Miryam Núñez correrá el Mundial de ciclismo después de ocho años
La única vez que la ciclista riobambeña participó en el Mundial de ruta fue en 2015, en Richmond, en el estado de Virginia en Estados Unidos. Tenía 21 apenas 21 años. Ocho años después, se ilusiona con el maillot arcoíris.
Miryam Núñez posa con una bicicleta, el 9 de julio de 2023.
Armando Prado
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Ha sido un semestre exigente, pero el mejor en cuanto a rendimiento para Miryam Núñez. Entre el 11 de febrero y el 31 de mayo suma 2.447 kilómetros recorridos en 25 días de competencia, con el equipo Massi - Tactic Women Team, de España.
Corrió tres carreras de una semana, tres carreras de un día, los campeonatos nacionales de ruta y contrarreloj, el Panamericano de ruta y contrarreloj y la Vuelta a España.
Los 2.447 kilómetros recorridos en carreteras de España, Italia, Panamá y Ecuador, son superiores a los 1.602 kilómetros que pedaleó en 2022 y a los 1.207 kilómetros de 2021.
Su equipo ya le hizo llegar el calendario de carreras para el segundo semestre. Quiere ir al Giro della Toscana y la Vuelta la Portugal, para seguir imprimiendo su cadencia y estilo al pedalear.
En su evaluación, ha sido un semestre muy competitivo. Ha trabajado como gregaria en la mayoría de ocasiones, pero su espíritu guerrero le permitió ganar el premio a la combatividad en una etapa de la Itzulia, en España.
¿Cómo evalúa este primer semestre donde sumó más de 2.400 kilómetros en competencia?
Ha sido superbueno, me ha permitido vivir sensaciones que antes no las había sentido. Cada día y cada competencia han sido un aprendizaje. En el ciclismo, hay días buenos, hay días malos, pero de todo se aprende.
¿De las siete carreras que hizo en Europa, la Vuelta a España fue la más complicada?
Fue el doble de dura en relación a la del año anterior. El equipo me dio la oportunidad de poder estar ahí y terminar las siete etapas. Fue una sensación única porque estuve con las mejores del mundo. Corrimos contra los equipos World Tour.
¿Qué diferencias encuentra en el pelotón femenino entre América y Europa?
Es muy diferente el ritmo de carrera. El nivel competitivo en Europa cada vez es más fuerte, con velocidades medias que en Latinoamérica no hemos logrado. En la Vuelta a España logré una velocidad media de 35 kilómetros por hora con 1.200 metros de desnivel. En Itzulia fue casi igual, con 2.000 metros de desnivel. Correr en Europa, con las mejores, hace que uno también vaya más allá de lo que pensaba podía rendir.
¿Cómo ven en Europa al ciclismo latinoamericano y en especial al sudamericano?
A las carreras donde voy siempre hay ciclistas colombianas, venezolanas, cubanas. Espero y aspiro, en el futuro, tener una compatriota corriendo en Europa.
¿En escenarios tan competitivos cómo logró ganar un premio a la combatividad en Itzulia?
La clave fue arriesgar, atacar, tratar de ir en la fuga. Tuvimos una reunión con el equipo, con el director y sabíamos que era muy difícil pelear una etapa o pelear puestos en la clasificación general con corredoras World Tour. Subir al podio y recibir ese premio en medio de ciclistas con amplia trayectoria fue único. La verdad que no puedo explicar cómo se siente estar allí. Eso alimenta y motiva para seguir trabajando y mejorando.
¿Cómo está su agenda de carreras para el segundo semestre?
El equipo me ha hecho llegar las carreras para agosto, septiembre y octubre. No sé todavía en cuáles voy a correr, pero seguramente a finales de este mes el director me dirá a qué carreras voy. Espero estar en el Giro de la Toscana, sería mi tercer año si el equipo me convoca. Luego está la Vuelta a Portugal. A mí me gustaría estar en todas.
¿Disputará la Vuelta a Colombia, o a Guatemala, donde le ha ido muy bien?
Lastimosamente, no podré asistir a la Vuelta a Colombia (que la ganó en 2020). A mí me gustaría mucho, pero la única opción para correr estas vueltas en Latinoamérica es con la selección nacional. Si la Federación Ecuatoriana de Ciclismo, en algún momento, apuesta por las mujeres, podríamos ir a la Vuelta a Colombia, a la de Costa Rica o Guatemala, sería excelente. Venir desde España con mi equipo es muy costoso.
¿La Vuelta al Ecuador no está en su agenda?
No sé cómo será el segundo semestre del año en España, voy día a día. Si me encuentro en el país y en las condiciones, lo haré. Para mí, correr en casa es algo único, genial. El año anterior pude tener a mis padres conmigo, es algo que me motiva. Bajarme de la bici y ver a mis papás ahí, es algo que no tiene precio.
¿Irá al Mundial y a los Juegos Panamericanos, los eventos de mayor jerarquía internacional?
Estamos gestionando los documentos para ir al Mundial. Me ilusiona porque ya son varios años que no he podido ir. De los Juegos Panamericanos de Santiago no sé, habrá que ver si hay cupos.
¿Hace cuánto que no compite en el Mundial?
Desde 2015. Tuve la oportunidad de ir cuando pasé de la categoría Juvenil a Élite. No fue una experiencia muy bonita porque había mucha diferencia entre las que recién subíamos de categoría y las de experiencia. Hoy creo que puedo hacer una buena carrera con la madurez que tengo. Es una carrera de un solo día, donde se juegan muchísimas cosas.
Clasificar a los Juegos Olímpicos es complicado para usted por los puntos que debe acumular cada país en el ranking. ¿Cómo está su situación?
Vamos batallando, hay muchas carreras para sumar puntos, pero lastimosamente soy la única ecuatoriana que corre estas pruebas. Desde hace cuatro años estoy intentando y seguiré trabajando para, en algún momento, poder lograr el objetivo.
Hace año usted regresó a correr luego del accidente que pudo costarle la vida. ¿Cómo ha sido este regreso?
Bastante complejo. Aceleré un poco el proceso de regresar a la bici luego del accidente, en el que estuve batallando por mi vida. A veces mi preparación está muy bien pero, en el tema de salud, ha sido un poco complejo. Dios está conmigo, mis papás son mi pilar fundamental. Seguimos fortaleciéndonos día a día.
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