La constancia de Larrea y Esquetini los llevó al Mundial de pádel
Los ecuatorianos Marco Larrea y Sebastián Esquetini son amigos desde los ocho años. Se conocieron en un club de tenis. La vida los volvió a juntar después de varios años, pero ya no con una raqueta, sino con una pala. El pádel es su pasión y juntos se sumergirán en el mayor reto deportivo: el Mundial de Dubai.
Marco Larrea (d) junto a Sebastián Esquetini (i), durante un entrenamiento en Quito, en septiembre de 2022.
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Más que compañeros de equipo, son amigos. Larrea y Esquetini son conscientes de que esa confianza mutua les ha permitido llegar lejos e integrar el top 5 del ranking nacional de primera categoría.
Empezaron a jugar pádel hace dos años. Como el resto de deportistas en esta disciplina, no dedican el 100% de su tiempo a entrenar. Cada uno tiene su profesión y su trabajo. Pero las ganas de elevar el nivel han provocado que disputen todos los torneos. Y los ganen.
Con el transcurso de los meses pisaron fuerte en los campeonatos provinciales y nacionales. Actualmente, son la mejor pareja ecuatoriana, que se destaca por el revés de Larrea y el juego aéreo de Esquetini.
Ambos se complementan a la perfección. Son explosivos, temperamentales y pasionales. Gracias al tenis aprendieron a "manejar las emociones", algo que ahora lo ponen en práctica en el pádel.
"Si yo me caliento mucho, mi partner me ayuda a tranquilizarme y viceversa, en eso somos buenos", comenta Esquetini.
Larrea considera que existen momentos del partido en donde uno está más tenso y nervioso que otro. "En nuestro caso siempre hay un dominante. Gracias a la confianza podemos maniobrar las situaciones y decirnos lo que sentimos".
La constancia es la clave
Constancia. Perseverancia. Tenacidad. Son aspectos vitales en la vida y en el deporte para alcanzar metas y cristalizar sueños.
Larrea y Esquetini conviven con eso. Han disputado todos los campeonatos del calendario. Para eso, han sacrificado tiempo con sus familias y amigos. Pero los resultados llegaron. Esos han sido los principales factores diferenciales con respecto a otras parejas.
Más allá de que gana casi todo lo que juega, la dupla ecuatoriana no se siente superior a ningún rival. Y es que el pádel, además de ser un deporte muy técnico, requiere de una concentración y lucidez mental constante.
Larrea y Esquetini insisten en que el nivel en el país es parejo. "Y eso es bonito. Porque nunca sabes si vas a ganar. Somos conscientes de que podemos perder en cualquier momento contra cualquier pareja".
El Mundial, una prueba de fuego
Larrea y Esquetini integran la selección ecuatoriana (se compone de ocho deportistas) que participará en el Mundial de pádel, en Dubai, del 31 de octubre al 5 de noviembre.
Los quiteños lo toman como el reto deportivo más importante de sus carreras y esperan con ansias que el entrenador, Mario Zayas, los tome en cuenta para jugar desde el principio.
Ni bien se enteraron de que iban al Mundial, la pareja transformó su preparación: intensificaron entrenamientos, no solo en la cancha, también desde lo físico y mejoraron su alimentación. "Nos cuidamos mucho más con la comida".
Y es que Larrea y Esquetini representarán a Ecuador en un torneo con las potencias del mundo, como Argentina, España, México, Estados Unidos y Francia.
"A mí me quita el sueño el Mundial. Es difícil enfocarse en cosas que no tengan relación con eso. Me ha consumido la vida, para ser honesto".
Sebastián Esquetini, seleccionado ecuatoriano de pádel
El principal objetivo de Larrea y Esquetini será "demostrarle al mundo su mejor versión" y dejar el nombre del país lo más alto posible.
Los dos saben que la exigencia y el nivel serán altísimos. Van a enfrentar a profesionales que practican pádel desde hace muchos años.
Otra de las metas será disfrutar de la experiencia en Dubai, una ciudad en donde el pádel crece aceleradamente.
Ansiedad. Nerviosismo. Emoción. Todo eso pasa por la cabeza de los ecuatorianos a medida que se acerca la fecha del inicio del Mundial. No son los favoritos, pero quieren sorprender.
Cada uno se maneja distinto desde lo mental. Larrea pasa todo el día en su trabajo y ahora aprovecha más tiempo con su familia. Cuenta que la presión no es algo que le afecta y que ahora hay que disfrutar el momento.
A Sebastián le ha costado más. Quiere estar pendiente de hasta el más mínimo detalle y sacrificarse para desplegar su mejor nivel. "Es el mayor reto deportivo de mi vida. Y probablemente lo mejor que haga en mi carrera".
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