Keila Intriago ha crecido con la Superliga femenina
Los clubes han puesto énfasis en estos aspectos y en los últimos años ya se han creado escuelas formativas y categorías desde los 12 años.
Keila Intriago, jugadora de Universidad Católica, en el Complejo de la Armenia, en abril de 2023.
Armando Prado
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Keila Intriago, de 22 años, es una polifuncional mediocampista, que juega por la banda derecha con la misma eficacia que la izquierda. Este año defenderá a Universidad Católica en la Superliga femenina.
Está inmersa en el fútbol desde hace una década y ha visto cómo ha evolucionado el balompié en la rama femenina.
Desde su ámbito de estudiante de pedagogía detalla que uno de los pasos importantes que se ha dado para el crecimiento del fútbol femenino es el de pensar en los procesos formativos diferenciados.
"La mayoría de jugadoras que estamos en la Superliga iniciamos entrenando con varones y sin llevar un proceso adecuado, desde la condición de niñas".
Keila Intriago, jugadora de Universidad Católica.
En su análisis detalla que algunas organizaciones internacionales sugieren que los entrenamientos mixtos, en el mejor de los casos, se deberían hacer hasta los 11 años.
"Después debe haber un proceso especializado, ya que comienzan procesos biológicos por los que atraviesan las niñas en la pubertad como es la menstruación".
En este período, las futbolistas corren el riesgo de lesionarse en sus tendones por el proceso hormonal que atraviesan.
Los cuerpos técnicos de los clubes femeninos toman en consideración este aspecto para planificar un entrenamiento específico en estas fechas.
También se han creado escuelas formativas desde los 10 años y categorías formativas desde los 12 años.
“Estoy muy contenta por todos estos cambios que se han dado, diferentes a cuando yo inicié, he sentido el apoyo en el fútbol femenino y sé que el futuro será mucho mejor".
Keila puntualiza otro aspecto a tener en consideración en este proceso, porque ella lo vivió en carne propia: el emocional.
La jugadora manabita, cuando se entrenaba con varones, sentía que no se valoraban todas sus habilidades porque, pese a su esfuerzo, no superaba a sus compañeros.
“Siempre me sentía inferior, los chicos eran mucho más rápidos, más fuertes y fueron pocas las veces en que yo tocaba el balón. Cuando ingresé a equipos femeninos, me sentí más cómoda, había más equilibrio en el juego".
La quinta Superliga
Keila Intriago es oriunda de Manabí. Se integró al mundo del fútbol gracias al apoyo de su hermano mayor, quien era entrenador del equipo masculino del cantón Junín.
Tenía 13 años cuando vivió esta experiencia y luego pasó a la selección de Manabí.
“Me vieron y me llamaron a UPS Carneras, donde jugué por dos años. Pasé a Independiente del Valle entre 2019 y 2021. En 2022 estuve en Ñanas", donde se coronó campeona nacional.
Además de dominar el fútbol 11, también ha sido jugadora de fútbol sala, modalidad que se disputa con reglamentación diferente: el balón y las canchas son más pequeños.
Se considera una jugadora rápida, técnica, características que la llevaron a la Tricolor. Ha sido seleccionada nacional Sub 20 en las dos modalidades para asistir a campeonatos sudamericanos.
“Me entrené muchos años para llegar a la Selección. La primera convocatoria fue muy difícil porque no venía en buen nivel, pero me entrené y volví varias veces”.
No ha marcado goles en la Superliga, pero durante su paso por UPS Carneras convirtió el gol que le permitió al equipo azuayo lograr un cupo a la primera división.
“Me cayó el balón y casi desde la mitad de cancha, rematé. Con ese gol clasificamos, fue en 2017”.
Su tiempo libre lo dedica a la lectura, a ver series en televisión o salir con amigos, pues le gusta hacer reír a los demás.
Retomó sus estudios en pedagogía en actividad física y deporte, ya que cuando fue llamada para el Sudamericano hizo una pausa en su vida estudiantil para dedicarle todo el tiempo al fútbol.
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