo considera como una de las victorias más importantes de su carrera. Y también como la más luchada.

"Tiene un peso y un valor incalculable. Hace un rato, hablé con mi papá y me contó que fueron al cementerio a hacer una misa. Todo coincidió. Pero ahora solo quiero estar con mi familia y descansar".

Y junto con un merecido descanso, Miryam Núñez quiere salir de la rutina y comer "algo rico", dice entre risas. ¿Su comida preferida? Los mariscos.