Mauro Díaz trae el estilo River Plate a Universidad Católica

Mauro Díaz tuvo un maestro en su etapa formativa, que le dejó huella. Diego Pablo Simeone, el 'Cholo' fue quien lo hizo debutar en primera división y de él aprendió que el desafío, en el fútbol y en la vida, es el de superarse siempre.

El argentino de 32 años es el nuevo volante de Universidad Católica. Ya jugó en dos partidos y anotó un gol. Una pequeña muestra del talento que ha derrochado por el fútbol de Chile, Estados Unidos, Emiratos Árabes Unidos y Argentina.

"Me estoy acostumbrando a la altitud de Quito, es un poco complicada. Me siento mejor que en los primeros días, así que creo ya falta poco para estar al 100%".

Mauro Díaz, jugador de Universidad Católica.

Desde su nacimiento, está ligado al fútbol. Su padre, Jorge 'Nono' Díaz, fue futbolista, lo llevaba con él a los partidos y salía a la cancha tomado de su mano, como mascota del equipo. De ello, Mauro guarda algunas fotografías.

En su memoria no hay recuerdos de haber visto jugar a su padre, pero sí de los primeros toques de balón que dio con él mientras crecía.

Le animó a seguir la carrera de futbolista y fue quien más le entendió cuando tuvo que dejar la casa, en Concepción de Uruguay (provincia de Entre Ríos) para ir a la Escuela del afamado club River Plate en Buenos Aires.

"Fue duro. Siempre es duro irte de tu casa, de tu provincia, de estar todo el día con tus amigos. Tenía 12 o 13 años cuando llegué a la pensión de River donde encontré a muchos chicos que eran de otras provincias. Nos ayudamos el uno al otro".

Durante cuatro años vivió en la residencia del club 'millonario', mientras completaba sus estudios en el colegio y su formación como futbolista.

"En River Plate tenés colegio, te dan las cuatro comidas, te atienden de maravilla para que en el entrenamiento rindas al máximo. Siempre te enseñan a ser mejor persona, para después ser futbolista".

Uno de los elementos que él atrapó fue el estilo de juego que caracteriza al equipo y a varias generaciones de futbolistas que han nacido en ese club: tocar el balón a ras de piso y a un solo toque.

"Fernando Kuyumchoglu fue el entrenador que más me marcó, porque jugaba en la misma posición que yo. Me decía que, antes de recibir la pelota, mire dónde estaban mis compañeros para tener una opción de pase y jugar a un toque".

A Diego Simeone lo conoció cuando tenía 17 años y ya jugaba en la categoría de reserva.

El 21 de septiembre del 2008, el 'Cholo' le preguntó si estaba listo para el debut en primera categoría porque River tenía un partido contra San Martín de Tucumán.

"Me acuerdo la frase que me dijo, si me animaba a jugar, si no me iba a dar miedo. La verdad, me puse nervioso, pero le dije que sí, que quería jugar".

Aunque el equipo perdió 3-1, Simeone le dejó en el grupo de primera y estuvieron juntos un año más.

Con Simeone también debutó en la Copa Sudamericana, en el partido ante Defensor Sporting, en Uruguay. Díaz jugó varios partidos como titular en el equipo de la banda sangre.

Estuvo tres temporadas en River antes de empezar a caminar por varios clubes del mundo. Se fue a Unión Española en Chile y más tarde al Dallas de la MLS en Estados Unidos.

Jugó por cuatro años, ganó dos títulos y marcó 28 goles, aunque su principal obligación táctica es la de asistir a sus delanteros.

Tuvo un paso de un año por el Shabab Al-Ahli de Emirados Árabes, para luego vincularse a Estudiantes de La Plata, en Argentina.

Luego llegó a Palestino de Chile, donde jugó 23 partidos y marcó cinco goles antes de fichar por Universidad Católica.

"El fútbol en Estados Unidos es muy parecido al de Ecuador, un juego muy físico, jugadores muy rápidos donde por ahí te dejan un poco de espacio para pensar; en Emiratos Árabes es un juego más trabado, donde los equipos se tiran más atrás".

Cuando conoció el interés del conjunto 'camaratta', miró varios videos de los partidos del año pasado. Analizó el estilo de juego, el trato al balón y que es un club que siempre está en posiciones estelares.

Aceptó la propuesta y llegó a Quito donde dice sentirse a gusto. "Mis compañeros tienen el mismo sueño que yo: tratar de darle una estrella a Universidad Católica. Es el objetivo que año tras año lo están buscando".